Cap.6:el pueblo

321 30 1
                                    

Ciel y Sebastian no tardaron en llegar hasta el pueblo de Hammet.
Nada más llegar,lo primero que hicieron fue vender la mercancía que traían en la carretilla,y con ella consiguieron un montón de dinero.Después de eso,solo necesitaban un lugar donde quedarse,y ya que estaban allí,decidieron buscar una posada,o cualquier otro lugar donde alojarse.
Los dos caminaron para adentrarse y explorar más aquel lugar.El pueblo era grande,aunque no más que en el que ellos habían habitado desde siempre,pero resplandecía por su vitalidad y hermosura.Las calles estaban repletas de gente,niños,hombres,mujeres y hasta ancianos,los juglares y los bardos cantaban,tocaban música y jugaban con alegría entreteniendo a estas multitudes.Todos estaban alegres según pasaban,bailando,riendo,bebiendo y divirtiéndose.Había carros,compañías de teatro,animales y todo tipo de cosas por todas partes,los banderines colgaban entrelazados entre las distintas calles,y los exteriores de las casas decorados,junto a la curiosa arquitectura del lugar,hacían de Hammet un pueblo muy hermoso.
Ciel y Sebastian iban andando por las bulliciosas calles,mirando a todas partes y hablando entre ellos:
-Vaya-mencionaba el mayor-este pueblo está muy animado.Deben de estar de fiesta.
-No sé...-continuó Ciel,con desdicha-tanta alegría no me va...
-Venga,Bocchan-continuó Sebastian con una alegre sonrisa-ya que estamos,deberíamos divertirnos.
-Bueno...está bien,pero antes busquemos una posada.
-Yes...my lord.-Los dos siguieron andando,tranquilamente.Entretanto,Sebastian estiró su mano,hasta que alcanzó la de Ciel.El menor se sonrojó levemente por este acto,pero aceptó y ambos fueron caminando cogidos de la mano.
Siguieron avanzando un poco,hasta que finalmente llegaron a la plaza.
Allí había un montón de gente,y justo en medio,una enorme fuente con una estatua que representaba a un lobo.
-Hm...curioso.-Mencionó Sebastian,al ver la estatua.
-No me digas...-respondió Ciel con ironía.

Entonces,de pronto,de un imponente edificio,parecido a uno de la época romana con una gran terraza en el piso superior,salió un hombre joven,elegante,y por su vestimenta,muy adinerado.Ciel y Sebastian le contemplaron,con curiosidad,pues parecía que iba a dar una especie de discurso:
-¡Pueblo de Hammet!-gritaba aquel hombre,desde el balcón de la terraza-¡Yo,el alcalde de este pueblo y vizconde Druitt,os doy la bienvenida a nuestra más famosa celebración!-El hombre hizo una leve pausa,y continuó,señalando a la fuente del centro de la plaza-¡La fiesta del lobo!-Toda la gente vitoreó sus palabras,mientras que algunos alzaban sus copas en señal de alegría y victoria.
-Como ya sabréis-continuó el alcade Druitt-nuestro pueblo lleva cientos de años vinculado con los lobos.Ellos nos dieron su bendición un día como hoy,hace casi 150 años,y ahora son nuestros patrones y protectores.Ningún lobo,por feroz que sea,atacará a ninguna de sus gentes,gracias a ellos tenemos un hechizo especial que nos defiende de esas criaturas...¡y por eso,nosotros,hoy estamos aquí una vez más!¡Para celebrar nuestra bendición y nuestro pacto!-La gente de nuevo volvió a vitorear,esta vez más fuerte que antes.El alcalde levantó una copa de vino que tenía en la mano,y pidió a todos que brindaran por la solemne celebración.Ellos obedecieron,y una vez hecho esto,Druitt se retiró dentro del edificio y los demás siguieron divirtiéndose.
Entretanto,Ciel y Sebastian se quedaron pensativos,hablando,mientras caminaban tratando de alejarse de la multitud:
-Así que-dijo Ciel-este pueblo está vinculado con los lobos.
-Eso no puede ser-añadió Sebastian-los lobos no son más que animales,ellos no pueden hacer magia,ni mucho menos crear pactos con humanos.
-¿Eso piensas?...-una voz misteriosa surgió de la nada,metiéndose en la conversación.Y de repente,ante ellos,apareció un hombre bastante extraño.Parecía una especie de bardo,de cabellos cortos y anaranjados,los ojos morados,intensos,y maquillados,vestido con un extraño sombrero de copa y ropa igualmente curiosa,sosteniendo una marioneta en una mano y un extraño instrumento en la otra.
-¿Quién eres?-preguntó Ciel.
-Mi nombre es Drocell,señorito-dijo el hombre haciendo una reverencia-no he podido evitar escuchar vuestra conversación...decidme,¿qué sabréis vosotros de los lobos?
-Mucho-aclaró Sebastian-mis padres,antes de retirarse a una vida más tranquila como leñadores,se dedicaban a cazar licántropos y otras bestias.
-¿Cómo?-interrumpió Ciel-Nunca me dijiste eso.
-Porque es difícil de creer,Bocchan-le dijo el de negro con una sonrisa-si le dices eso a cualquiera nadie te cree,o te miran raro.¿Por qué crees que tengo tantas habilidades y conocimientos para sobrevivir en el bosque?Ellos me enseñaron todo.De hecho,el día en que te conocí justamente acabábamos de trasladarnos al pueblo.
-Oh,interesante-se sorprendió Drocell-pero...creía que era otro motivo...
-¿Qué quieres decir?
-Oh,nada-dijo Drocell-ya lo descubriré...pero en algo tenéis razón,hombre de negro,y es que no hay pacto ni bendición alguna.Ese hombre al que llaman Druitt y su familia llevan 150 años engañando a la gente,y les dicen que los lobos no les tocarán para calmarlos,ya que cerca de aquí hay mucho bosque lleno de ellos.
-Pero-interrumpió Ciel-si es así,¿por qué querrían engañar a la gente?No tiene ningún sentido.
-De hecho,si hay suerte y ocurre lo que creo,la gente empezará a darse cuenta de que nada les protege.
-¿Cómo...
-Esperemos a esta noche...-y como si el viento le llevase,Drocell desapareció al igual que un fantasma.
Ciel y Sebastian no entendieron qué quería decir ese tipo tan extraño,sin embargo,sí habían entendido que esa fiesta era una farsa.
Decidieron no pensar más en ello,y los dos fueron a buscar una posada.No tardaron en dar con ella,y allí ambos estuvieron juntos,en un pequeño cuarto,los dos solos,durante el resto del día.
Cuando por fin llegó la noche,Ciel se acostó,acurrucado sobre la cama durmiendo profundamente.
En cambio,Sebastian no fue capaz de dormir.Ninguno de los dos se imaginaría que es lo que iba a ocurrir esa noche...

Caperucita Roja Kuroshitsuji:la maldición de la luna llena(II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora