Prólogo

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Al abrir los ojos logro sentir un terrible dolor de cabeza y de espalda, este dolor solo puede ser comparado con una resaca, o con un martillazo en la cabeza.

Un grupo de chicos esta rodeándome, todos tienen una mano tapando sus bocas; entre ellos puedo reconocer a mi compañero de escuela y mejor amigo, Fernando.
-¿Estas bien?-Preguntó preocupado.
-Siento que se me está saliendo el cerebro -respondo provocando risas entre los chicos.
-Tú no tienes cerebro Facundo -dijo ofreciéndome su mano para ayudarme a levantarme.
-Vamos a tomar agua, necesito descansar.
-Si, recibiste un fuerte pelotazo -dijo al borde de las risas-. Necesitas descansar un momento.

Al salir del partido de fútbol para descansar, nos sentamos en uno de los bancos que están colocados por todo el parque.
-Fer, ¿Hace cuanto nos conocemos? -Pregunte sabiendo la respuesta.
-Ambos tenemos diecisiete años, nos conocemos desde los diez, así que somos amigos desde hace siete años. ¿Por qué?
-Nos conocimos en este parque a los diez años; en realidad, hice a la mayoría de mis amigos aquí.
-Si te soy sincero, yo también conocí a muchos amigos aquí, todos los chicos con los que jugamos fútbol son amigos -dijo sonriendo.
-Este parque es bastante importante para nosotros, pasamos bastantes buenos momentos aquí. Al terminar de hablar, una chica hermosa pasó caminando frente a nosotros.
-Hola -dijo la chica mirándome a los ojos.
-Hola -respondí el saludo con la boca abierta.
Cuando la chica se aleja unos metros Fernando me habla entusiasmado.
-Viste que hermosa chica, ¡Y te saludó! Ve y háblale.
Ciertamente la chica era muy hermosa, tenía un pelo castaño que brillaba cuando le daba el sol, unos ojos color avellana preciosos y una sonrisa hermosa.
-¿De que podría hablarle? -Le pregunto a Fernando-. Soy muy tímido; además en este momento me debo ver horrible, estoy todo sudado.
-Amigo, siempre te ves horrible -dijo sonriendo de oreja a oreja.
-Creo que deberías mirar algo llamado "espejo", ahí podrías ver algo verdaderamente horrible -. Le respondí desafiándolo a una guerra de insultos.
-¿Enserio? Yo muchas veces al día veo el espejo de mi baño, pero nunca vi algo horrible. Tú en cambio, no puedes ver ningún espejo por que todos se rompen cuando te intentas mirar en ellos.

Así nos divertíamos siempre en el parque, jugando fútbol, charlando sobre cosas estupidas o discutiendo, hasta había días en los que hacíamos la tarea y estudiábamos aquí. Los mejores momentos de mi vida los viví aquí, no quiero que esto se termine.

Amor sobre el árbol - #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora