Tonos Fríos

2: Fiesta en la piscina

Esto estaba sucediendo.

En realidad estaba sucediendo. Iba a una fiesta esta noche y no a cualquier fiesta, sino a una fiesta con Noah. Sé que dije que no estaba interesado y eso, pero no iba de fiesta de todos modos, sino que iba sabiendo que estaría con él toda la noche. Lo vería sin camisa, mojado y en el agua. Como lo imaginé. La invitación me envió a casa sonriendo mientras bajaba del autobús, saludándolo con la mano mientras nos separamos. Todo el viaje en autobús él me dijo qué llevar. Tener una madre dependiente del alcohol me lo hizo fácil.

Me dirigí a mi casa, di un salto cuando abrí la puerta y entré, "¡Mamá! ¡He vuelto!" Grité. El olor a pastel fresco nadaba desde la cocina hacia mí. Ahora este es el caso, mi mamá era la típica ama de casa que verías en los carteles sexistas que dicen 'Esto es lo que todas las mujeres quieren para Navidad'. Ella mantuvo la casa en perfectas condiciones, todo parecía una imagen de una revista vintage. Ella cocinaba, llevaba un vestido azul y zapatos a juego, su cabello rubio com un un moño limpio sobre su cabeza. Sin embargo, durante la noche, esa sonrisa se desvanecia y tambiém el licor del gabinete de la sala.

Es gracioso, lo que sucede a puerta cerrada.

Mi hermana Avery hubiera estado aquí, debería haber estado aquí. Pero ella se ha ido. Avery era un año mayor que yo y asistió a la universidad comunitaria. Y ella nunca siguió las reglas, algunos la llamaron 'La rebelde sin causa'. Simplemente la llamé una puta. Mi otra hermana, Marissa, estaba en la universidad a unos pocos estados en Chicago. Solo estaba a una llamada de distancia, sabía que obtendría el vuelo más rápido si se lo preguntaba, pero no era lo suficientemente egoísta como para hacerlo. Ella tenía suficiente en su vida.

Así que mamá era mi problema. Me quité los zapatos y entré en la casa ordenada. Una casa a la que te daría miedo tocar cualquier cosa, con el temor de hacer el más mínimo desastre, "¡Aquí, Jacob!" La voz cantante de mi mamá sonó desde la cocina.

Continué y la vi de pie junto a un pastel recién horneado, radiante como si acabara de hacer la obra maestra más grande del mundo: "¡Una tarta de manzana, recién preparada por la Chef Momma!" Ella agitó sus manos dramáticamente, "Nos hemos equipado con helado y soda. Así que estoy pensando, esta noche, después de la cena, podemos terminar un pavo y quedarnos en el sofá viendo viejas películas con esta chica mala" Ella parecía tan feliz y eso lastimó mi corazón. Sabía que a las siete ya estaría tan borracha como un marinero, pero odiaba decir algo.

"Ah, bueno, um ..." Debo haber emitido un letrero cuando su hermosa cara cayó de feliz a molesta, miró hacia abajo al mostrador y se mordió el labio inferior, "Es solo una fiesta".

Su cabeza se disparó, "¿Una fiesta?" Ella rápidamente colocó una mirada feliz en su rostro, "Bueno, deberías ir-"

"¿Estás segura?"

"¡Sí, sí! Siempre habrá un mañana, ¿no?" Ella se rió, pero yo sabía que estaba herida.

"Me puedo quedar-"

"No seas tonto, casi nunca dejas la casa. Ve y diviértete", me saludó con la mano. Fruncí el ceño un poco y me volteé ligeramente mientras la miraba, su expresión se volvió distante y los dientes mordiéndose salvajemente en sus uñas. Me detuve y me volví completamente hacia ella, pero me sobresalté cuando ella me miró, "¡Oh! ¡A salvo! No hagas nada, solo mantente a salvo, ¿de acuerdo?"

Asentí con la cabeza, "Sí".

Con eso me volví rápidamente y me dirigí al pasillo sintiéndome como una mierda. Podría saber que beberí más temprano de lo normal ahora. Odiaba eso. Subí a mi habitación y cerré la puerta arrojando mi bolsa y mis libros a mi cama. Hoy había pasado de bueno y luego a la mierda y era agotador.