Para Criss era muy extraño ir a la casa de su madre, pero debía hacerlo, era parte de uno de los tratos que tenía con ella, debía visitarla todos los sábados de la semana y llevarle a Nick para que la viera.
-Nick necesito que te vistas para ir a donde mama –él chico de 10 años la miro y bufo.
-¿Para qué? –Pregunto algo molesto– Creo que si ella quisiera saber de mí, me visitaría ella.
-No seas así, sabes lo difícil que es para ella venir para acá –dijo Criss con su habitual sonrisa- por favor vístete y vamos, prometo que te dejare escoger la cena y podrás comer lo que quieras.
Él chico lo medito para luego suspirar y correr a su habitación, lo había convencido.
Criss sonrió satisfecha, no era fácil explicarle al pequeño porque su mama no estaba con él tanto como debería, pero sabía que el igual no entendería, él era un pequeño y estaba en la etapa donde empezaba a odiar todo, pero ella se encargaría que por sobre todas las cosas él nunca odiara a su madre.
La mama de Criss, Paula, no era lo que se podía decir normal, había tenido a Criss a los 16 años, Paula con ayuda de su madre se había dedicado a hacer lo mejor posible por su hija, pero al ser una chica de 16 años lo que más había deseado era divertirse como la adolescente que era, dejando a Criss con su abuela, el mayor sueño de Paula era ser famosa, pasa muchos era un disparate, pero después de mucha lucha Paula lo había logrado y había llegado a ser una de las mejores actrices, pero hubo un problema en ese sueño, había dejado a Criss de lado.
Para Criss fue difícil entender todo, pero al ser una fiel creyente del pensamiento positivo nunca juzgo a su madre y tomo todo lo mejor que podía, alegando que su mama había cumplido su sueño y que ella era feliz con su abuela, todo sentimiento y dolor lo había escondido bajo una capa de alegría y positivismo diciendo que las cosas siempre se ponían mejor y que no ganaba con sufrir.
Peor para Nick era más difícil y no sabía cómo sobrellevarlo, más con la ausencia de su padre, al que nunca conoció.
La llegada de Nick fue una sorpresa para Criss, tomando en cuenta que su mama nunca estuvo presente en su vida ella pensó que no tendría más hijos, cuan equivocada estaba.
Paula quedo embarazada durante una de sus películas, no le dijo a nadie sobre el padre del pequeño, ni a Criss, a Criss no le importo, estaba acostumbrada a no saber quién era el padre de quien
Durante toda su vida Criss había visto a su mama actuar como una adolescente, tomando las peores decisiones del mundo y sin medir consecuencia, le único en lo que era adulta era en su trabajo, pero en lo referente a sus hijos estaba completamente desconectada.
Nick había vivido con Paula desde que nació, Paula se había hecho cargo de su hijo mejor de lo esperado, pero con el pasara de los años a Criss le había preocupado que la forma de cómo lo estuviera Criando Paula fuera la mejor, Nick estaba siendo criado por niñeras y entre sets de grabación donde lo único que veía era la mala vida que llevaban los actores entre alcohol y otras cosas, un día Criss recibió una llamada de su mama, quería reunirse con ella, Criss había considerado que esa era la oportunidad perfecta para hablar de la crianza de Nick, estaba dispuesta a pelear por el pequeño, pero todo fue muy distinto a lo que había esperado Criss.
-Quiero que te quedes con Nick – fue lo primero que Paula le dijo aquella tarde sentadas en el sofá de su mansión.
-¿Qué? –había preguntado la chica creyendo haber escuchado mal.
-Quiero que Nick viva contigo – repitió paciente la mujer, Criss frunció el seño, Paula suspiro – Escucha, yo se que Nick no esta recibiendo la mejor educación conmigo y aunque no tiendo a ser de las que son sensatas se que estará mejor contigo que conmigo –se limpio las lagrimas que caían por su cara.
Criss se había sorprendido, era la primera vez que veía a su mama actuar con madures, pero la sorpresa no termino ahí.
-Tan bien quiero que administres mis cuentas, tengo un contador – se apresuro a decir – pero tu tomaras las decisiones sobre mis gastos.
-¿Por qué? –había querido saber Criss, es decir, ella sabía que su mama no administrabas sus gastos y que tendía a gastar mucho en cosas innecesarias pero no pensó que su mama lo hubiera llegado siquiera a considerarlo.
-Se que gasto sin considerar mi futuro, porque en realidad no me importa – la pelirroja se encogió de hombros – pero tengo un pequeño al que me gustaría dejarle un futuro, algo de lo que poder agarrarse y así poder cumplir sus sueños.
A Criss no le había prestado mucha atención al hecho de que su mama no había pensado en ella, estaba acostumbrada pero le había emocionado mucho el hecho de que pensara en el futuro de Nick.
Desde esa tarde Criss no había dudado que su mama tenía un ápice de cordura en algunos momentos.
Con un suspiro se preparo para ver su madre, era una preparación psicológica muy grande para Criss.
· * * * *
En el otro lado de la ciudad Ethan se encontraba sentado en el sofá junto a Anmelye que trataba de encontrar una posición cómoda, con ocho meses de Embarazo la pobre ya no sabía ni como ver sus pies, a un lado en el piso se encontraba la pequeña Annie, esta estaba muy emocionada jugando mientras tarareaba la canción de la Bella y la Bestia.
Anmelye ya cansada de buscar una postura se recostó en el brazo del mueble mientras extendía los pies sobres la piernas de su hermano, ya con una almohada tras la espalda suspiro de alivio, conforme con el resultado de su búsqueda.
-Y cuéntame, como te va con la organización de tu gala – pregunto Anmelye interesada.
Ethan sabía que Anmelye se moría por organizar ella la fiesta, pero sabía que su hermana de broma podía caminar, no quería agregarle problemas.
-Eh, bien –dijo- veremos el salón mañana y empezaremos con todo.
-¿Y cómo va todo con ella? –pregunto Anmelye.
A la mente de Ethan llego la imagen de Criss riendo, como con aquella sonrisa podía iluminar hasta el día más oscuro, como se sonrojaba cuando cometía alguno de sus tantas locuras, lo único que podía decir de la chica es que era una luz.
-¿Ethan? -Escucho el chico- ¿Sigues ahí?
-¿Eh? Ah sí, si –centro su mirada en su hermana- dime.
-Te pregunte que como te iba con ella –le recordó la castaña.
-Ah, muy bien, es una chica algo loca, debo decir pero muy bueno en lo que hace – dijo Ethan con una sonrisa.
-¿Algo que deba saber? –pregunto Anmelye con una ceja enarcada, parecía ser que la chica intuía algo.
El pensó la pregunta con total cautela, pero nada llegaba a su mente, a pesar de sentir...Cosas, no sabía que eran dichas cosas.
-No, nada –se negaba a hablar de algo que él no comprendía.
-Ethan –insistió ella con un tono de advertencia, el chico suspiro exasperado.
-Hermanita se que te gusta enterarte de todo, pero por ahora no, no hay nada que contar –con sus blancos dientes, le mostro una de sus mejores sonrisas.
-¿Y de qué me tendría que enterar?
A la mente del chico volvió la imagen de Criss.
-Eso me gustaría saber – soltó el con un suspiro.
Anmelye se quedo viéndolo fijamente tratando de ver algo en su mirada y lo encontró, pero su hermano aun no estaba preparado para saberlo, esperaría a que él lo descubriera solo, así era más divertido.
-Bien – asintió la chica – ahora búscame el tarro de helado de fresa que esta en la nevera, tu sobrino quiere helado.
Él chico asintió contento de que su hermana olvidara el tema, se dirigió a la cocina a buscar el mencionado tarro.
-¡Y no olvides las chispas de chocolate y el jarabe! – escucho que le gritaban.
-¡Sí! – grito de regreso mientras reía.
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¡NO más Chica Invisible! (NM#2)(Cancelada)
Literatura Feminina-¿No te parece un poco estúpido eso de conquistarlo? - murmuro su amiga. -¡No! - grito asustando a su amiga - Estoy dispuesta a conquistar al chico de mis sueños. -Si tu lo dices..... -Ya tu o veras - alzo su puño en modo dramático - Yo Crissalida A...