Los Melogianos, llegaron mediante naves, sabor melón, con forma de melones, eran unas naves extrañas, de ellas colgaban unas ramas que conducían a su planeta, Melinia, cuando llegaron, esas ramas cayeron directamente hacia la Tierra y de repente estábamos al lado de Melinia, cuando nos quisimos dar cuenta, todos los melones de nuestro planeta nos empezaron a atacar, aunque con los insecticidas y fertilizantes que les echan, tenía que pasar, menos mal que estaba de tendencia un spray de melón, que curiosamente exterminó a los melones de nuestro planeta, pero era tarde, a los Melogianos originarios de Melinia no les afectaban, además tenían un poder mental que aturdían a las personas, con suerte algunos que jugábamos con el papel de aluminio, repelimos las ondas mentales y nos escondimos.
Los Melogianos controlan a las personas con sandías, modificadas genéticamente para que sepan a melón, cuando una persona se toma un cacho de sandía, por chico que sea, se les convierten los órganos en frutas, transformándola en Melogiano.
Otra forma de controlar a una persona es yendo a clases de Educamelón, obligan a la gente a ponerse unas gafas de realidad virtual que si te portas bien y no protestas, te ponen a Bob Melón y a Patricio Sandía, y si te portas mal, te ponen imágenes sobre la cultura melogiana a la velocidad de la luz, y después tienes que hacer un exámen de 360 páginas sobre los Melogianos.
Bueno y ahora os hablo de como vamos actualmente, por ahora solo estámos Julio, Migue, bueno y Juan , aunque está atrapado en el modo pesadilla de las gafas melogianas, en la que tiene un plato de pollo frito al lado y no puede comérselo, en total ya hemos acabado con 73 educamelones, y estamos en la nave melogiana, como no sabemos como funciona y de mientras los Melogianos estabán en su descanso les hemos cerrado la puerta en las narices, hemos empezado a tocar botones hasta que diésemos con el botón del pánico melogiano, pero no había porque como la nave estaba hecha de melón, podrían reconstruirla. No se nos ocurría nada a si que empezamos a trabajar en como íbamos a quitarle las gafas melogianas a Juan, para que se le ocurriese algo, entonces Migue le dió una patada a las gafas con todas fuerzas y se partieron, Juan como no sabía nada se lo explicamos todo, los Melogianos le comieron tanto la cabeza, que le tuvimos que dar una clase de lengua, todos nos preguntábamos que porque nuestra profesora de lengua se tenía que haber convertido en Melogiana, pero por lo menos según hemos visto, ahora medía 2 metros. Cuando ya Juan había recuperando el habla y parte de su vocabulario, nos contó que un duendecillo en su pesadilla le había contado de que nunca sabremos de que las ramas de las naves melogianas estaban hechas de metal meloginizado que si un imán lo tocaba podíamos convertir el metal meloginizado en aluminio repeledor de su planeta eso haría que la Tierra fuera hasta su posición en el Sistema Solar y los Melogianos transformados volverían a ser personas, porque no llegarían las ondas de los grandes melogianos, entonces cogimos prestada el agrandamelones de los Melogianos y con todos los imanes de nevera que teníamos hicimos una gran bola y todo volvío a la normalidad salvo Juana, nuestra profesora de lengua, que volvió a su estatura pero como era muy alta de melogiana, ahora calzaba una 42 en cada dedo del pie izquierdo.
