Capítulo 2

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Narra / Christian

Lunes. Justo hoy empieza mi tortura y esta mañana no se podía poner peor. Mi madre me despertó más temprano de lo normal -Y no estoy de bromas-, luego me dijo que tomara una ducha y así se me pasaría el sueño -Y valla que se me pasó- pues resultó que no había agua caliente, y tuve que ducharme como pude. Luego cuando me coloqué mi uniforme -Así es, uniforme...- resultó que mis tíos me habían comprado un pantalón -Pero de una talla mucho más grande y se me hacía un vulto en los tobillos-, mi camisa que también me quedaba grande y por último el saco azulado que me quedaba perfecto -Pero con lo demás.. ubiera preferido que también sea enorme-.

Decidí no hacerme problemas con eso ya que no tenía otra opción, así que bajé a desayunar. ¿Con qué me encuentro? A Liza le quedaba perfecto el uniforme, ni muy grande ni muy pequeño -Tienen que estar de bromas-. 

Me acerqué a la refrigeradora y saqué una lata de soda. -Hijo, te he dicho que esas cosas no se toman por la mañana- me advirtió mi madre.

No le tomé importancia, esta mañana no ha sido tan bonita que digamos. La abrí y la soda salió disparada hacia mi cara y mi camisa.. -¿Es en serio?- pensé, a punto de explotar.

Respiré ondo, tratando de calmarme -Sólo es soda- traté de convencerme,

-Te dije- se burló mi madre.

Liza no paraba de reírse -Claro, al parecer ella no ha tenído problemas esta mañana...-

Subí a mi cuarto y me lavé la cara, luego busqué otra camisa.. y seguí buscando.. y no encontré nada..

-¡Mamá!- grité desde mi cuarto.

-¿Qué pasa?- gritó de vuelta.

Escuché sus pasos por las escaleras -¿¡Y mis demás camisas!?- volví a gritar.

-Estan lavando. Llamé a tu tía para que te preste uno de Julia, ahora viene- informó, ya estando en la puerta de mi cuarto.

Resoplé, molesto. 

A los pocos minutos llegó mi prima con una blusa suya, me la puse y me quedaba apretado. -Tiene que ser una broma- mascullé.

-Vamos, no es para tanto- dijo, tratando de no reírse a carcajadas -Ni se van a dar cuenta- aseguró.

-¿Tu crees? Los botones están para el otro lado- contradije.

-¿Y..? ¿Quién se va a fijar en eso?

Volví a bufar y no me quedó de otra.

Sin duda, esta mañana no se puede poner peor....

. . .

Llegamos a la escuela. Y todos me miraban con expresiones extrañas -Al parecer lo de burlarse no se le quita a nadie-. 

-Ven primito, te toca en la aula 15 B. La mía es la 15 A- así que nos veremos en el descanzo.

Dicho eso se fue, dejándome con la protesta en la boca. No tenía nada más que hacer así que entré al aula y casi estaba lleno. Nadie notó mi presencia así que me acerqué al escritorio del profesor.

-Buenos días- saludé indesiso -Soy nuevo. Me llamo Christian Strout- informé.

Me miró con una ceja alzada y luego miró mi camisa -O debo decir "blusa...."-

-Claro- se aclaró la garganta y obserbó su registro, para luego volver su mirada hacia mí -¿Por qué no te sientas?-.

-Claro- murmuré.

Me dijirí hacia el final, en donde se encontraba vacío y conforme avanzaba, me llenaba de miradas. Pude sentir murmullos y risas contenidas por todas partes, y lo peor era que tendría que compartir carpeta con alguien -Si es que a alguien le interesa sentarse conmigo-.

La clase ya estaba llena y todos estaban en sus asientos, sólo el de mi costado estaba vacío. 

-Muy bien chicos- empezó a hablar el profesor -Para los que no me conocen, soy el profesor McJonhson- y lo escribió en grande en la pizarra -Ahora. Una de las reglas más importantes y que tienen que tener en cuenta son que no pue...

-Hola tía- una chica de cabello castaño, alta y delgada entró por la puerta del salón.. hablando por celular -Al parecer con su tía..-

El profesor volteó y miró con la ceja alzada en dirección a la chica, que no se movía de la puerta -Y seguía hablando por celular-

-De acuerdo. Estaría bien a Inglaterra.. México o.. Brazil- dijo, como si estuviera sola.

¿Y a esta qué le pasa?

Varios en el aula se comenzaron a reír y ella los calló con un gesto con el dedo. Pero aún reprimían risas.

-Bien, adiós tía- colgó y guardó su celular. Luego miró al profesor con una sonrisa inoscente, el cual le respondió con una ceja alzada.. supongo que esperando a que le de alguna explicación o disculpa.

-Los viajes a Inglaterra tendrían un 30 porciendo de descuento por persona- informó, y todos estallaron en risas.

-Que lindo saber eso, señorita Caroline.. pero me temo que ya he empezado y me haz interrumpido- habló, serio.

-Oh. Como lo siento- entró a toda prisa y buscó un lugar.

-Al costado del señor Strout- dijo el profesor, ya con la mirada devuelta en la pizarra. La chica puso una expresión de no entender -Al final, señorita Coroline. Y espero que le muestre la escuela a su nuevo compañero de carpeta- le informó -Ese será su castigo por llegar tarde.

La "señorita Caroline" se dirigió hasta mi asiento y se sentó a mi costado sin dirigirme la mirada. Para ser sincero es linda, pero algo extraña -Refiriéndome  su comportamiento-.. así que prefiero no juzgarla hasta conocerla mejor.

-Ugh.. ni que la escuela fuera tan grande- masculló, haciendo un puchero.

Se veía tierna y.. No. ¿Qué estoy pensando?

Narra / Stephanie

Estaba llegando tarde a mi primer día de escuela -Valla, es una buena forma de comenzar el año..-

La campana sonó y ya no habían estudiates por los pasillos. Corrí hasta mi aula y justo mi tía me llama. Se supone que al último de este año no iremos de viaje de promoción, es por eso que yo estoy ayudando a buscar buenos lugares y que nos baje el precio a los boletos -Porque mi tía trabaja en administración del cetro turístico aereo-

¿Y qué me gano? Un castigo. ¿Y cuál es? Enseñarle la escuela a un niño rarito que utiliza ropa colgada y blusa... ¿Por qué rayos usa una blusa de mujer? 

Nota de autora:

Hi, espero que les haya gustado el capítulo. Bueno les informo que ya empezó la diversión si así queremos llamarlo.

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