Al llegar a mi casa lo primero que hago es mirarme al espejo. Me veía bastante bien, si le dijera a alguien que hace un momento me desmaye durante 5 minutos, no me lo creería. Mi cabello castaño, en cambio, seguía igual de rebelde.
Es extraño que una chica tan linda me salude, es bastante raro que una persona desconocida me salude también.
—Será mejor no darle tantas vueltas a eso, no tengo posibilidades con esa chica —me dije a mi mismo intentando desalentarme.
—¡Hijo! Ven y ayúdame con la limpieza —dijo mi madre esperándome con una escoba en la mano.
A veces pienso que mi madre me tiene de esclavo por barrer todos los suelos y tender todas las camas, pero yo lo hago sin quejarme.
Al día siguiente voy a la escuela y me encuentro con Fernando.
—Odio los lunes —dijo Fernando, repitiendo lo que cada semana dice.
—No te quejes tanto, es lo único que tienes que hacer en tu vida; además, pronto nos graduaremos y no tendremos que volver.
—Falta cada día menos —dijo entusiasmado—. Por cierto, hoy volví a ver a la chica que te saludo ayer.
—¿Qué? ¿Donde? —Dije volteando todo el cuerpo en dirección a Fernando.
—En el mismo parque, siempre voy por el parque para llegar a la escuela.
—Le debe gustar mucho el parque, igual que a mi.
—No te vayas a hacer el enamorado, todavía no la conoces. ¿Te digo algo? Cuando la volvamos a ver voy a presentarte y haré que te hable.
—¿Qué? ¡No! No hagas eso, soy muy tímido.
—Ya me tienes cansado con esa palabra, debes abrirte más a las personas, tienes que socializar más.
—Estoy bien así, te tengo a ti.
—Yo solo soy un idiota que conoces hace muchos años —dijo riéndose
Cuando ingreso a clases, no puedo concentrarme demasiado en los estudios, me quedaron en la cabeza las palabras de Fer.
Sinceramente estoy escondiéndome demasiado de la gente. Todo es culpa de aquel día, no puedo superar todavía lo que sucedió ese día hace 2 años.
Al salir de la escuela, siento ganas de irme a mi casa, pero Fernando me convence de ir al parque central otra vez, con la esperanza de que vuelva a aparecer la chica. No puedo seguir poniendo excusas a la hora de conocer gente nueva, tengo que ser más sociable.
—¿Nunca viste a la chica en la escuela o en algún otro lugar? —Le pregunto a Fernando.
—Nunca la había visto en toda mi vida, por eso me sorprendí tanto cuando la vi otra vez. Pasar de nunca haberla visto, a verla dos días seguidos, es extraño.
Luego de 20 minutos esperando, la chica aparece por el parque y se sienta en un banco a unos 15 metros de nosotros.
—¡Vamos! —Dijo Fernando tomándome del brazo.
—No, espera…
—No inventes excusas otra vez, vas a hablar con la chica.
Al escuchar esas palabras, termine con mi resistencia y camine firmemente hacia la chica. Mucho tiempo estuve usando las excusas como un escudo, ahora tengo que enfrentar mis miedos
Al estar a tan solo centímetros de la chica, ella me mira… y yo me quedo paralizado.
—Hola —dijo con una sonrisa—. Creo que te conozco.
—…
—Ah si, nos vimos ayer aquí mismo —dijo la chica.
—…
—Me llamo Belén, ¿Y tú?
—Yo me llamo Facundo —dije intentando no tartamudear.
—¿Cuántos años tienes?
—Tengo diecisiete y tú?
—Tengo la misma edad.
—Ah que bien —al decir esto, logro notar que tiene un libro en las manos—. Por cierto, ¿Qué estas leyendo?
—Ah, estoy leyendo el diario de Ana Frank —dijo avergonzada—. No mucha gente lee, yo se que soy un poco rara.
—No, no eres rara, yo también leí el libro, es bastante hermoso.
—¿Tú también lees? —dijo sorprendida.
—No mucho, solo algunos libros que me resultaron lindos o algunos que me regalaron.
—Yo soy igual —dijo riendose—. Solo leo libros que me regalan, este libro me lo regaló mi madre, me gusta mucho.
—Que bueno.
Estuvimos una hora mas hablando, cuando finalmente decidí irme y dejarla leer tranquila.
—Adiós, nos veremos otro día.
—Ojala que si —me dijo sonriendo.
Al alejarme de ella, aparece Fernando y me abraza con un brazo.
¿Qué demonios? ¿Estuvo mirándonos durante una hora?
—¡Que bien Facu! Pudiste hablar con esa chica por más de una hora —dijo emocionado—. Aunque al principio parecía que te ibas a desmayar.
—No me molestes, me puse nervioso —dije defendiéndome.
—Estuviste bastante bien, la hiciste sonreír mucho, creo que le gustas —dijo en un tono de burla.
—No bromees, ella es muy hermosa para mí.
Luego de despedirme de Fernando al llegar a mi casa, voy a mi habitación y enciendo el televisor.
—Voy a ver las noticias un momento.
—En las noticias locales, un importante empresario va a comprar el parque central para poder construir en ese terreno —dijo el presentador, provocando que mi mente quede en blanco.
—No lo puedo creer. No puedo creer que le vayan a hacer eso al parque. No se puede, no deberían hacerlo.
El periodista sigue hablando sobre otros temas que no escucho. El parque es muy importante para mí, no puedo perderlo, conocí a todos mis amigos ahí. Conocí a Fernando en ese lugar, también la conocí a Belén.
—Diablos, no le pedí el numero a Belén, si llegan a convertir el parque en una zona de construcción, probablemente nunca mas vuelva a verla. Tengo que hacer algo para evitar que destruyan el parque.
ESTÁS LEYENDO
Amor sobre el árbol - #PGP2018
RomanceUn joven se enamora perdidamente de una chica al mismo tiempo que su parque (en el que conoció a todos sus amigos) va a ser destruido. ¿El joven podrá enamorar a la chica? ¿Salvara a su parque de una destrucción casi asegurada? ¿Lograra ambas cosas...