Capítulo VI

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Son los chicos que me molestan en la escuela, están mirándonos desde la entrada al parque.

—¿Quienes son? —preguntó Belén.

—Diablos —dijo Fernando—. Parece que van a entrar.

Los chicos miraron la entrada al parque, miraron a los obreros, y cruzaron la entrada corriendo.

Si intentan insultarme a mí, o a mis amigos, esta vez voy a responder.

—Tranquilo —me dijo Fernando.

—¿Qué esta pasando chicos? —preguntó Belén.

—Tranquila, no pasa nada.

Al estar cerca de nosotros un chico empieza a hablar.

—Venimos aquí para... —hace un segundo de silencio al mismo tiempo que voltea a ver a sus seguidores—, para pedir disculpas por las veces que te tratamos mal, y decirte que admiramos lo que haces y lo apoyamos totalmente, por eso queremos unirnos a la lucha para mantener el parque. ¿Nos dejan ayudarlos?

Parece que estos chicos están verdaderamente arrepentidos, pero no hay que descartar la posibilidad de que vengan a mi solo para salir en las noticias, siempre se les conoció por querer llamar la atención a toda costa.

Pero yo no soy dios como para juzgarlos, y todos meremos una segunda oportunidad.

—Esta bien, pueden acompañarnos —dije.

—Gracias, no te arrepentirás —dijo el líder del grupo.

—¿Estas seguro? — me preguntó Fernando susurrando en mi oído.

—Nunca puede estar uno seguro de sus acciones, pero no creo que vengan a hacer maldades.

Al terminar de hablar, un chico del grupo mira a Belén y dice:

—Veo que volviste a confiar en las chicas.

—¿Confiar en las chicas? —Preguntó Belén—. ¿No confías en mí?

—Claro que si confió en ti, pero no confió en ninguna otra chica.

—¿Por qué es eso?

—Es una historia un poco larga.

—Vamos a estar sentados en un árbol todo el día, cuéntame.

—Esta bien, te contare una versión resumida. Solo lo importante —dije mirando al suelo—. Hace más de dos años comencé a salir con una chica llamada Ángela, estaba enamorado de ella, hacíamos todo juntos. Luego de salir durante seis meses, ella simplemente desapareció, bloqueo mi numero de teléfono y eliminó todas sus redes sociales, no fue mas a mi casa ni a la escuela. Cuando fui a su casa unos días después, me di cuenta que se había mudado de ciudad. Se mudo sin decirme nada, sin despedirse, me sentí muy traicionado.

—¡Lo lamento mucho! —dijo Belén abrazándome.

—No te preocupes, eso paso hace mucho tiempo, ahora estoy mejor que nunca.

Ella me mira y sonríe.

—Miren, parecen que vuelve el noticiero —dijo Facundo.

Vino la misma periodista de ayer, parece que cubre todas las cosas que suceden en esta zona

-Chicos, después de clases van a venir algunas personas de la escuela, hicieron un grupo y planearon venir al parque para apoyar a Facundo —dijo un chico del grupo.

—Genial —dijo Belén—, eso es justo lo que necesitamos.

Al llegar la hora de salir del colegio, pequeños grupos de 3 o 4 chicos entran al parque, haciendo que poco después de 30 minutos seamos cerca de 40 personas en la lucha. Los obreros ya ni se molestan en intentar detener a la gente que entra.

Algunos chicos hasta sacan almuerzos, parece que vienen a pasar el rato.

Belén, Fernando y yo seguimos arriba del árbol, mirando todo el parque.

—El parque volvió a tener vida, es increíble que tantos chicos nos quieran ayudar —dijo Belén.

—Te lo dije, el parque es para la gente y todos van a defenderlo, ojala se una mas gente para poder salvarlo mas fácilmente.

—El hombre volvió a llamar por teléfono —dijo Fernando—. ¿Con quien hablara?

—Eso quiero saber, creo que...

—¡La periodista fue a hablarle! —grito Belén interrumpiéndome.

—Hay que poner las noticias.

Al decir esto, Belén tomo su celular y volvió a abrir la pagina de noticias, en ese momento se puede ver a la periodista preguntándole al hombre con quien habla y como resolverá esta situación.

—Bueno —habla el hombre del teléfono—, en este momento estoy llamando a mi jefe, el vendrá mañana para resolver este problema.

—¿Su jefe es el empresario que compro el parque? —preguntó la periodista.

—Exacto, es el.

Al escuchar esto, nosotros quedamos totalmente sorprendidos, nunca habríamos esperado que el empresario venga hasta aquí.

Amor sobre el árbol - #PGP2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora