Parte 2

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Al día siguiente, me levanté de la cama para apagar la bulliciosa alarma que había estado sonando desde hace un buen rato. Me dirigí al baño para arreglar mi cabello despeinado y cambiarme de ropa. De ahí, me fuí a la cocina aún con un poco de sueño. Me puse mi delantal y comencé a preparar el desayuno mientras llamaba varias veces a mi padre, quien posiblemente seguía dormido. ¿Es que acaso no se da cuenta que ya es de día o es que tiene el sueño pesado?. Una vez terminada la comida, ubiqué rápidamente algunos cubiertos, vasos y los platos en la mesa. Llamé a mi padre por última vez, con la esperanza de que esta vez si conteste. Para mi buena suerte, mi padre salió de su cuarto ya vestido y se estaba acercándo hacia la mesa. Cuando él se sentó agradecimos por la comida y empezamos a comer el desayuno pacíficamente.

Solo los dos otra vez. Ya no habría un "Ran nee-chan" que me animase en la mañana o la tarde. Cuando shinichi se fue, un vacío solitario me inundó, que había sido rellenado con la llegada de Conan; mi nuevo hermanito adoptivo. Gracias a él, me ayudaba a olvidar la tristeza que sentía por la inesperada partida de Shinichi. Pero ahora, esa persona tambíen se fue, aunque en realidad, los dos eran la misma persona. Ya no podía pasar tiempo con él, no podríamos visitar más lugares juntos cuando teníamos que acompañar a mi padre a un caso en otra ciudad, ni realizar ninguna actividad no podía hacer nada.

Me resulta muy difícil poder ver a Shinichi ahora. Su personalidad y habla lo identifica pero verlo en ese cuerpo de niño solo me hace recordar esos bellos momento que pasaba con Conan-kun. Todo era tan confuso. Solo espero que esto se acabe pronto.

En eso me di cuenta que había estado pensando en silencio por mucho tiempo y el aura del lugar se sentía pesada.

- Cierto papá, ¿Qué harás con la agencia entonces?- pregunté intentando romper el hielo.

- Cerraré la agencia por una semana por "vacaciones" aunque lo que realmente haré es ir a ver al padre de ese maldito mocoso engreído.- exclamó un poco disgustado.

- No le digas así papa. Agradece que él te dió esta oportunidad para mejorar tus "grandes habilidades detectivescas". - haciendo énfasis en lo último, recalcando por mi tono de voz que él literamente no tenía ninguna de esas habilidades. Además sin su ayuda no tuvieses dinero para comprar entradas para los conciertos de Youko-chan, ni para las apuestas de caballos, ni siquiera para una lata de cerveza.

- Tú siempre buscando razones para defenderlo, ¿verdad?. Ya, ¡está bién! Llamaré a Yusaku-san para coordinar sobre los horarios.

Cogió su celular y marcó el número de teléfono del padre de Shinichi. Decidí mirar la hora también. Era la hora justa para salir. Lavé los platos lo más rápido que pude y cogí mi maleta junto a mi vestimenta de karate. En ese instante, Sonoko toca la puerta para irnos al colegio. Le hice una seña a mi papá de que ya me iba y él me respondió moviendo su cabeza de arriba a abajo en gesto de aceptación. Cerré la puerta y bajando las escaleras, Sonoko me pregunta:

- Oye Ran, ¿el mocoso con lentes no viene hoy?

- No, sus padres lo vieneron a ver ayer y tuvieron que llevarle de vuelta a su hogar. - ahora sabía como se sentía Shinichi cada vez que ella preguntaba sobre su paradero.

- E...enserio?, yo pensaba que ese niño no tenía padres.

- !Qué mala eres! - respondí dándole un suave codazo en modo de broma a Sonoko. Aunque lo que ella decía era verdad. Conan Edogawa era un niño sin padres, que apareció en el mundo de la noche a la mañana.

Seguimos caminando hasta el colegio. Los Shonen Tanteis ya sabían al respecto y le dirán a la profesora que conan-kun se mudó de casa y se tranferiría a otra escuela cerca de ésta.

Llegamos al colegio. Colocamos nuestras maletas en su lugar correspondiente y empezamos a hablar sobre varios temas hasta que llegó el profesor. Las clases se dieron normalmente. Terminada todas las asignaturas del día. Sonoko y yo nos separamos hacia nuestros club: Sonoko al club de tennis y yo al de karate.
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Ya atardeciendo, salimos del instituto para tomar el bus que nos dejaría cerca de nuestras casas. Recordé que Shinichi regresaría tarde del entrenamiento y debería tener mucha hambre. Pedí disculpas a Sonoko y fui corriendo a comprar los alimentos extras para la cena antes de que sea demasiado tarde. Afortunadamente, había una tienda abierta a esas horas cerca de mi casa. Compré un poco de carne y unos cuantos vegetales que le brindaríam energías para el otro día. Una vez en casa, me cambié de ropa por una más cómodo y me fuí a preparar la cena. Mi papá ya había regresado y estaba viendo el programa de cocina con Youko-chan tomando unas latas de cerveza. Me pregunto si algún día cambiará. En un recipiente hermético separé la comida que era para Shinichi y la otra la serví para nosotros dos. Nos sentamos y nos pusimos a ver tele mientras comíamos. Esta vez, mi papá lavó los platos y luego se despidió y se fue a dormir. No sé que puedo haber sucedido pero al parecer fue muy agotador.

Eran las 11:30 de noche, cada minuto se hacia más lento que el anterior. Mis parpados caían mayor lentitud, provocándome bastante sueño. Pero debía mantenerme despierta hasta que Shinichi llegue. Ese sería mi pequeño reto por los siguientes 2 meses.

Eran las doce de la noche. El sueño estaba empezando a vencerme. El timbre de la puerta motivó a mis parpados levantarse y a mi cuerpo moverse como un rayo hacia la puerta. Estaba tan emocionada por su regreso. Cuando lo vi mis pensamientos quedaron noqueados. Nunca me hubiese imaginado verlo en ese estado.
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Cuando abrí la puerta vi a Shinichi todo golpeado, ciertas partes de sus extremidades sangrabam debido a los raspazos que se había hecho. Todo su cuerpo tambaleaba, no te idea cómo Shinichi logró subir en ese triste y precupante estado.

- Ran... ya estoy...de vuelta - su voz era extremadamente débil y entrecortada. Unas marcas de manos en el cuello explicaban claramente la causa.

- Te estuve esperando - respondí con ternura, acariciando su mejilla intacta. Ven, déjame cargarte. - Sé que el tramo de la entrada a la cocina no era mucho pero él parecía desmayarse en cualquier tiempo.

Recosté a Shinichi sobre el mueble y enseguida fui a ver um botiquín de primeros auxilios haciendo el menor ruido posible para no despertar a mi papá. Traté las heridas de Shinichi una por una. No eran graves pero todas esos moretones y heridas tienen que doler bastante. Luego, calenté la comida que guardé hace unas horas en el microondas y se la serví. Shinichi empezó a devorar la comida hasta que en un abrir y cerrar de ojos la comida había desaparecido.

Recogí y lavé los platos faltante y regresé hacia la sala. Quería una explicación sobre esas heridas. Sé que el FBI es estricto pero no creo que lleguen a este punto.

- ¿ahora si me podrías a decir cómo es que te hiciste esas heridas?.

Cuando fijé mi mirada en Shinichi me di cuenta de que ¡se había quedado dormido!, y yo que quería respuestas... Me rendí ante esa posibilidad y le dí un tierno beso en su frente.

- Buenas noches, Shinichi. - pronuncié esas palabra y lo arropé con una suave sábana.

¡Hola! ¡Nuevo cap! Bueno esto fue más por un reto que hice. Espero que hayan disfeutado el cap hasta la próxima!.

Daria todo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora