Don't let me go (Harry Styles)

Capítulo 12

Desperté por el sonido de mi móvil, pensé que era mi alarma pero eso era imposible ya que estábamos en vacaciones de invierno.

Muy a mi pesar estiré mi brazo y abrí mis ojos mirando la pantalla de mi teléfono, un mensaje de Brandom.

La verdad era que habíamos congeniado muy bien y como su querido primo, también llamado antiguamente “elmejoramigoquenuncatedejadelado”, estaba con su novia pues él y yo no teníamos otra cosa que hacer que hablar el uno con el otro.

Mi teléfono volvió a sonar y me di cuenta de que no le había contestado a Brandom pero el mensaje que me llegó esta vez no era suyo.

Era de Harry.

¿Qué quería el ahora? Era lunes, ugh.

Lunes de vacaciones, Rachel. ¡Sé feliz! Dijo mi subconsciente, como siempre diciendo bobadas.

El mensaje decía que quería quedar conmigo, uau.

Me quedé bloqueada, no debería estarlo, de todas formas somos amigos ¿verdad? O eso dijimos.

Me acordé de que había vuelto a ignorar a Brandom, su mensaje decía lo mismo.

¿Es que ahora todo el mundo quería quedar o qué?

Obviamente algunas personas me matarían si me pusiese a pensar entre quién escoger, es decir, es Harry Styles sí, pero... Es otro niñato más del instituto.

Y por otro lado Brandom es tan... No sé, pero no es desagradable.

Mi mente variaba todas las respuestas que podía escoger y ninguna me convencía.

Mi móvil volvió a sonar.

“Eh, Rachel, ¿sigues ahí? Contesta :/” Era otro mensaje de Harry, la verdad es que no podía resistirme a Harry así que le dije que sí y rechacé la invitación de Brandom con un “Tengo planes pero ¿qué te parece otro día? :)”

Me dirigía al cine, sí al cine un lunes. Según Harry era un buen día para ir al cine pero para mí no lo era, por muchas vacaciones que hubieran.

Aparqué mi pequeño coche y comencé a andar hacia dónde habíamos quedado el chico de pelo rizado y yo.

Habían pasado cinco minutos y se supone que Harry debería estar aquí aunque veo que la palabra puntual no es una que lo describa.

Iba a marcharme indignada cuando unas manos se posan sobre mis ojos, impidiéndome ver lo que me rodeaba.

Yo me quedé quieta deseando que no fuese ningún tío rarito y que fuese un amigo o incluso una amiga mía.

-Hola.- Escuché la voz de Harry burlona.

Quité sus manos de mi cara y me giré frente a él.

-¿Dónde estabas? Pensé que me ibas a dejar tirada.- Le dije con tono de reproche.

-La verdad es que lo había pensado, pero me dabas pena.- Dijo y me guiñó el ojo.

-No sé que hago aquí.- Dije en un susurro después de una mala mirada a Harry.

Nos encontrábamos discutiendo sobre qué película ver, lo típico de siempre. La chica quiere ver una romántica mientras el chico quiere ver una de miedo, y a ver quien consigue salirse con la suya.

-No, ¡no es verdad! Las de miedo son horribles, es estúpido pagar para pasarlo mal y más estúpido aún hacerlo queriendo. No pienso ceder.- Dije cruzándome de brazos.