Capítulo IV

18 6 3
                                    

Cuando la maquina termina de romper la cinta de seguridad, el hombre al teléfono se da cuenta y le grita al conductor que pare. La maquina se detiene y vuelve en reversa hacia la posición que estaba antes.
—Ufffff que suerte —dijo Belén aliviada.
—Si, por un momento pensé que nuestro plan había fracasado.
—Tranquilo, si nosotros nos lo proponemos, no vamos a fallar.

Unas horas mas tarde, nos empezamos a sentir cansados y abrimos nuestras mochilas para almorzar algo.
-Necesitamos salvar al parque por que es del pueblo, no puede venir cualquier persona y comprar un lugar publico -dije en un intento de romper el silencio.
-Exacto -dijo Belén-. Por cierto, ¿Por qué decidiste venir e intentar salvar el parque?
-Bueno, aquí hice a todos mis amigos, desde que tengo memoria vengo a este parque, no puedo dejar que se vaya de un día a otro como si nunca hubiera existido, no voy a dejar que desaparezca sin pelear.
Al decir estas palabras, logro ver que se forma una lágrima en el ojo derecho de Belén.
-¿Qué pasa? -pregunte preocupado.
-Perdón, es bastante linda tu historia -dijo secándose los ojos.
-¿Y tú? ¿Por que estas aquí?
—Yo venia a este parque con mi madre cuando era pequeña, juntas la pasábamos muy bien, este parque era mi lugar feliz. Cuando mi madre falleció yo tenia diez años —dijo intentando retener las lágrimas que salían de sus ojos—. Y el último deseo de mi madre fue que tiráramos sus cenizas aquí, entonces ella viviría toda la vida en este hermoso lugar. Cada vez que visito este lugar estoy visitando a mi madre. Por esa razón no dejare que destruyan el parque.

Al terminar de escuchar su historia, me quedo con la boca abierta, ella siempre tuvo una sonrisa en su rostro cuando estuvo aquí. Me impresiona que esta chica sea tan valiente y tan fuerte; además tiene una mejor razón para luchar que yo.

—Lo siento mucho —dije sin pensarlo mucho, es lo primero que se me vino a la mente—. Eres muy valiente y tienes una muy buena razón para luchar, por esa razón no dejare que destruyan el parque.
—Gracias por estar aquí conmigo —dijo abrazándome.

Luego de pasar unas horas sentados aquí arriba, empieza a oscurecer, haciendo que ver a los hombres que están parados al borde del parque sea más difícil.
De un momento a otro, aparece una cámara bastante grande con flash, apuntando a una mujer con un micrófono.
—¿Son las noticias? —preguntó Belén.
—Creo que si. Diablos mis padres podrán verme aquí arriba —dije preocupado.
—Yo también estaré en problemas si me ve aquí mi padre.
Había previsto la posibilidad de que vinieran los medios hasta aquí, pero pensé que no se molestarían en seguir a dos adolescentes arriba de un árbol.
—Son los mismos que presentaron la destrucción del parque en televisión. Voy a buscar su página en mi celular, tal vez estén transmitiendo en vivo —dijo Belén.
Al buscar la pagina, vemos que están transmitiendo en vivo y podemos verlo.
—Desde que reportamos que el parque central iba a ser destruido, muchos han expresado su descontento, pero hoy esas palabras pasaron a la acción —dijo la periodista—. Acción llevada a cabo por dos menores de edad subidos en un árbol en signo de protesta. Todavía no sabemos las razones por las cuales estos jóvenes quieren mantener el parque, pero es un ejemplo claro de lucha contra los grandes empresarios.
Al terminar de hablar, la cámara hace un acercamiento a nuestras caras. Puedo verme a mi mirando el teléfono de Belén, y a Belén saludando a la cámara, ¿Qué demonios?
—¿Qué estas haciendo? —pregunte confundido.
—Saludando a la gente, tenemos que ganarnos el apoyo de los medios y de la gente.
Viéndolo de esa manera tiene bastante sentido, por lo que yo también saludo a la cámara. Logro sentir que mi celular vibra y emite sonidos, debe ser a causa de mensajes recibidos, pero no les presto atención por el momento.

Unos minutos más tarde, noto una figura bastante conocida entre la gente cerca de la entrada al parque.

—¡No puede ser!

Amor sobre el árbol - #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora