3 0 0
                                    

¿Qué? No entiendo ¿Qué quieres de mi?, busco esas respuestas con cada persona que conozco, las he buscado desde que era niña , desde que mi madre nos dejo y nuestro padre entro en una depresión, eso fue hace 14 años, despertamos para ir a la escuela mi hermano y yo, en esos momentos vivíamos en una casa de dos pisos en las afueras de la ciudad, bajamos al comedor donde se supondría que debía estas nuestro desayuno pero esa mañana no fue el caso, en su lujar estaba nuestro padre recargado contra el refrigerador con una lagrima descendiendo por su mejilla. Nos explico que ella se había tenido que ir por trabajo a otra ciudad por un tiempo, la primera semana mamá nos llamaba por la noche pero después nos llamaba cada dos días, cada semana, cada mes, asta que un día lo dejo de hacer, cuando eso sucedió estaba muy triste, no quería comer, quería respuestas de por que se fue, Lucas y yo le insistimos a nuestro padre por dos años para que nos contara, asta que un día por fin cedió.

-Les contare todo, o bueno lo que se, ese día que su madre se marcho encontré una carta-saco del bolsillo de dentro de su chamarra, un sobre de color negro donde había un papel muy bien doblado y empezó a leerlo que decía.

Mi amor:

Lo lamento tanto, pero ya no puedo vivir mas

con este engaño, no puede seguir convenciéndome

a mi misma de mi vida perfecta, de que

soy feliz en esta familia, no puedo con esta

presión de ser la madre y la esposa perfecta ya

no puedo vivir sabiendo que no soy feliz en

esta vida que llevo.

No puedo ser el modelo a seguir de nuestros

hijo, por favor no les digas la verdadera razón

por la que me fui de la casa.

Con esas palabras de la carta no pude evitar que alguna lagrimas salieran de mis ojos, entonces mi padre me pidió que me fuera a mi cuarto, lo cual obviamente no hice, el y Lucas entraron a la habitación de mi padre y pegue la oreja a la puerta para ver si lograba escuchar algo y así fue.

-Te pido hijo que no le cuentes a tu hermana, no quiero que sienta que es su culpa, pero al final de la carta dice que ya no aguantaba los problemas y alucinaciones de tu hermana, que si tan solo Yeon no tuviera esa enfermedad todo seria mas sencillo-Entonces mamá se fue por mi culpa, fue lo único que pude pensar en ese momento antes de irme corriendo a mi cama a llorar bajo mi colcha de flores, Lucas regreso a nuestra habitación y se sentó a la orilla de mi cama.

-Escuchaste todo ¿Verdad?-No le respondí nada, lo único que pudo salir de mi fueron mas lagrimas-No es tu culpa, ella no estaba lista para ser madre, no te debe de importar lo que ella piense, papá y yo te amamos como sea que seas-con esas ultimas palabras quite la colcha de enzima mío y me lance a los brazos a los brazos de mi hermano mayor, todo eso con un rápido movimiento, estuvimos abrazados asta la hora de la cena cuando nuestro padre fue a avisarnos que ya estaba lista, nos levantamos de la cama y cuando pase junto a el abrazo y me dijo al oído-Nada de esto es tu culpa ni de tu hermano-la cena transcurrió como cualquiera otra, hablando sobre lo que nos había sucedido en el día.

Cuando mi hermano termino su primer grado de secundaria y yo cuarto de primaria nos mudamos a la ciudad natal de papá, al otro lado del mundo, a Busan, Corea del Sur; el cambio no fue tan radical ya que desde antes que se fuera mamá vivíamos con la cultura coreana.

Nos mudamos a un departamento de dos pisos, mas grande que en la vivíamos en México, no había sillas altas y las camas eran más bajas, un patio enorme donde se encontraba un árbol muy viejo y alto donde había un columpio en la parte de hasta arriba del edificio.

-Esta será nuestra nueva casa, ahora si podrán tener cuarto separados, el mío es el del fondo, Luca el tuyo es el de la izquierdo y el tuyo Yeon es el de la derecha-Eran vacaciones de verano, papá solo nos hablaba en coreano, el cual obviamente sabíamos pero nos faltaba practica, al principio fue difícil hablar solamente ese idioma, pero nos explico que había unas clases extracurriculares de español y otros idiomas.

En mi menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora