1 | Inesperadamente triste

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La oficina de Erwin estaba llena de tensión, incluso podía agregársele nerviosismo, pero esto último sólo era por parte del Comandante, porque Levi se sentía normal, a pesar de la tensión. Lo único que el azabache podía notar, era que su jefe estaba mal por algo que daba vueltas en su cabeza, pero no tenía la menor intención de preguntarle que era.

Levi se quedó mirándolo, impaciente, por un poco más de tiempo, hasta que su paciencia llegó al límite y se levantó de la silla donde estaba sentado, dispuesto a irse de la oficina. Eso alarmó a Erwin.

—Es sobre Hanji—al escuchar el nombre de la Líder de Escuadrón, Levi cambió ligeramente su expresión.

— ¿Qué sucede con ella además de que se lastimó por tratar de protegerme y que por eso está en la enfermería? Ella ya está despierta, aunque un poco menos loca que de costumbre—preguntó el Capitán despreocupado ya que, cuando había ido a verla antes de pasar con Erwin, no había notado nada fuera de lo normal en ella, salvo la disminución de su estado hiperactivo.

—Levi, esto que te diré es totalmente diferente a otras noticias que has escuchado en tu vida.

—Habla claro, Erwin.

—Hanji estaba...

Todo sucedió muy rápido. La expresión de Levi cambió por completo en menos de un segundo al escuchar las palabras de su Comandante. Su mundo se desmoronó en miles de pedazos, sus sentimientos explotaban como hace mucho no lo hacían. La vida, los titanes, acababan de arrebatarle otro pedazo de su corazón.

—Levi—haber sido nombrado por el Comandante lo sacó de sus pensamientos—, por tu expresión, sé que las lágrimas quieren salir de tus ojos. Somos humanos antes que soldados, permítete llorar si lo necesitas.

— ¡Eres un maldito! ¡La dejaste ir! ¡Lo mataste! —gritó el azabache a la vez que golpeaba el escritorio de su superior con las manos— ¡¿Tienes idea de cuánto quiero enterrarte mis espadas en tu corazón?!

— ¿Crees que no siento culpa? —dijo Erwin calmado, pero triste— Lamento demasiado no haberla detenido, pero analiza lo siguiente, Levi. Conoces perfectamente a Hanji, sabes que, aunque le hubiéramos negado la salida, ella habría encontrado la manera de escabullirse en la expedición.

—Esa no es excusa, maldito infeliz.

—No niego que me odies y posiblemente, a ella también, pero ayúdala a sentirse mejor.

— ¿Crees que no lo haré?

—Sólo ve con ella y acompáñala. Si se encuentra bien, dile que venga a mi oficina. Yo le diré la triste noticia, es lo mínimo que puedo hacer.

Levi salió de la oficina a gran velocidad, no podía soportar ver a Erwin ni estar en su oficina. Fue a su habitación y, por primera vez en mucho tiempo, se echó a llorar. Le preocupaba demasiado Hanji, la forma en que podría derrumbarse al saber la notica. No podría imaginársela sin sonreír o ser la persona loca de la que se enamoró, y aunque cambiara, Hanji seguiría siendo Hanji, y lo necesitaría para dar la cara al futuro.

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Hola, este es el primer capítulo de esta corta y triste historia. Espero que les esté gustando. Siguiente actualización el jueves :D

Por cierto, ¿les está agradando la historia?

Not in my arms #wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora