Tres

108 9 0
                                    

Me removía un poco en la cama sintiéndome incomodo. Tenia como una especie de presión sobre mi, así que de mal humor por no poder dormir como yo quería, poco a poco abrí los ojos mientras me quejaba internamente de no haber cerrado las ventanas. ¿Qué había pasado anoche? no lo sé, ¿Cómo había llegado a casa? Ni idea. Aun sin levantarme escucho como detrás de mi se cae algo haciendo que yo saltara de la cama por el susto. Y Cuando vi de quién se trataba suspiré.

–Luna joder, mi lampara vas a pagarm-yo mismo detuve mis palabras al darme cuenta que la chica estaba poniendo sus pantalones y que estaba en sostén. Alarmado me miro y solo traía conmigo unos boxers.

–¿A-acaso tu, t-tu y yo...?

Su entrecejo se frunció y comenzó a negar mientras una risa se asomaba en sus labios.

–¿Estas aun ebrio, Bradley? Si quiera dormí contigo, malhumorado–contaba mientras se abrochaba el jean.

–¿Me explicas como es que llegaste a... –pause y ordene a mis pies que caminarán hacia donde se encontraba su blusa tomándola en manos–esto?

Mire como se encogió de brazos y se sentó en la cama observándome fijamente, yo también la observaba a ella, y el sostén azul que llevaba puesto porque resaltaba en su palido color de piel, dándole algo de de vida. Me empecé a cuestionar el porque me encontraba tan fascinado por aquellas partes descubiertas de su piel. Y mientras pensaba en eso, me di cuenta que era primera vez que veía a una chica en ropa interior. Así pasamos unos minutos, ella mirándome, y yo mirándola a ella y a su sostén azul, hasta que la castaña alzo su ceja y yo le lance la camisa para luego sentarme a su lado. Y no tardo en contarme sobre anoche...

–Estabas borracho, y muy fuera de onda también–comenzó con su cuento y le agregó una risa que no duro mucho en contagiárme–y bueno básicamente, me hartaste y te traje a casa no me preguntes como porque ni yo lo se, pero hombre estabas peor que yo y ni la puerta podías abrir así que te ayude, te subí acá me trataste borde vomitaste mucho, me trataste borde otra vez y tu mismo te quitaste la ropa y te acostaste...–se detuvo, tomo su zapato y comenzó a colocárselos.

–Mierda–murmure pasando la mano por mi cara tapando la vergüenza, y mas lo quería hacer cuando ella dijo lo siguiente:

–Ah, pero antes de eso te dije que me quedaría un rato hasta que amaneciera ya que era tarde para ir a casa y tu solo dijiste que te rehusabas a dormir conmigo, así que dormí en el puff–su mano señaló al mueble sin forma azul que se encontraba en la esquina de mi habitación.

Mis mejillas estaba rojas y en mi boca podrían haber entrado moscas de lo abierta que estaba.

–¿En serio dije eso?

Asintió levemente y hizo una cola en su cabello.

–Si pero tranquilo, estaba muy ebria y hasta hace un rato pensé que era mi cama si no fuera sido por tu papa tocando no me des-cuando de su boca salió la palabra "papa" deje de escucharla por completó y mi cabeza automáticamente comenzó a gestionar una y varias maneras de sacar a la chica de la casa sin que el se diera cuenta.

–¿Me estas echando?–fue su pregunta cuando le dije que no podía irse por la puerta ya que no quería tener que lidiar con alguna charla respecto a esto, o ella con papá.

–Ummmm, no lo veas de esa manera solo te...–estire la ultima palabra para buscar que decir, no quería que pensara que la corria aunque, prácticamente lo estaba haciendo–te estoy despidiendo antes de tiempo, es todo–finalice con una sonrisa expectante a su reacción siguiente.

–Eres un idiota–enojada tomo mi almohada y la utilizo para golpearme repetidas veces.

–Hey, ya basta–pedia riendo, y cuando se detuvo dije mirandola divertido–¿Quién es la malhumorada ahora?...

MoonlightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora