paraíso oscuro

capitulo 6

Damy al ver todo eso se quedo paralizada con toda la sangre que estaba a su alrededor, cuando vio todo el lugar vio a una niña sonriendo teniendo la cabeza semi-destrozada por la parte del ojo izquierdo, esa niña le señalo una dirección que era a la derecha apuntando en su dedo Damy vio la dirección y no se pudo mover de ahí la niña desapareció y le dejo una nota en el piso Damy no dudo y recogió la nota, la nota decía: 

now you are in my paradise you can not escape from me and my friends  

Ella al leerla nota la tiro al piso y se quedó sentada por unos instantes, pero al recordar que debería salir de allí se llenó de valor y se paró para salir de ese asqueroso lugar en donde se había quedado atrapada, miro en una esquina para ver los alrededores y no había nadie se dirigió hacia la izquierda para no ir a la dirección de la niña, paso unas horas pero nada había cambiado era como si caminara en círculos o en una dimensión paralela en donde no había salida alguna entonces vio la misma habitación en donde ella había estado antes luego se decidió en ir a la derecha, no paso mucho tiempo que ella estaba caminando y vio que la sala estaba cambiando no era como la anterior que veía lo mismo eso era diferente había muchos cuerpos de personas picadas por todas partes, Damy al ver esto se quedó parada por unos minutos y al pasar esos minutos ella siguió su camino recto y sin rumbo como si no tuviera una dirección concreta en la que ir, pasaron unas cuantas horas y Damy encontró una persona con la cara toda rota como si un animal le agarro la cabeza con sus dientes, Damy se acercó para ver si seguía con vida, al ver que el sujeto se movía ella le pregunta:

Damy- señor quien le hizo eso en el rostro

Señor- se...ño...ri...ta...hu...ya...de...aquí... por favor ¡huya!

Damy- no señor yo le ayudare déjeme cubrir la herida

Señor- no ese monstruo le encontrara y será demasiado tarde para escapar de este infierno

Damy- señor déjeme ayudarle para escapar los dos aunque no sé cómo acabe en este lugar tan escalofriante lo único que recuerdo es que fui al psiquiatra con mi madre y luego paso esto parece como si me morí o algo por el estilo

Señor- no importa eso solo huya de aquí corra lo más rápido posible ya que esa criatura le va a asesinar nos va a asesinar a todos

Damy- ¡eh! Hay más sobrevivientes en este lugar tan horroroso

Señor- si pero no sé en donde se encuentre

Damy- no lo sé cuándo me vine sola había un montón de cadáveres humanos

Señor- ¡diablos! Ya esa criatura a matado a todos solo quedamos nosotros dos

Damy- entonces quiere que le ayude

Señor- mmmm... bueno ya que todavía quiero vivir un poco más aunque no sé por cuanto voy a vivir por esta herida en la cabeza

Damy- okey entonces le ayudare­- entonces ella rasgo un trozo de su camisa y la coloco en la herida lo mejor que pudo

Mientras que Damy ayudaba al señor estuvieron conversando del mundo allá afuera, después de la ayuda ellos estuvieron caminando, duro unos cuantos minutos y empezaron a escuchar unos sonidos extraños y gruñidos de un animal, el señor se empezó a agitarse de una manera drástica que se desmayó del susto Damy también estaba agitada con lo ocurrido que decidió esconderse del monstruo, al pasar un buen rato dejo de escucharse los extraños sonidos y los sonidos que producía ese ser... Damy ya quería irse de ese lugar pero primero debe de despertar al señor para huir de ahí, cuando el señor despertó, Damy estaba vigilando los alrededores para ver quién podría seguir con vida pero esa vigilancia fue en vano para Damy ya que solo encontraba varios cadáveres alrededor cuando Damy se devolvió para buscar al señor, él ya no estaba ahí solo había marcas de sangre dirigiéndose a un pasillo oscuro, en el cual Damy no reaccionaba, hubo un momento que Damy se movió para seguir la marca de sangre en el piso, todo iba bien en el camino hasta que encontró un muchacho, el muchacho volteo a ver quién era el que estaba ahí, Damy vio que era lindo, el muchacho se acercó rápidamente hacia ella y los dos se vieron fijamente, sin ninguna palabra alguna, hasta que ese silencio se rompió por una pregunta del muchacho: