Tonos Fríos

34: ¿Qué está pasando?

Pasó una semana. Los padres de Noah insistieron mucho en que él entrara a la escuela con ellos y que no tomara el autobús, apenas lo vi pasar por el pasillo. Y yo era culpable de eso. Cada vez que lo sorprendía mirándome, me decía a mí mismo que era lo correcto, mantenerse alejado y concéntrese en mí. No quería ponerlo peor con su familia y definitivamente no quería forzarme a nada. Lo amaba, pero necesitaba estar solo antes de poder estar con él.

El me hizo daño. Esa no era una pastilla fácil de tragar.

Para distraerme, le escribí a Ana mucho más. Escuchando sobre sus días en el Centro. Ella me contó acerca de una amiga que hizo, Marcella.

Aparentemente ella era esta chica vegana con padres nudistas de California. La enviaron allí cuando descubrieron que había follado con la mitad de su escuela y en una semana la etiquetaron como adicta al sexo. Lo encontré raro pero Avery se reía cada vez que se lo mencionaba. Recé en secreto para que Ana no la trajera con ella. También me contó cómo había empezado a pintar y me envió uno de un ciervo en un bosque, lo cual fue agradable.

La extrañaba mucho y este fue el tiempo más largo que pasé sin ella. Pasó cerca de un mes desde que ella se había ido y aún conservo su collar sobre mí.

No fue tan malo como antes, quiero decir con mi nueva libertad encontrada vinieron seguidores. En su mayoría chicas que me rodeaban, preguntándome cómo era besar a Noah, si habíamos tenido una cita, qué habíamos hecho juntos. Otros eran solo el grupo de Tom que constantemente me preguntaba si alguien me estaba molestando. No me malinterpretes, no fue todo bien. Siempre había algún gilipollas ocasional que me gritaba 'Marica' o dejaban dildos en mi casillero. Sabía quiénes eran y lo gracioso es que al día siguiente, pasarían de mí ignorando toda mi existencia.

No sabía cómo lo estaba afrontando Noah. Quería preguntarle a sus amigos, ver si estaba bien pero en cambio simplemente continué con mi trabajo y me mantuve solo. Dentro; Estaba gritando por él.

"Así que, una vez más, ¿en qué año fue Pearl Harbor?" Kathy preguntó detrás de las tarjetas de estudio que había dibujado.

"Um ... diciembre ..."

"Sí ..."

"7 de diciembre ..."

"Sí ..."

"7 de diciembre ... 1942?" Adiviné.

"¡WAH!" Ella gritó "Incorrecto, 7 de diciembre de 1941. ¿Deberíamos intentarlo de nuevo o ya terminaste?" Ella preguntó. Habíamos estado en el césped de la escuela durante años, un pequeño picnic a nuestros pies mientras adivinaba millones de tarjetas de estudio.

Gimiendo, sacudí mi cabeza, "Por favor, no".

"Estoy contigo en eso, yo todavía tengo un par de meses para convertirme en una persona mayor, yo no quiero estar escuchando esto", se quejó Alanna tomando el sol. El SAT estaba a solo unos meses y sabía que tenía que estudiar todo lo que podía, pero nunca fui bueno en esto. Estudiando bajo presión. Sin olvidar que fue un buen día hoy y solo quería relajarme.

"¡De acuerdo!" Kathy arrojó las cartas.

Alanna imitó un silbido de gato y miró a Kathy, "Escalofriante, Kath. Es un buen día, no lo estropees siendo un poco nerd".

Recogí mi botella de agua, sorbiéndolo para secar mi boca que no había dejado de moverse con cada tarjeta que Kathy sacó. Hasta ahora habíamos ejecutado literatura inglesa y biología y eso ocupó la mayor parte de nuestra pausa para el almuerzo.

"Hola".

Todos miramos hacia arriba y la silueta de la persona parada frente a nosotros, la luz del sol brillando detrás. Con los ojos ajustados a la luz, vimos que era Noah. Aparté los ojos tan pronto como me di cuenta, jugueteando distraídamente con la tapa de la botella. "Oye, guapo, ¿cómo va tu día?" Alanna sonrió, deslizando sus gafas y guiñándole juguetonamente el ojo. Kathy le dio una patada levemente y le lanzó una mirada, "¿No quieres estudiar?".