Aprendiendo a volar

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La primera hora del día siempre era aburrida. Pero justo los viernes era la excepción.

Jungkook había llegado con una gran bufanda sobre su cuello, dejándole incapaz de ver a sus costados, buscando al castaño rarito de medias distintas, pero no lo vio hasta luego de empezada su clase, con una maestra recibiéndolo para nada feliz.

Jungkook se sentaba en el penúltimo asiento, y TaeHyung en la fila de al lado, un banco más adelante. Este con su mano se sacó un poco la bufanda de la cara, para que el mayor pudiese notarlo, pero no lo hizo, solo caminó rápidamente a su banca para prestar atención a la clase.

El menor se sentía impactado, un poco dolido, al no haber sido saludado por su amigo, y ese sentimiento se terminó volviendo enojo.

¿Por qué se sentía tan molesto? Pero más importante ¿Por qué TaeHyung lo había ignorado completamente? ¿No lo querrá más de amigo? ¿Se habrá aburrido de él? Su humor había cambiado rápidamente, dejándole una muy mala cara.

-Jungkook, ¿todo bien? Parece que quieres matar a alguien- todo el mundo se dio vuelta a ver al castaño luego de haber sido mencionado por la maestra. Su rostro se volvió por completo un tomate e intentó esconderse en su bufanda, pero no pudo evitar ver a TaeHyung, quien lo miraba con media sonrisa, para luego alzar un poco su mano en forma de saludo, y como por arte de magia, su corazón se sentía un poco más tranquilo-¿ Jungkook?

-Sí, maestra, disculpe- hace una pequeña reverencia, mirando nuevamente a la maestra, a lo que esta asintió y siguió con su clase. Todo volvía a la normalidad.

-Muéstrame la cara que estabas haciendo cuando la maestra llamo tu atención- suplica Tae por décima vez, lo cual no hace más que sacarle una pequeña sonrisa al menor- por favor.

-Ya te dije, lo hice sin querer- se encoje de hombros, sin querer mirar a su amigo, quien se encontraba con un tierno puchero en sus labios- deja de hacer eso.

-¿El qué?

-Eso con los labios- le mira, para luego volver la mirada al frente.

-¿Así?- y malditamente, TaeHyung lo vuelve a hacer, Jungkook asiente con la cabeza, rogando porque pare internamente- muéstrame tu cara de asesino.

Jungkook fuerza sus cejas para que estuvieran más juntas y frunce la nariz, tanto como los labios.

TaeHyung abre la boca para decir algo, pero luego la cierra.

-Okey, tienes que hacer eso siempre que te lo pida- suelta sin vergüenza, para acercarse a los juegos que hay afuera.

-Ni lo sueñes- dice, un poco enrojecido, pero rápidamente se tapa con la bufanda- ¿hiciste toda tu parte del proyecto?- Tae asiente, prestándole poca atención, empezando a hamacarse-¿Estás seguro que no te falta nada? ¿Ni un poquito?

-Esta todo perfecto, creerme- TaeHyung se hamaca muy fuerte hasta que termina pegando un salto muy alto, aterrizando en la tierra, este sonríe satisfecho con su aterrizaje y mira a Jungkook, señalándole el columpio al lado de la suya, pero el menor niega rápidamente- ¿Por qué no? Es divertido.

-Yo...- Jungkook baja la cabeza avergonzado, como era de costumbre- No se... no sé hamacarme- agrega, y el silencio se forma al no escuchar reacción alguna de Tae.

Jungkook, muy a su pesar, levanta la cabeza para ver si TaeHyung estaba riéndose, en cambio lo encuentra parado a su lado, tendiéndole la mano de forma tierna.

-No es difícil- dice, con una expresión tranquila, transmitiéndole un poco de su seguridad al menor. El otro, aun algo dudoso, recibe su mano y avanza con él hasta sentarse en la tabla recta, para luego soltar la mano de tae y tomar de las cuerdas- es fácil, solo tienes que balancearte, flexiona las rodillas cuando vayas hacia atrás y estíralas cuando vayas hacia delante- le explica, pero Jungkook tiene miedo tan solo de despegar sus pies de la tierra. Tae se coloca atrás de él, cerca de su hombro- Imagina que eres un pájaro- empieza a susurrar, el pelinegro se tensa al sentir el aire en su nuca- un pájaro que está a punto de aprender a volar- agrega, posando sus manos suavemente sobre sus costados, para empezar a empujarlo de a poco, sin soltarlo completamente- pero tienes que despegar tus alas, ahora mismo, tus alas son tus pies- le explica, balanceándolo un poco más.

Jungkook arruga sus pulgares dentro de sus zapatos, esta aterrado, pero quiere intentarlo, quiere intentar volar, y se sentía seguro de hacerlo.

TaeHyung empieza a balancearlo un poco más fuerte, esperando alguna reacción del otro, que nunca llega. Así que camina al frente y ve como el pelinegro aún mantiene los ojos cerrados, pero no apretados. Ya no está tenso, esta relajado, y TaeHyung se le queda viendo, sin entender por qué esa imagen le transmite tanta paz.

-Flexiona las rodillas- el pelinegro obedece, aun con los ojos cerrados- ahora estíralas- agrega, en el momento que se encuentra hacia adelante- continúa continúa- le anima, y Jungkook prosigue, manteniendo un ritmo que cada vez va más acelerado, sintiendo el aire cada vez más fuerte-¡Vamos vamos Kookie!- continua TaeHyung, y en ese momento abre los ojos, para ver lo que estaba haciendo y no puede hacer más que sonreír, sonreírle a TaeHyung- ¡ahora salta!

-¿¡Qué!?- grita el otro, asustado por las últimas palabras del mayor- ¡ni lo sueñes!

-¡Oh vamos! ¡Es la mejor parte!- le reprocha, aun con un fuerte volumen, ya que Jungkook iba muy rápido.

-¡No sé como!- le responde, volviendo a sonreír por lo genial que se sentía aquello.

-¡Tampoco sabias como hamacarte y mírate!-se burla, entusiasmado por ver a su amigo tirarse.

-No estoy listo aún.

-Si lo estas pajarito, ¡es hora de volar!- dice, con gran entusiasmo, y Jungkook sin pensarlo más, lo hace, cuando estaba hacia adelante, se impulsa, soltando sus manos de las cadenas y se deja volar por unos segundos.

Hasta que se da cuenta que cayó encima de TaeHyung, se había olvidado de decirle que se corriera.

-¿Estás bien?- le pregunta TaeHyung, pensando lo mismo que el pelinegro, y este asiente sonriendo, para pararse y ahora, dándose un turno de ofrecerle la mano a TaeHyung- bien, ahora lo tienes que hacer otra vez, pero sin mi siendo tu colchón de aterrizaje- el pelinegro empieza a reírse histéricamente pero de acuerdo con el trato, y ambos se suben a los columpios que están una al lado de la otra, para otra vez, por unos segundos, volver a volar.

El perfecto arcoíris [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora