Capítulo 06

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Todos, absolutamente todos los seres humanos imaginan cosas, precienten cosas y concluyen cosas sin contar con todos los elementos de juicio necesario para llegar a dicha conclusión.

Por qué Ji Yong sentía algo, algo que parecía ser bueno y malo. Algo que ocurriría en un pasado no muy lejano, era como si exactamente ese día hubiera despertado con una gran y hermosa sonrisa, como si todas las lágrimas derramadas en esa semana se hubieran muerto para luego renacer una nueva persona, un nuevo él. Cómo un arcoíris luego de la tormentosa y triste lluvia.

Ji Yong entró a la cocina recordando los hechos del dia anterior que llegaron como rayos de luz a su cabeza, como Seung Hyun lo había hecho sonreír de manera real y no forzada como acostumbraba con su familia y Hye Yoon. Y todo gracias a una estúpida pregunta "¿Cómo lavó una cebolla?" por que ese día se había dado cuenta que Seung era un hombre realmente divertido y apuesto en cualquier situación.

Ji Yong no sólo estába enamorado de su sonrisa.

Ji Yong ahora también estába enamorado de su carisma.

Ji Yong sintió su corazón latir con fuerza y recordando como Seung Hyun había tocado su mejilla en ese mísmo lugar, como le había dicho esas hermosas palabras que por arte de mágia lo hicieron olvidar su tristeza hacía la vida, así naciendo un hermoso arcoíris en el interior de él y haciéndole felíz después de tantos años.

Con una sonrisa empezó a sacar la vajilla de porcelana y empezó a verter la sopa en ella al igual que un té verde y fruta picada. Todo hiba exactamente para su madre la cuál no había ido ayudar a su padre en la empresa sólo por tener una leve gripe.

La mujer no hacía nada, apenas una pequeña enfermedad inundará su cuerpo y siempre excusadose con un "Estoy enferma, Ji Yong" para tener a su hijo como un sirviente haciéndolo hacer lo que ella debería.

— ¡Ji Yong, te estoy hablando! — Gritó la mujer desde la segunda planta ahogándose y perdiendo la voz un poco al momento de forzarla.

— ¡Voy madre! — Respondió mientras terminaba de acomodar todo para poder subirlo y entregárselo a su madre.

Ji Yong tomó un bote de pastillas que se encontraban en la cocina y la guardo en su bolsillo, con cuidado subió las escaleras, evitando que todo se derramará. Por qué esa mañana se había levantado con una hermosa sonrisa en su rostro y con la felicidad hasta lo más alto, y no quería arruinarla por una de sus torpezas diarias.

Ji Yong empezó a sentir esperanza, esperanza en poder cambiar su destino, conocer a una persona que lo saqué de ese infierno y lo llevé a conocer la verdadera felicidad y lo que se merece.

Ji Yong empezó a tener esperanzas en Choi Seung Hyun.

—Aquí esta madre — El castaño colocó el respaldó de madera sobre las piernas de la señora Kwon dónde se encontraba todo lo necesario. Tomó el vaso llenó de jugo y sacó las pastillas de su bolsillo, la partió en dos e introdujo en aquel líquido verde. Le entregó la bebida a su madre observando como la pastilla se disolvia en el.

Ji Yong amaba esas pastillas por el simple hechó de que dormían a su madre para despertar horas después.

— Gracias cariño ¿Le has puesto la pastilla? — Ji asintió y observo a su madre tomando aquel jugo.

Lo que la madre de Ji Yong no sabía es que él había puesto otra pastilla.

Ji se sentó a un lado de su madre, notó como empezaba a bostezar, y tocándose la cabeza con sus manos mientras se quejaba de que le daba vueltas y le dolía un poco. A los minutos vió como la señora cerraba los ojos, no sin antes decir un "Ji Yong, tengo sueño" y quedarse dormida por completo.

Ji Yong le había dado a su madre una pastilla para dormir.

El castaño sonrió victorioso y se dirigió a su habitación, exactamente ese día no tenía nada interesante que hacer, siempre era lo mísmo. Sacó un gran libro de recetas que su abuela le había dado juntó con el diário, Ji Yong siempre las practicaba para mejorarlas y aprendérselas para cuando viniera sólo; por que él tenía la esperanza de que algún día sea independiente.

Aquél libró tenía más de doscientas recetas y aúnque pareciera imposible y cansado, él ya las había hecho todas aunque solo se había aprendido un poco menos de la mitad. Tomó un post-it y lo pegó en la hoja de una de las páginas del libro escribiendo algúnos ingredientes que le podían ser agregados a aquél platillo volviéndolo aún más dulce.

Porque si algo Ji Yong ama, es todo lo que contiene un sabor dulce.

El chicó fue interrumpido por golpes en la puerta principal los cuales eran repetitivos y altos, corrió hacia ella y miró por la mirilla de la puerta. Abrio los ojos con exageración cuando vió a un chico alto en la puerta, pero no era cualquier chico.

Seung Hyun estaba en la puerta de su casa.

Ji Yong miró hacía atrás y recordó la pastilla que le había dado a su madre. Empezó a pensar sobre que hacer, si le diría que pasará, o le dijera que se fuera o preguntarle a que de debía su llegada inesperada.

Quitó los seguros de la puerta y abrió, Seung lo miró con una sonrisa ladina y sus manos en los bolsillos de su pantalón. Ji Yong sólo lo observó, no dijo nada al igual que Seung, el castaño tragó en secó y hablo.

— ¿Q-Qué haces a-aquí? — Cerró los ojos con vergüenza por el tartamudeo.

— Vine a buscarte, pensaba que sería genial establecer una relación más cercana — Seung Hyun tomó las manos de Ji Yong com delicadeza — ¿Te molesta, pequeño?

— M-Mi madre, Seung es mejor que te vayas. N-No quiero problemas.

— Entonces hablaré con ella, no cambiaré mis planes Ji Yong ¿Dónde esta? — Seung entró a la casa y Ji Yong tomó su brazo evitándolo continuar.

— Ella está durmiendo, esta enferma y no creo...

— Genial, cuando despierte, y regresemos le doy una explicación — Ji Yong mordió su labio y se quedó quieto pensando que hacer.

Podría salir con el pero le daba miedo por un lado, ya que tener que estar en un lugar público y estar cerca de diferentes personas al igual que tener que enfrentar a su madre después de tantos años siendo controlado por ella, pero por otro lado si quería ir con Seung Hyun por el hecho de que con él se sentía protegido, y por que quería tener un amigo más, no sólo mujeres a su alrededor las cuales lo mandaban y manejaban.

— ¿Vamos, pequeño? — Seung le extendió la mano mostrando sus hoyuelos con una sonrisa encantadora.

Ji Yong con inseguridad y timidez la tomó.

Ji Yong subió al auto de Seung Hyun.

Seung no soltó su mano en ningún momento.

Ji Yong sintió que su corazón podría salir en cualquier momento, por las nuevas sensaciones que Seung le brindaba.

Seung se sentio atrapado por los pequeños encantos del pequeño Ji Yong.

Kwon Ji Yong por igual empezó a caer en los encantos de Choi Seung Hyun, justo como el mayor planeaba.
Por qué Kwon Ji Yong sería suyo a pesar de todo.

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Matrimonio [GTOP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora