Capítulo 5

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Se acercó hasta que la distancia fue nula y nuestras miradas se fundieron esparciendo el temor con un beso, ya nada parecía importante; de hecho todo se veía gris en ese instante, lo único colorido eran sus bellísimos ojos. Era mi primer beso, y quería que no acabara jamás. Pero como si la vida le gustara el sufrimiento constante en mí, sin avisar, entró su padre a la habitación cortando lo que es el más bello beso que jamás me han dado, bueno; el único que me han dado.

-Natasha –Dijo Él con calma, mientras me fulminaba con la mirada.

-Disculpe señor fue mi culpa –Dije un poco intimidado por la fría mirada del señor.

-Hijo, no te dije que hablarás –Dijo el papá de Nash haciéndome callar.

-Vete –Dijo Nash- Ahora.

-No, déjame que aclare las cosas –Le respondí.

-Lárgate Josh –Su mirada era diferente, imponente y con enojo.

Luego de que dijera eso, me fui. Me fui aturdido, pensando en tantas cosas. Ella es bella, no merece estar en problemas por mí, pero ella me pidió irme ¿Qué más podía hacer? En fin, ya pasó, ya me fui, no puedo hacer nada más. Pasé toda la noche pensando tanto, en el beso, en como todo se iba a segundo plano mientras sus labios y los míos empezaban a conocerse, era tan placentero, como si sus labios fuesen hechos para que encajasen con los míos, sin duda jamás olvidaré ese beso.

No dormí mucho pensando. Como siempre mamá me despertó temprano para ir al colegio, estaba agotado pero logré estar listo a tiempo para que mamá me llevase. Mamá me dejó en la entrada del colegio, como de costumbre, todo estaba muy normal ese día. Bajé y me quedé en el pasillo un rato esperando a que se hiciera hora de entrar a clases, como de costumbre, estaba sólo. Pasé unos minutos ahí, luego la vi entrar por la puerta, no era ella; es decir, era ella pero no se sentía como ella, no tenía el mismo brillo, había algo diferente en ella, algo le pasaba. Me miró, pero no se acercó a donde yo estaba, así que decidí ir a hablar con ella.

-Eh, hola ¿Estás bien?

-Hola Josh, si lo estoy –Su respuesta no se escuchó sincera.

-¿Segura? ¿Te causé problemas ayer?

-Ya te dije que estaba bien, podemos por favor no hablar de eso.

-Si claro, está bien.

-Sabes debo copiar unas cosas para matemáticas, adiós.

-Si quieres te acompaño.

-No gracias Josh, descuida.

¿Qué fue eso? Sé que solo tengo poco menos de una semana conociéndola, pero ella no es así. Sabía que debía hablar con ella, conocerla más; saber quién es Natasha Hudson. Sentía ese deseo, como cuando corres mucho y necesitas desesperadamente un trago de agua, bueno así necesitaba conocerla, debía hacerlo.

Luego de la primera clase en tiempo de receso, me acerqué a ella, necesitaba hablar, necesitaba conocerla.

-Hola de nuevo Nash –Dije con mucha emoción, algo para lo que no soy bueno.

-Hola otra vez Josh –Dijo de manera fría, algo tenía.

-¿Podemos hablar?

-¿Hablar de qué?

-Hablar de ti, quiero conocerte, saber quién eres Nash, porque no entiendo nada.

Tomó mi mano, y sacando un lápiz de su bolsillo escribió un número telefónico en mi mano.

-¿Esto qué? –Respondí.

-Escríbeme luego del colegio, ahora no quiero hablar.

Luego se fue, sin más, sólo se fue. Quedé confundido (una vez más). Seguí con mis clases normales, ella igual. No me miró ni una vez en todas las clases, solo se sentó, a escribir y escuchar, con mirada perdida lo que decía los profesores. La sentí ausente, estaba ausente.

***

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⏰ Última actualización: Jun 06, 2018 ⏰

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