My Boys **Why Don't We Fanfic**

S E I S

Narra: Karen

Justo ahora estaba ocurriendo lo que probablemente sería el momento más incómodo de mi vida; les explico:

Corbyn conducía el auto; Vanessa estaba sentada en el puesto de copiloto; Liz, Zach y yo estábamos sentados atrás. Liz estaba en su teléfono, pero no podía ignorar las miradas fugaces que de vez en cuando nos echaba a los dos, Corbyn se veía bastante tranquilo por lo que pude asumir que no sabía nada de lo que pasaba, mientras que Zach y yo hacíamos de que apenas nos conocíamos.

– ¿Cuánto tiempo llevan viviendo aquí?-. Preguntó Vanessa rompiendo la tensión que había en el auto, aunque a pesar de todo, la creciente incomodidad no se fue.

– Como desde hace un año ¿verdad?-. Respondió mi hermano, Zach asintió

– Más o menos-. Dijo el castaño desinteresado.

– ¿¡Tanto tiempo!? ¿Por qué nunca nos los habías presentado, Liz?-. Preguntó la castaña, Liz solo alzó los hombros sin apartar la vista del teléfono demostrando que no quería formar parte de la conversación.-. ¿Y qué hay de ti Karen? ¿Tienes novio de vuelta en Virginia?-. Preguntó Vanessa, no pude evitar ponerme un poco nerviosa. Corbyn me miró a través de uno de los espejos, y Zach también volteó a verme

– N-no, Claro que no-. Murmuré

– ¿En serio?-. Todos escuchamos la voz de Liz. Zach en seguida se volteó hacia ella y la miró con los ojos bien abiertos. Raios-. Eres muy bonita, deberías tener al menos algún pretendiente. ¿No hay nadie que te guste al menos un poquito?-. Preguntó con una gran sonrisa en el rostro

– ¿Podemos pararnos un momento? Es que tengo que ir al baño-. Preguntó Zach una vez pasamos cerca de una gasolinera, suspiré con alivio. Una vez paramos Zach me guiñó el ojo y salió. Estaba haciendo todo esto a propósito...

**********

Narra: Vanessa

Una vez llegamos a la casa de los chicos Corbyn fue a dejar a Karen en su hotel, Zach fue a darse un baño, Liz se sentó en la sala y yo fui a buscar a Jonah.

Caminé por el pasillo donde supuse estarían las habitaciones, y justo cuando me iba a dar vuelta escuché su voz proveniente de uno de los cuartos.
A medida que me acercaba lo que decía se tornaba más claro y entendible

– No, ya te lo dije-. Parecía estar peleando con alguien-. No volveré allá y nada de lo que digas me hará cambiar de opinión.

Abrí la puerta lentamente asomando solamente mi cabeza. Jonah tenía el teléfono en la oreja, el ceño fruncido y su cabello desordenado, no tenía puesta su camisa y solo cargaba un par de Jeans negros, parecía que se acababa de levantar. Él me hizo una seña para indicar que podía pasar.

Entré, en otra ocasión me hubiese dado pena el entrar a la habitación de un chico en ese estado. Pero justo ahora en realidad no me sentía apenada, él era solo Jonah.

Me miró y frunció el ceño probablemente a causa de algo que le había dicho alguien por teléfono.

– ¡Joder que no! Ya olvídalo-. Dijo tratando de controlar el tono de su voz, las venas se le marcaban en el cuello y sus ojos se encontraban entornados-. Me voy, tengo cosas mejores que hacer-. Dijo y cortó la llamada. Luego bostezó

– Valenzuela-. Dijo con una sonrisa boba en su rostro, todavía tenía la mandíbula tensa y algunas venas sobresalían de su cuello, pero parecía tratar de ocultar el enojo.

– Marais-. Dije siguiéndole el juego, su sonrisa se hizo más amplia.

– ¿A que se debe el honor de esta visita?-. Dijo en un tono caballeroso que me hizo reír. Alcé los hombros.