Tonos Fríos

25: La bola de invierno

El día llegó para mi disgusto.

Pasé casi todo el día rezando para que la noche pasara como la ansiedad de último momento. No probé el desayuno que mamá hizo, apenas hablé con Marissa y pasé el día caminando de un lado para el otro, mirando la habitación y mirando televisión basura. Una multitud de preguntas llenaron mi cabeza; ¿Irá bien? ¿Qué puedo esperar? ¿Tendré que besar a Kathy? ¿Puedo pasar un segundo con Noah?

Hubo muchas preguntas pero no hubo respuestas, ya que las preguntas solo podían responderse conmigo. Había hablado con Noah sobre esto, así que sabía que tenía que irme. Pero estaba fuera de mi alcance cuando se trataba de bailar, trajes, vestidos y bolas de discoteca. No olvidemos una habitación llena de gente a la que odio severamente.

Después de pasar el día en el sofá, decidí apagar el televisor y prepararme, sabiendo que no ir no era una opción. Dirigiéndome a la ducha primero, me bañé, intenté afeitarme (con algunos cortes de más), me arreglé el pelo y me cepillé los dientes antes de dirigirme al dormitorio para cambiarme. Eso fue hasta que la puerta se abrió de golpe, su partida a un paso, deteniéndose a centímetros de mí.

"¡Jacob! ¡Me asustaste!" Ella se agarró a su pecho, pareciendo sorprendida.

"¿Es tan malo?" Noté los pequeños trozos de papel pegados a mis cortes. Ella me dio una mirada comprensiva y una lenta inclinación de cabeza antes de devolverme al baño. Allí, pasó una larga hora frotando diferentes productos en mi cara para cubrir las cicatrices, "Esta es la primera vez que me haz hablado hoy", señaló.

"Estoy nervioso, supongo ..." Me encogí de hombros, cerrando los ojos mientras ella me acariciaba. La base olía fuerte y era un poco abrumadora.

"¿Por qué? ¿Pensé que querías esto?" Ella preguntó.

"Lo hice ... pero no con ella", le dije, "Ni los demás, ni la escuela".

"Entonces, ¿por qué no saliste a una cita?" Ella preguntó: "Nadie va a interrogar a dos muchachos que van al cine juntos o a un zoológico". Ella tenía razón en pensarlo. Podría patearme por eso. Pero al mismo tiempo, no es como si tuviera mucho tiempo para pensar en ello, ya que el tipo formal de invierno surgió y la idea fue una patética.

"Lo sé, soy tonto", abrí los ojos para rodarlos, "Pateame".

"Bueno, solo espero que sepas que esa chica realmente te quiera y que realmente le gustas. Vas a arriesgarte a lastimarla si algo sucede para ser precavido, hazle consciente de que esto es solo como amigos", advirtió Marissa. empacando su maquillaje.

"Dios, por favor no me hagas sentir culpable. Me siento lo suficientemente mal" le dije con un suspiro, "Además, Noah se va con esta chica caliente llamada Alanna así que también tengo otras cosas de qué preocuparme".

Marissa se rió y negó con la cabeza, "¿Qué crees que va a pasar? A Noah le gustas, él es demasiado devoto para hacer trampa".

"¿Devoto?" Yo resoplé.

"Sí, puedes ver en sus ojos cuánto ... es lindo, es todo lo que alguien quiere. Tienes eso, así que aprovéchalo", Marissa me dio una palmadita en el brazo, "Ahora, por favor, vístete para que podamos ver tu hermosa cara limpia".

Después de una larga hora de arreglarme el pelo, ponerme el traje y cincuenta intentos de poner la flor en mi pecho sin que se caiga, me puse de pie, mirándome en el espejo de mi habitación. Suspirando, me lamí los labios, ¡estaré feliz de estar allí! Noah estará ahí ¡Estará bien y estarás bien! Sígueme el rollo. Eché un vistazo al reloj de mi mesita de noche y vi que eran las diez menos diez.

Tragando ansiosamente, me volví y tomé la pulsera rosa de mi cama y salí de mi habitación. Con cuidado, me dirigí hacia la escalera, sintiéndome rígido e incómodo en mi traje. Siempre sentí que era como estar en un pequeño tubo, sin poder moverme o caminar normalmente. Supuse que era porque era muy formal y yo no.