Capítulo 11: Cuidado

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La noche había aparecido de repente, sin darnos cuenta de lo tan tarde que era y que Liam me mataría.

Foster conducía como loco, porque sabría que mi hermano estaría como un león enjaulado con ganas de comerse un gran filete.

El filete sería yo.

Matthew estacionó al frente de la puerta de entrada, bajé de la moto entregándole el casco mientras acomodaba mi cabello.

-Sana y salva, querida.- murmuró enganchado el casco que le había tendido en su brazo. Sonrió de lado y miró a mis ojos.-Ya sabes, ninguna palabra a nadie y mucho menos a tu hermano.

Blanquee mis ojos asintiendo con mi cabeza. Era la quinta vez que lo había dicho desde que dejamos su casa.

El profesor Marshall fue el primero en irse, me hizo jurarle que no diría nada a nadie, ya que todos estarían en juego con la gran revelación.

Y ahí entendí de como Matthew se había enterado de que yo lo estaba buscando aquella vez que había desaparecido.

-Gracias.-murmuré. Sentía que había un ambiente diferente, no tan frío como antes, sino que, al contarme una parte de su vida, entramos en un círculo de confianza.

Sin mirar atrás, me adentro a la casa. Todo está oscuro, así que camino en silencio, suponiendo que Liam no se encontraba o estaba durmiendo.

Suspiré tratando de subir las escaleras en medio de la oscuridad, yo misma me mataría si llegaba despertar a Liam.

-Veo que haces un intento en no despertarme, que buena hermana que tengo - murmura la voz que menos quería escuchar en tono sarcástico. Hago una mueca con mis labios y me giro lentamente para enfrentar a mi querido hermano que hace de papel de padre sobreprotector.

Bufé y lo miré sin decir ninguna palabra

Estaba sentando en un sillón con una lámpara prendida a su lado, parecía un maldito interrogatorio. Tenía sus brazos cruzados sobre su pecho y su mirada tan seria que daba miedo en decirle algo, pero como yo no soy su maldita hija, puedo decirle todo lo que me plazca. 

Aunque no tantas cosas.

Liam siempre fue como un padre para mí, ha estado en momentos tan malos que ni siquiera puedo recordarlos y los buenos también. Somos como uno solo y eso es lo que me encanta de nuestra relación, que no hay nada que el otro no sepa entender o apoyar. Siempre estamos para lo que necesitamos.

Pero a veces, ese rol lo toma muy a pecho.

Como ahora...

-¿De dónde vienes tan tarde? estuve preocupado por ti, te estuve llamando todo el día y no siquiera me contestas el puto teléfono, que la verdad no se para que lo llevas al colegio, ya que cuando te estoy llamando, no lo contestas.

Puse mis ojos en blanco cruzando mis brazos sobre mi pecho.

-Liam, te pareces a mamá. 

-Yo soy responsable de ti, Alice. No es parecerme a mamá o a papá, es preocuparme por ti. ¿Dónde estabas? 

¿Que podía decirle?

Si se enteraba, estaba más que muerta. Matthew me había pedido que no le dijera nada a Liam, y eso seria traicionar su confianza.

Además, ellos son amigos y Foster sabía que no debía hablarme. Sabía que Liam había hablado con él por la manera de que Foster y sus amigos me miran y se comunican con miradas cuando yo estoy con ellos.

FosterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora