Capitulo 5

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Había regresado antes a la cabaña, mis ánimos estaban por los suelos después de la discusión con Anzu y su desaprobación con mis planes, ¿de verdad estoy mal? Doy vueltas alrededor de la habitación preguntándome si de verdad debo continuar o ignorar mis sueños, quizás realmente es una locura, pero hay algo dentro de mí que me dice que debo saciar mi curiosidad alimentándola con el dulce conocimiento.

-Al demonio, necesito aire fresco- dije molesto pues simplemente el sueño no llega y la imagen de ese maldito símbolo me agobia

Salgo al exterior en donde muy pocos jóvenes se encuentran de regreso en su respectiva cabaña, la mayoría está en la reunión del comedor entre amigos planeando las actividades de mañana, revisando el itinerario y decidiendo con cual empezaran, malditas sea mi suerte pues es lo que planeaba hacer, pero mi estrés mental es tan pesado que prefiero estar solo.

Camino en dirección al bosque, sé que es estúpido de mi parte, pero por Ra soy un chico de ciudad sumamente estresado y vine al bosque para alejarme de todo ese estrés no vine a conseguir más, además traigo conmigo una linterna con suficiente batería y voy dejando rocas que guíen mi camino de regreso al campamento, justo como lo leí en una página de exploradores estoy seguro que estaré bien, no soy idiota y no me alejare de los límites de la reserva segura.

Mientras me adentro un poco entre los árboles respiro profundamente el aire puro que la naturaleza me ofrece, trato de escuchar los sonidos de los animales nocturnos que son como un relajante para mi alma

-finalmente un poco de paz- dije mientras me recargaba en un tronco de árbol, inhalando profundamente la delicias del bosque, aunque parezca raro siempre e tenido un sistema del olfato bastante desarrollado que es tanto una maldición como una bendición y lo digo con la experiencia de a veces sentir nauseas ante aromas desagradables como el fétido aroma de los baños escolares o el asqueroso olor de licor de un maestro que tuvo una noche "loca", sin embargo el aroma del bosque es simplemente perfecto y liberador, es como sentirse en casa.

Pero mi hermosa experiencia nocturna fue arruinada por repentino sonido de pasos acercándose, el sigilo de los movimientos me hacer percibir de no ser humano, ¿Qué podría ser?, ¿osos?, no imposible no puede ser que me haya alejado tanto de la reserva, miro en ambas direcciones y entre los arbustos una enorme figura salta en mi dirección, la impresión es tal que caigo de sentón golpeándome un poco contra el árbol del que me antes me recargaba

-no puede ser...- dije casi sin aliento pues ante mi un enorme lobo de abundante pelaje marrón e intensos ojos azules me miraba con pose de asecho, simplemente era hermoso mis sueños de ver un lobo se estaba haciendo realidad aunque no creí que fuera tan grande, mis sentidos se pusieron en alerta al escuchar un pequeño gruñido en forma de advertencia, la distancia entre nosotros era de unos 1.5 metros a lo mucho, lo que teóricamente me pone a salvo según es lo que investigado, pero su mirada fija me hace pensar que soy su nueva presa y que debería escapar pronto, pero al tratar de levantarme otro gruñido más fuerte que resuena en mi oído quedándome inmóvil y agachando mi mirada, el mensaje me quedo claro si me muevo estoy muerto.

- no quise invadir tu hogar, solo estoy tratando de relajarme bajo la luna- murmure ¿joder? Estoy hablando con un lobo, no sé si funcionara o de algún modo me entenderá y me deje libre pero quizás estoy diciendo mis últimas palabras

-déjame vivir por favor- volví a decir mientras esas palabras tocaran fuertemente mi cuerpo causando en mi un choque de imágenes sobre mis sueños y el símbolo retumbando sobre mi cabeza, la calma que estaba logrando sostener se pierde de a poco y mis músculos comienzan a temblar, hay lagrimas que se escapan junto al sudor frio de mi frente

- por favor... ayúdame- suspire al viento con un tono de voz dulce irreconocible en mi voz

Un gruñido nuevo se escuchó junto a la aparición de un lobo más, maldición este era mi fin pues él podría ser parte de su manada y solo ha venido ayudar a su compañero en su casería de comida, que jodida era mi suerte y quien diría que este sería mi final dada por lo animales que más admiro en el mundo, si lo pienso bien no es tan malo como pienso, así que decido subir la mirada para apreciar tan bellas criaturas que me darían muerte...

La sorpresa fue grande pues ante mí aprecie al segundo lobo de pelaje negro como la noche quien encaraba al lobo marrón, un gesto que simplemente me pareció protector y me dio esperanzas en aun tener algo de fortuna, los gruñidos y las miradas que se cruzaban entre ellos me causaban cierto nerviosismo, las manos no dejaban de sudar y las estúpidas lagrimas que intentaba controlar no dejaban de salir, quería volver a bajar la mirada pero mi curiosidad era más grande permitiéndome luchar por ver aquel posible enfrentamiento. Sin embargo, para mi sorpresa un rico aroma se apodero de mis fosas nasales, aquel extraño olor que percibí en el camión volvía aparecer y ese mismo me volvía a relajar, las lágrimas disminuyeron y mis manos dejaron de temblar.

Un último gruñido por parte del lobo marrón fue dado antes de que este se retirada, dándome algo de alivio a mi agitado corazón, mi vista la dirige al lobo negro que aún me daba la espalda

-no se si me entiendas, pero muchas gracias por ayudarme- dije

Aquel lobo dirigió su mirada en mi dirección dejándome ver unos ojos color rubí intensos y brillantes que reflejaban seriedad, poder y seguridad, pero también podía ver dolor, miedo, frustración y sobre todo belleza. Ese momento pareció eterno pero agradable, aquel lobo realizo una pequeña reverencia para dar seguidamente paso a retirarse.

Decidí hacer lo mismo y seguir el camino de rocas que había dejado, es todo un orgullo decir que funciono a la perfección y llegue al campamento sano y salvo, bueno casi pues aún intentaba calmarme por mi pequeño percance.

-viejo, ¡aquí estas! - dijo Jonouchi quien me corrió junto a Honda y Otogi en mi dirección para posteriormente tomarme por el cuello y realizándome una llave en forma de castigo

-auu auuu suéltame por favor Jonouchi- dije suplicando

-eso te ganas por asustarnos tonto- dijo Jonouchi aflojando su agarre

-estábamos a punto de reportarte como desaparecido con los profesores- dijo Otogi

- ¿dónde estabas pequeño diablillo? – dijo Honda

-fui a dar un paseo nocturno, es todo- dije mientras masajeaba mi cuello después de que Jonouchi me soltara – lamento haber demorado-

-Yugi no debes caminar solo en el bosque es peligroso- dijo molesto Jonouchi

-pudo haberte atacado un animal, fue muy estúpido de tu parte- dijo igualmente molesto Honda

-créanme que estuve muy bien, no me paso nada y disfruté mucho el paseo- sonreí ante mis amigos que me miraban molestos

-No lo vuelvas hacer- dijo Honda – lo bueno es que regresaste a salvo-

-Ahora hay que ir a la cabaña no tardan en pasar los profesores para revisar que todo esté en orden- dijo Otogi

-Vamos entonces, parece que calculé bien el tiempo- reí orgulloso pues este parecía una segunda señal de que quizás mi suerte está cambiando

-por cierto, Yugi- dijo Otogi – ya sabemos un poco más sobre tu chico misterioso-

- ¿seguro quieres saber? Ya supimos de la pelea con Anzu- dijo preocupado Honda

- yo les conté todo Yugi, te noté algo dudoso cuando saliste del comedor así que tu dinos que quieres hacer nosotros te apoyaremos- dijo Jonouchi

Me quede quieto un momento mientras mis amigos me miraban curiosos, es verdad que podría olvidar todo y dejarlo así pero ese símbolo sigue sin salir de mi cabeza y bueno he probado un poco de aventura ¿Qué hay de malo en buscar más?

-estoy seguro, quiero continuar con esto- sonreí mirando a mis amigos

-bien, entonces te diremos lo que averigüe, su nombre es Atem Halackit es de tercer año grupo C y es primo del famoso Seto Kaiba- dijo Otogi


Continuara______________________________________________________________

Camino junto al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora