Paso altivo, no quiero que nadie sepa de mi dolor, ni que me tenga lástima o pena por mi situación. Yo mismo acepté ser su segundo plato, me atendre a las consecuencias de mis actos y aunque se que mis anhelos se quedarán como simples sueños, s...
Juro que no lo había plan de por medio para este personaje que -obviamente no es mío- ni que hiciera aparición de este tipo, lo escogí al azar por si preguntan.Jamás me imaginé que haría algo así pero me ha gustado el resultado.
Por cierto, sobre las reuniones esas que hacen los amantes del anime, la verdad soy una ignorante en el tema y ni siquera se como se llama lo que hacen ya que bueno nunca he podido ni podré hacer eso, una verdadera lástima pero bueno, no quiero ofender ni nada ya que el lenguaje que ocupo e propio de la personalidad que le puse al personaje, no es lo que pienso yo. Solo quería aclarar eso.
He estado en una carrera en medio de este mar de gente disfrazada como por unos 15 minutos y ya mis pies no dan para más, miro al que está en frente de mi y me percato bien de su aspecto. Su cabello castaño rojizo y liso se alborotaba con la carrera que hacíamos, su tono de piel es un poco apiñonada, es solo un poco más alto que yo y por ahora no he visto bien su rostro. He de decir que si me agradaba lo que observaba, sólo un poco, no se emocionen.
Como ya estaba agotado y creo que ya habíamos perdido a la bola de exagerados que iban a darse en su santa progenitora, decido detener nuestro maratón de la manera más genial de todas: Doy un puñetazo a su cabeza. Sí, eso hice y no me arrepiento de nada.
--- ¡Qué te esperes te digo!- Grito molesto, deteniéndome a la vez que me suelto de su agarre.
--- ¡Auch! ¡Oye! - Se queja volteando a verme, masajeando su cabeza en la zona donde le di tremendo golpe. Es ahora que puedo saber como es, no está nada mal para ser sinceros; sus ojos son de un verde esmeralda brillante, varios mechones tapan un poco su frente de manera casual además de que ahora hace graciosas muecas debido al dolor por el golpe recibido de mi parte. - Al menos a alguien le hace bien mi dolor.
--- ¿Eh? Es culpa tuya, ya nos hemos alejado lo suficiente de esos bárbaros como para seguir corriendo como caballos desbocados. - Me defiendo cruzándome de brazos- Además ¿Tienes idea de cuanto me duelen los pies por usar estos tontos tacones en esta cosa extraña?
---Sapuris de Bennu- Me interrumpe, genial otro como el tarado de Hades- No soy otaku, aún, si es lo que estás pensando. - Le miro incrédulo, ¿Cómo lo supo? Parece que mi cara le resulta graciosa porque le veo y escucho reír. Frunzo mi ceño en señal de molestia- Calma Enojón, sé que usas una Sapuris por el manga y anime Saint Seiya, del cual mi abuelo es supér fan de ellos en cuanto se la mostré por casualidad. Por ello cada año me pide que me disfrace de su personaje favorito junto a él, es por lo mismo que uso un cosplay como tú.
Me sonríe, yo suspiro . No necesitaba un resumen de su vida entera ni de su familia y ... Esperen un momento...
--- ¿Cómo me has dicho? - Pregunto ofendido mirándolo fijamente.
--- Enojón, tan sólo mírate. Ya vas a hacer un berrinche y eso que yo pensaba que eras alguien normal- Dice burlón, yo solo respondo con un gruñido y me doy la vuelta para irme de una vez por todas de este jodido lugar. ¿Quién se cree que es para hablarme así de mi? Es la primera vez que me topo con un sujeto así de despreocupado, tonto...
--- Descarado, arrogante, desconsiderado, patán.
---Oye tranquilo, no te lo tomes tan apecho. Solo jugaba, perdón. - Rápido se coloca a la par mía.
--- No me hacen nada de gracia tus juegos, extraño de cosa dorada que recién conozco - Es ahora que recuerdo que me salvó de esos locos, podré ser antipático pero jamás un malagradecido- Por cierto, gracias por ayudarme hace un momento; de no ser por ti ya tuviera que hacerme una operación facial.
--- Ni lo menciones, a veces ocurren accidentes y los que asisten a estos eventos se lo toman muy personal. - Me informa de manera calmada, yo asiento comprendiendo la situación.
--- Creo que tienes razón.
---Además, una carita tan adorable y gruñona como la tuya no merecía ser estropeada. - Se acaba de ir por el caño todo lo agradecido que estaba, así que aplasto con toda mi fuerza su pie y aunque me encantó el grito que pegó por ello, terminé peor pues ahora ya no podía avanzar más sin querer llorar por la hinchazón. Él se percata de mi dolor por las muecas que hago- Oye, ¿Te sientes bien?
--- No, ya no aguanto el dolor, me matan mis pies estos tacones desde hace rato. - Iba a sentarme ya a media convención cuando siento algo duro bajo mis piernas y también que rodea mi cintura. Noto que me tiene en sus brazos, es inevitable el sonrojarme por su acción a la vez que molestarme. No soy una damisela en apuros.
--- Golpeame todo lo que quieras que de igual forma no te bajaré, necesitas ayuda y para prevenir que la cosa se ponga fea, descansa. - Me sonríe, a mi mente se vienen las veces en que Hasgard me decía que evitara hacerme daño pero... Jamás él hacía algo así como este desconocido, dejaba que hiciera mi voluntad y éste tipo no, me iba a llevar en sus brazos para no tener más dolor y hasta se dejaría que lo golpeara.
---Esta bien, acepto la ayuda pero sólo porque el dolor es insoportable. -Desvío la mirada, hacia cualquier parte para evitar más humillación, tantas cosas me han pasado en menos de un día.
--- Ya que vamos a pasar más tiempo juntos, hay que conocernos mejor. - Dice animado a lo que yo le presto atención y de nuevo le miro, ahora que lo pienso mi cuello terminará roto por tanto mirarlo y no mirarlo. - Primero por los nombres, me llamo Dohko y es un placer conocer a tan adorable y peligroso gruñón.
Ríe por mis muecas de enojo pero lo dejo pasar, quizás no fue una coincidencia encontrarme con él, es inexplicable la confianza que me da. Por ello suspiro y sin querer doy una pequeña sonrisa.
--- Soy Kagaho y no es un placer conocer a un tarado dorado, bromista y... Agradable ... como tú.
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