Capitulo 8

359 34 4
                                    

Mis amigos habían regresado del comedor y se sorprendieron al verme despierto y arreglando mi deck, pero después de decirles mi experiencia con Halakit, decidieron dejarme concentrarme para prepara mis cartas, lo cual lo termine muy tarde apenas y tuve tiempo de dormir un poco, incluso me salte el desayuno para estar descansado y estar bien para la actividad de hoy, sería una excursión a un templo cercano donde había una hermosa vista del monte fuji, tendríamos que atravesar el bosque y disfrutar las maravillas de la naturaleza .

De nuevo nos había tocado compartir actividad con el grupo de Halakit, pero como el día anterior Anzu no se aparto de mi en ningún momento, aunque bueno ya sabia que esto pasaría, por lo que en lugar de molestarme decidí mejor ver el lado positivo y divertirme con mis amigos.

- ¿estamos muy lejos?- dijo Jonouchi

- Bueno falta poco para llegar, en unos 15 minutos más- dijo Anzu

- ¿Qué, ya te cansaste de nuevo? - dijo Honda

- Claro que no, solo que me muero de hambre- dijo Jonouchi

- Jajaj ya estamos cerca solo aguanta un poco más ¿sí? - dije sonriendo

- ¿Qué les parece si les cuento una historia? - dijo Otogi

- Genial, me parece bien y divertido para entretenernos - dijo Anzu

- ¿una historia sobre que será? - dije

- Bueno, ¿te gustan los lobos, no es así Yugi? - dijo Otogi mientras me giñaba un ojo

- Si, son mi animal favorito- sonreí emocionado

- Bueno pues esta historia te gustara, ya que es una leyenda sobre Licántropos- dijo Otogi mientras colocaba con delicadeza su mano sobre su barbilla en busca de hacer una expresión de sabiduría, aunque se veía algo ridículo y presumido

- Jajaja, esas cosas no existen- dijo Otogi

- Si es cierto solo estas bromeando- dijo Jonouchi

- Solo escuchen y luego juzgan- dijo molesto mientras reprimía a amabos chicos con la mirada

- Bueno pero no te enojes, continua- dijo con voz algo temblorosa Jonouchi

-Se dice que hace muchos años,  las montañas de Japón eran cuidadas por familias muy singulares que se encargaban de dar orden entre la naturaleza y el hombre, estas familias fueron bendecidas con dones especiales que les permitieron cumplir con su labor, estos regalos que les otorgaron los dioses, fueron el de fuerza sobrehumana, velocidad e inteligencia superior a la de un humano normal. Pero no solo esto, en las noches, las personas se transformaban en lobos gigantes que se encargaban de cuidar el bosque-

-estas diciendo que ¿eran hombres lobo? - dijo Jonouchi

-así es, por muchos años fueron protectores de estas montañas, pero con el pasar del tiempo desaparecieron, aunque otros dicen que aún existen y pueden ser escuchados en las noches de luna llena- dijo Otogi

-jajaja vamos sabes que eso es imposible- dijo Honda - ¿no lo crees Anzu? - dijo

-bueno, suena interesante, pero en definitiva creo que es imposible- dijo Anzu, con una sonrisa nerviosa y un semblante rígido, se que es una buena actriz y suele ocultar sus emociones, pero no a mí, que puedo sentir y apreciar su nerviosismo

- ¿estás bien Anzu? - dije mientras la miraba con dudad y preocupación

-bueno, es que la historia me asusto un poco y tu sabes que los lobos no me gustan mucho- dijo apenada

-Anzu, descuida no tienes por qué temer, todos estamos aquí- sonreí mientras sostenía su mano en un acto de trasmitirle seguridad, y es que desde que éramos niños, aunque Anzu parece ser la más fuerte, la verdad es que detrás de esta chica segura y valiente se escondía una niña asustada que en las noches que se quedaba a dormir en mi casa, ya que sus padres salían de viaje ella solía escabullirse muchas veces a mi cama llorando, pues me decía tener miedo a la oscuridad. Incluso había ocasiones en que íbamos a la escuela y temblaba pues decía que sentía que nos seguían, es por eso que siempre tomaba su mano y le aseguraba que nunca la dejaría sola.

-gracias Yugi- dijo sonriendo y apretando el agarre de mi mano

Al poco rato de seguir caminado, llegamos a la entrada del famoso templo el cual nos impresiono con lo grande y magnifico de su aspecto, la estructura de madera con aquel aspecto tradicional, el edificio más grade contaba con tres espectaculares pisos, cada uno pintado entre colores rojo, blanco y verde. A la entrada fuimos recibidos por encargados del lugar quien nos dieron un breve recorrido y nos contaban un poco de la historia del templo, y a los dioses que se le dedica oración, además de mencionarnos un dato curioso sobre el edificio más alto del lugar pues es una conmemoración por las vidas perdidas durante la segunda guerra mundial.

Pero mi parte favorita en definitiva de todo el recorrido fue el del mirador en donde la vista fue como apreciar una verdadera obra de arte pues los arboles adornaban con su hermoso color verde junto a el lago que  brillaba y de fondo un cielo limpio con el monte Fuji coronando el hermoso paisaje que todos mirábamos con asombro, mucho de nosotros comenzamos a tomar fotografías del paisaje junto a nuestros amigos, otros como fue el casos de Halakit y Kaiba solo observaban y disfrutan de la hermosa vista que la naturaleza nos regalaba.

El día realmente había sido encantador, a todos nos había fascinado la excursión y la comida que nos ofrecieron en el templo fue simplemente deliciosa, todos nos divertimos y estábamos triste de que mañana fuero nuestro último día, en el que se realizara una fogata de despedida y deseo de buena suerte para los de grados menores un buen termino de año y para los de ultimo año una despedida de los hermosos recuerdos de preparatoria y el deseo de buena suerte para las cosas nuevas que se avecinaban, es algo triste terminar esta etapa pero la vida es así y hay que continuar, de verdad espero que mis amigos y yo sigamos en contacto y podamos alcanzar nuestros sueños.

Pero en lo que el futuro se avecina ahora lo que importa es el presente y el mío esta por enfrentar una interesante prueba, termino de acomodar mi deck antes de guardar este en mi porta cartas.

- ¿estas listo? - dijo Jonouchi

-así es, ya tengo mi estrategia lista- dije sonriendo y un pulgar arriba

-bueno, suerte Yugi, aunque sabemos que no la necesitas- dijo Honda

-es verdad, eres muy fuerte y hábil para esto, me atrevería a decir que eres el Rey de los duelos- dijo Otogi

-no exageren chicos- dije apenado mientras sentía como el tono de mis mejillas cambiaba a un leve tono carmín

-no exageremos, sabes que es verdad, confía en ti amigo- dijo Jonouchi quien me apretaba en un leve abrazo por los hombros

-bueno, gracias por la suerte chicos los veré más tarde- dije mientras me soltaba del agarre de Jonouchi

-y no te preocupes por Anzu, le diremos que estas dormido- dijo Jonouchi mientras me guiñaba un ojo y alzaba su pulgar

- gracias chicos, ahora me voy- dije mientras salía de la cabaña y me dirigía al punto de encuentro acordado, en el corto camino pensaba un poco en mi posible estrategia y en como podría protegerme ante un oponente como Halakit, quien, aunque parezca solitario, por su expresión de ayer estoy seguro de que es un profesional

- bueno, llegas a tiempo- dijo  Halakit con una voz seria y llena de seguridad

-bien, estoy aquí para enfrentarte- dije

-espero que si pierdes cumplas tu parte del trato- dijo mientras se cruzaba de brazos

-y yo espero que si gano tu cumplas la tuya- dije

-ya veremos eso- dijo mientras con un movimiento de cabeza me señalo para seguirlo, los troncos que usamos ayer como asientos ahora se encontraban separados por uno un poco más alto, como si fuera una mesa

- ¿tu hiciste eso? - dije impresionado

-lo encontré y lo traje aquí- dijo sin importancia y tomando su lugar

-debió ser difícil, se ve que es muy pesado- dije mientras tomaba mi lugar enfrente de el

-no, realmente fue fácil, pero bueno terminemos la charla y es hora del duelo- dijo con una voz seria 

Continuara_______________

Bueno chicos ya e puesto esta historia al corriente, espero que les valla gustando los cambios que he realizado, ahora cada jueves subiré un capitulo nuevo espero que me sigan apoyando y nos vemos hasta el siguiente capitulo.

Camino junto al pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora