Capítulo 12

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Ya había pasado más de un mes desde que Seung conoció a Ji Yong. Desde que se habían visto en aquella cena y en la que Seung había planteado su nuevo objetivo: Poseer al hijo de los Kwon.

Seung Hyun se sentía feliz ya que todo pasaba más rápido de lo que había pensado, había descubierto de que Kwon Ji Yong era el chico más sumiso que pudo haber conocido en su corta vida al igual que muy ingenuo a su parecer. Podía tocarlo y decirle frases de doble sentido hacia su físico y el chico no se daba cuenta, sólo asentía y se quedaba pensando lo que le acaba de decir con un leve puchero en su delicado rostro. O como podía tocarlo cuando quisiera sin ningún límite por parte del menor, aprovechando a acariciar sus muslos y su cintura disimuladamente.

Todo siempre lo había hecho con dobles intenciones -mayormente sexuales- para satisfacer la poca sed sexual que necesitaba ya que desde había llegado a ese país, núnca se había acostado con ninguna persona por dos únicas razones: La empresa y Ji Yong y es que si Seung quería ganarse al menor tenía que acostumbrarlo a tenerlo de su lado, hacer que toda su confianza cayera en el al igual que sus sentimientos más profundos.

Aún así Seung Hyun tenía en su cabeza preguntas las cuales no lograba procesar, ¿Por qué había desechado sus momentos de fiestas por un chico? Ya que Seung Hyun siempre que jugaba con algúna persona no desechada todo lo que tuviera que ver con la palabra satisfacción. Pero era como sí Ji Yong hiciera que se olvidara de toda su relidad y todo se consumiera en él.

Seung Hyun se cuestionaba, ¿En verdad Ji Yong se merece mucho daño?

Después de haber visto tal escena, donde su propia madre lo golpeaba y gritaba había sido un completo dolor en su pecho. Seung odiaba ver a Ji Yong destrozado, verlo llorar y temblar ante el miedo y la desesperación del momento; por primera vez en su vida sintió compasión en una persona.

Y eso a Seung le dió mucho miedo.

Cuando sellaron sus labios por primera vez. Seung no se había equivocado en lo absoluto, Ji Yong tenía los labios más perfectos del planeta, todo en el es perfecto. Ver sus ojitos brillar de la felicidad cuando le colocaba el brazalete o trataba de tranquilizarlo, cuando por fin se besaron. Seung sintió como si de una persona de cristal se tratase, como si Ji Yong se fuera a romper o desvanecer en cualquier momento.

Pero, como siempre no lo aceptó, se jusfico con la palabra más coherente que le pudo llegar a la cabeza, posesividad. Diciendo que no podía soportar que le pusieran una mano encima o le hicieran daño si no era el mísmo. Dejando el tema a un lado y siguiendo su objetivo del principio.

Esa noche Seung Hyun acompañó a Ji Yong hasta su habitación, esa noche se acostó a ún lado de él y esperó a que se quedará completamente dormido. Pudo admirar la tranquidad con lo que había hecho a pesar de lo que había ocurrido, como si gracias a él su tranquilidad hubiese sido encontrada. El señor Kwon lo único que hizo fue pedirle disculpas y una postulación de su reunión, lo cual Seung aceptó con gustoso. La señora Kwon estaba en el sillón del salón mirando a la nada y con el rostro en blanco siendo imposible suponer lo que pensaba. Seung Hyun sólo le dirigió a una última mirada y salió de aquella casa con un extraño sentimiento en su pecho.

Seung Hyun tomó su sacó café y lo extendió por el pasto frente suyo de aquél parqué privado. Ji Yong sólo seguia los movimientos de su acompañante esperando algúna orden de su parte. Seung sonrió y se sentó sobre el gran sacó, palmeando el situó frente suyo, invitándolo a sentarse en él. El castaño asintió y se sentó donde su mayor ordenaba. Seung Hyun sonrió al ver como el castaño hacia un leve puchero y se recostaba apoyando su cabeza en la pierna de Seung para luego mirar a su hyung a los ojos con una leve sonrisa.

Matrimonio [GTOP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora