Estaba en shock. Mi madre yacía muerta en el piso de la cocina y acababa de darme un tipo de roca dorada sólo alcanzó a decirme que debía protegerla.¿De quién? ¿Por qué? Eran algunas preguntas que rondaban mi cabeza. Era loco, mi madre estaba muerta y no tenía ganas de llorar. Sólo la veía ahí, tirada, sin vida y no podía moverme.
El sonido de la puerta me hizo despertar y ponerme en alerta. Metí la piedra en el bolsillo de mi chaqueta y empecé a pensar en mis opciones.
La puerta cayó al piso y yo corrí en dirección a la puerta trasera de la casa. Debía escapar seguramente el asesino de mi madre había vuelto a acabar conmigo.
- ¿Qué demonios haces?.
La voz de un chico me detuvo y no se porque diablos no podía moverme. Me quedé con un pie adelante y una mano casi tocando el picaporte de la puerta, sólo podía mover los ojos y era frustrante.
Oí los pasos acercarse y el terror aumentaba en mi ser.
- Así que eres tú , te imaginaba totalmente diferente.- Un chico rubio y alto de ojos azules apareció en mi espacio visual, era muy guapo.-Por lo menos, no se más atlética.
No sabía exactamente a qué se refería, pero claramente me estaba molestando que se burlaba de mí en mi cara.
-Escucha esto será así: Te diré que hacer y tu lo harás al pie de la letra. Estoy cansado y la verdad lo que menos me interesa es pelar con una niña.
¿Acaso me había llamado niña? No soy una niña. ¿Quién demonios es este tipo y porque no puedo moverme.
Lo fulmine con la mirada porque no podía hacer otra cosa. Y su reacción fue una sonrisa burlona.
- A claro no puedes moverte.- El iris de sus ojos se hizo grande y luego pequeña muy rápidamente y después de eso recupere mi movilidad.
- Pero... ¿Qué me hiciste?¿ Quién eres? O mejor dicho¿qué eres?.
Suspiro de forma cansada y abrió la puerta.
- Hay mucho que no sabes, pero no es mi trabajo explicarte vamos.
Tomó mi muñeca izquierda para jalarme y en ese momento me dolió su tacto, como si me hubiera quemado.
-Suéltame.--Grité y tome mi muñeca el giro a verme con sorpresa en su mirada y observó su muñeca.
Yo mire la mía casi por instinto y vi como un tipo de tatuaje se iba formando en mi muñeca tenía la forma de un... como de un ala.
Vi que a él le había aparecido la misma marca que la mía y no tenía buena cara. Me miraba con enojo.
-¡Carajo!.-Dijo mirándome con desdén.- De todas ¿tenías que ser tú?
No entendía a qué se refería, pero no era nuevo para mí. De hecho no entendía nada desde hace diez minutos que entre a mi casa. Juro que tenía una vida normal. Casa, trabajo y escuela, era lo que hacía todos los días y ahora esto que era tan extraño.
Y no exageraba de repente mi madre estaba muerta y lo más extraño es que no sentí ni una pizca de dolor y yo amaba a mi madre ¿Qué pasaba conmigo? Y si eso no era suficiente, un tipo raro estaba dándome órdenes como si de mi jefe se tratase y sin mencionar; que no se como pero me inmovilizo.
- Bueno Ya, Muévete que ya vienen.
-¿Quién viene? Y dime quién eres tú , que no te seguiré a ningún lado.
Y era cierto, mamá me había dicho que alguien vendría por mí . Pero no iba a seguir a alguien q no conocia y q lo único que había hecho desde que llegó era criticarme y darme órdenes.
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La Guardiana de la piedra dorada
Fantasy-Escucha esto será así: Te diré que hacer y tu lo harás al pie de la letra. Estoy cansado y la verdad lo que menos me interesa es pelar con una niña. ¿Acaso me había llamado niña? No soy una niña. ¿Quién demonios es este tipo y porque no puedo mover...