My Dear Jeon [Kookmin]

Capítulo 1.

La anciana adivina lo tomó de la mano y dijo:

"Tu camino del amor está destinado a ser muy espinoso. Estarás entrelazado para siempre a dos hombres con la misma alma, caerás por uno pero pertenecerás al otro, ambos te traerán dolor y no tendrán un buen final..."

Estiró su mano derramando su soda en el camino y se alejó.

¿Me está jodiendo?, ¿cómo pudo haber sabido que soy... "eso"?, nadie lo sabe... ni siquiera mi madre, además con otros... ¿dos hombres?, ¿un alma?, es lo más delirante que alguien me haya dicho jamás; definitivamente el loco soy yo por haber accedido a esta estupidez.

— Hey..! — su amigo pasó una mano sobre su hombro trayéndole a consciencia — has estado con la mirada perdida desde que saliste de la carpa de esa anciana, ¿acaso dijo que morirías o algo?

— Suéltame — se alejó dos pasos — no moriré, además no creo en esas cosas, si entré fue sólo por tu culpa.

— Una puesta es una apuesta y perdiste — le dio un golpe en el hombro — vamos, quiero saber lo que te dijo la anciana, la cola en el puesto de algodón de azúcar estaba demasiado larga y no pude ir contigo.

Jimin sintió las vibraciones del tren acercándose mientras su mente vagaba. Había acabado aceptando la invitación de su ex compañero y ambos fueron a un extraño circo a las afueras de la ciudad.

— Jimin, escucha... — agitó las manos lanzando un discurso con firmeza — los sujetos de hoy son unos idiotas, mañana comenzaremos a buscar otro empleo, pronto habrá alguien que te aceptará, eres un gran escritor, estoy seguro que la gitana te habrá dicho que te esperan cosas mejores.

— Ese es mi tren —, dio un paso cruzando la línea amarilla de protección con los hombros encogidos.

— ¡Jimin, sonríe! Mañana iré a buscarte después de salir, ¡sólo espérame!

Asintió con una leve sonrisa mientras las puertas se cerraban en su cara. Se dirigió a uno de los lugares vacíos mientras sacaba un auricular de los bolsillos y se sentó levantando la capucha de su abrigo cubriendo su cabeza.

A parte de que sus escritos se alejaban demasiado del tema determinado, sus argumentos resultaban contradictorios, o como lo mencionaron esa mañana por ennésima vez, su incompetencia en el uso elegante del vocabulario técnico en una prosa lírica resultaba difícil de comprender, sus "historias" a pesar de ser "buenas" no lograban transmitir emociones al lector.

Eran sólo palabras muertas en la boca de un mudo, o letras en las manos de un escritor mediocre.

Pero había algo en esa nueva historia que le dio seguridad, por ello, hizo una apuesta con Taehyung de que esta vez sí lo aceptarían en esa editorial. Si pudo lograr que su novela tuviera casi un millón de vistas y seiscientos mil votos en internet, sin duda podría lograr obtener ese empleo.

Sin embargo, cuando fue a dar esa entrevista lo último que ellos respondieron fue; "gracias Sr. Park, consideraremos su nombre entre la lista y lo llamaremos si tenemos algo para usted"; por supuesto que él sabía lo que significaba, lo había estado escuchando por cuatro semanas y tres días para ser exactos; y todavía seguía sin conseguir un trabajo decente.

Su amigo se comió dos platos grandes de chuletas de cordero y al igual que desapareció la carne también lo hicieron sus ahorros de la semana. Pagó 250 wons a la anciana de la carpa del circo y ahora él se había quedado sin comida. Su novela estaba genial, entonces, ¿por qué no le dieron el empleo?

A pesar de que la economía de su familia era considerada normal, (como del promedio), sus padres se esforzaron para mandarlo a una escuela de prestigio. Era duro no solo para él, sino para ellos sostenerse con dos sueldos promedios y casi un nulo manejo en finanzas todavía teniendo un hijo estudiando en la "ciudad" al cual debían apoyar. Le enseñaron desde joven que no había nada más valioso que la decencia, la disciplina y el conocimiento, esos tres pilares lo llevarían siempre hacia el éxito, y por ello, desde el comienzo de su independencia había prometido a sus padres seguir siendo un buen hijo, ante la habitual amenaza de "si no puedes ingresar a la universidad vuelve a casa a cultivar la tierra y cuidar los animales con tu hermano Jihyun". Sí, los valores que le inculcaron eran algo que él cumplía con dogma, y a pesar de que sus calificaciones en la universidad solamente fueron del promedio, su esfuerzo y dedicación siempre fueron intachables.