Capitulo 4: Convirtiendome en un maldito egoista

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Quinta Razón: Mi novia me dejo un día después que murió mi padre no se la razón pero me dejo y otra vez mi corazón se lleno de tristeza y furia ya que este mundo es un mundo de dolor y la vida es demasiada cruel.
Entre 2 veces a la cárcel 1 por maltratar a todo que me hablara de noviazgo y 2 por que intente matar a un amigo que siempre me molestaba y todo esto por el maldito amor.


Sexta Razón: Empezando mi año “egocéntrico“ me estaba preparando para estar solo tanto en la red como en la realidad. Los suspiros despectivos ”egoíssssta" significaban que la gente no me comprendía. Me alejaba de ellos más y más, y la vida acostumbrada parecía desierta y espaciosa. Sin embargo, a la naturaleza no le gusta el vacío. Muy pronto mi mundo se llenó de los asuntos y de las personas a las que con gusto les empecé a regalar mi nueva esencia, que tanto trabajo me costó encontrar.
No me duele regalar el tiempo rescatado de las obligaciones inútiles y relaciones parasitarias, a aquellas personas que realmente lo necesitan. Porque no es ninguna obra de caridad. También es egoísmo. Porque lo hago primero para mí y para mi alma. Sospecho que un egoísta sensato con el tiempo se convierte en un humanista sensato. Y yo estoy apenas en el inicio de esta evolución, pero al menos ya se me cayó la cola.



Séptima Razón: La afirmación "nadie le debe nada a nadie" suena bien pero en la vida real casi no aplica. Rechazar el papel del endeudado eterno obligado a consentir y rendirse no fue tan difícil como dejar de exigir y violar el derecho a la voluntad libre de otras personas. Cada vez que me daba cuenta de que quería dominar la vida de alguien más, me detenía de inmediato a planear mi plan porque en realidad me estaba convirtiendo en un Maldito y desgraciado egoísta. Mis relaciones también estaban endeudadas. Se extinguían por los reproches mutuos "yo te lo doy todo y tú a mí, nada". Porque las expectativas y las exigencias pueden asesinar tanto el amor como la amistad. Solucioné este problema como en las matemáticas. Acepté las condiciones como indiscutibles y suficientes. Dejé de suplicar regalitos para mi ego y sentirme enojado porque mi novia no jugo el guion que invente para ella.
Ahora en cuanto me empiezo a sentir ofendido porque alguien no me prestó la atención que yo esperaba o no cumplió con mi petición.





Octava Razón: Luego empezó la parte más difícil. Empezar a utilizar la extraña e indignante palabra “no“. Por lo general, le decía que sí a cualquier petición emotiva. Me sentía mal al destruir la imagen que había creado ante los ojos de los demás. Pero en cuanto un primer ”no" serio saliera de mi boca, ya no me podía detener. Mis conocidos quedaban tan asombrados como si hubiese chupado la sangre de una persona enfrente de ellos.
Con el tiempo aprendí a separar los granos de la paja y entender cuál petición de ayuda es real y cuál es una simple manipulación. Un "no" justo se convirtió para mí en una base que no me dejaba engatusar ni olvidarme de mí mismo.



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⏰ Última actualización: Jun 06, 2018 ⏰

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