Space Between Us [Mysticshock]

Capítulo 2

En la noche, Darcy no podía pegar un ojo, no dejaba de dar vueltas en la cama, quizás el jet lag le estaba afectando o a lo mejor era el simple hecho de no poder dejar de pensar en Stephen. Luego de un suspiro se sentó en el borde de la cama y tomó el espejo que estaba en la mesa de noche.

–¿Qué te pasa Darcy? Sí, tu normalmente actúas extraño, pero esto no es normal. Cruzar el océano por un hombre que ni siquiera conoces ¿Qué es eso? Debería darte un cachetada. -Bajó el espejo un momento y recordó el momento en el que él se quitó los lentes y le miró.- Esos ojos ¿Por qué no puedo dejar de pensar en sus ojos? ¿Por qué siento que lo conozco? -Se lanzó nuevamente en la cama y tocó el dije en su cuello- ¿Qué significa esa promesa? Ay por favor, me voy a volver loca. Tengo que dejar de pensar en él. Sí, eso es lo que debo hacer, dejar de pensar en él. -Dijo esto y luego hizo un puchero mientras se tapaba los ojos con un cojín-

Mientras, en su habitación, Stephen tenía una de esas pesadillas. En la misma, repetía una y otra vez aquellas dolorosas muertes que sufrió en su bucle temporal con Dormammu. Pero no solo soñaba con ellas, sentía y el dolor de cada una, pero sin poder despertar. Era una situación bastante desesperante. Cuando por fin logró despertar, estaba alterado y sudoroso. Pero entre la exaltación del momento pudo divisar un halo verde en la habitación que se iba desvaneciendo. Se puso de pie rápidamente para tratar de buscar algo fuera de lo normal, pero todo parecía estar tranquilo, todo menos él. Se puso de pie frente al espejo e intentó recuperar el aire.

–Ok, todo va a estar bien. Todo va a estar bien. -Intentaba convencerse a sí mismo- Vamos Stephen ¿Qué es lo que realmente pasa? -Estrujó sus ojos, pero al separar sus manos de su rostro, pudo ver en el espejo toda el área de los ojos cubierta de sangre, se desconcertó ¿De dónde salió eso? Pero volteó a ver sus mano, y fue allí que lo notó, estas estaban completamente destrozadas, cubiertas de sangre y en uno de sus dedos vio como la piel levantada mostraba uno de sus tendones. Ante la impresión del momento Stephen se levantó de un tirón, sí, era un sueño adentro de otro sueño. Le costaba controlar su respiración, veía sus manos que estaban normales, con sus cicatrices, pero normales. Colocó sus rodillas a la altura de su pecho y se tomó la cabeza. Esto se estaba volviendo tan difícil. Pasó sus manos por su cara y luego se tomó las rodillas. En los últimos días, cada vez que algo como esto pasaba, lo único que podía calmarle era pensar en Darcy. Sí, no había vuelto a verle, pero la había encontrado, había cumplido una parte de su promesa, pero no podía forzar las cosas. Estas tenían que darse de una forma natural. Ella no recordaba nada de lo que había pasado, ella no lo recordaba, y él no podía hacer nada al respecto, solo debía esperar a que todo pasara, a que ella le buscara y si eso pasaba podía un paso más, podía intentarlo. Por un instante cerró sus ojos y respiró profundo, intento conectar con la esencia de Darcy, y lo logró, solo la sentía más no la veía. Ella desde su ubicación, sintió una calidez que le hizo sentir en paz.-

A la mañana siguiente, Darcy salió muy temprano del hotel. Estaba muy decidida a hacer algo, pero antes necesitaba tomar aire, así que caminó hacia la estación de metro más cercana. En el camino compró un bocadillo que fue comiendo mientras caminaba. Tomó el metro sin quitar de su mente ese objetivo principal. Su mirada reflejaba determinación, pero por dentro, la duda hacia sus jugadas. Bajó del metro un par de estaciones después y continuó caminando.

En el Santuario, Stephen descendía las escaleras en silencio, estaba muy pensativo, un tanto distante. Wong pasó frente a él y le habló.

–Hubo actividad en el santuario de Hong Kong. Mi presencia ha sido solicitada… -Se detuvo al ver la cara de Strange- ¿Ocurrió otra vez?

–Sí, cada vez son más reales. Más vívidas. -Dijo con un tono pausado-

–¿Necesitaras que me quedé?

–No, tranquilo. Voy a estar bien. A ti te necesitan. Ve sin problemas. -Wong lo veía tranquilo, pero era obvio que estaba alterado, pero se lo reservaba- Si te necesito abro un portal y te traigo -Dijo en tono de broma, pero Wong se lo tomó enserio-

–Espero lo hagas si es necesario. -Strange asintió de igual forma, en broma a lo que Wong le miró fijamente y luego creó el portar para salir de ahí. Stephen suspiró y se fue hacia la biblioteca, tomó uno de tantos libros y se sentó con la intención de leer. Pero la verdad era que no tenía ni un rayito de concentración. –

Por otro lado, a las fueras del Santuario, Darcy observaba desconcertada.

–¿Qué lugar es este? Vamos que esa no es la pregunta indicada, la pregunta es ¿Qué haces aquí? Esto es una locura. Me hubiese quedado en Londres, al menos allá tenía un trabajo y un techo. -Se mordió el labio- Esto da miedo ¿Y si la dirección esta equivocada? ¿Y si sólo es una broma? Ay por favor Darcy ¿Cómo te vas a enterar si no tocas? -Se acercó a la puerta y empuñó la mano, pero se echó hacia atrás- No, no, no. Esto es una mala idea, una terrible idea. -Sentía ese nudo en el estómago que no sabía diferenciar, no sabía si era miedo o emoción.- ¿Y si esto es una trampa? ¿Y si cuando toque la puerta sale alguien y me secuestra? Ay no, no, no… mejor yo me voy. -Dio dos pasos hacia un lado, pero luego retrocedió- Pero pensándolo bien ¿Cómo secuestrarme? ¿Cómo él iba a saber que yo iba a venir? O sea, la tarjeta me la dio en Londres. Es que ¿Te estás escuchando Darcy? ¿Qué haces en la puerta de la dirección en Nueva York, que te dio un desconocido en Londres? Es que estás loca… sí, mejor me voy. -Una pareja que pasaba frente a ella le miró y luego de murmurar algo entre ellos, ambos rieron- ¿Qué? ¿Ustedes no hablan solos? Deberían intentarlo, es catártico. -Les dijo en un tono alto, los dos solo rieron más fuerte. Darcy no le prestó atención. Volvió a lo suyo, se acercó un poco a la puerta- Ya qué, ni modo, estás aquí. Inténtalo solamente. -Suspiró y levantó el puño, pero justo antes de tocar, la puerta se abrió dejando ver a un Stephen que había decidido tomar un poco de aire para despejarse. Al cruzas sus miradas fue como si una lluvia de estrellas bañaran el momento.-

–Darcy -Le nombró él con una evidente emoción. Ella sin darse cuenta sonreía, y cuando vio la sonrisa de él, sintió todo su cuerpo estremecerse, fue como si un rayo de energía recorriese todo su cuerpo, y no podía explicarlo-