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—¿Para qué quiero yo esto? —dijo el castaño mientras hojeaba el diario que acababa de regalarle uno de sus mejores amigos, Lee Sungmin.

—Es un regalo, solo tómalo, Ryeo.

Ryeowook guardó el diario con desconfianza dentro de la mochila escolar ¿Para qué diablos Sungmin le regalaba un diario? Y más, uno rosa, suficiente tenía ya con que aquellos sin vida social hicieran bromas respecto a sus gustos por los chicos.

—Uno a veces debe descargar todo lo que siente. Tú tienes un problema, y se llama Kim Jongwoon —Wook miró a todas direcciones cuando su amigo soltó el nombre al viento, cerciorándose de que nadie, en especial Jongwoon, lo hubiera escuchado. Por fortuna el área donde se encontraban estaba vacía—. Si me escucha te estaré haciendo un favor.

Para algunos él era también Yesung, sin duda un bonito apodo, pero para Ryeowook era Silencioso. Mote que le causaba gracia, pero al mismo tiempo, dado con cariño. Yesung rara vez hablaba, siempre estaba muy serio y su rostro era indescifrable.

—No. Nada de eso. Él es... Ni siquiera me mira en el almuerzo. Te aseguro que desconoce mi nombre, y eso que estamos juntos en clases —y lo aseguraba. Yesung no sabía su nombre. Jamás le había dirigido la palabra, ni un hola en las mañanas. Nada.

—No lo creo. Me he asegurado estos siete meses de gritar tu nombre cada vez que te llamo. Él lo sabe —sonrió Min. Wook solo suspiró cansado, su amigo le pedía que se confesara, pero no podía hacerlo sin sufrir un ataque de taquicardia.

Yesung había sido transferido de escuela hacía siete meses. Tiempo suficiente para tomar la atención de Ryeowook, un chico normal de 17 años que asistía a la escuela con un promedio sobresaliente. Pero en todo ese tiempo, el joven no había tomado gran interés en él, lo cual era decepcionante.

—Tengo miedo, Min. Yesung es tan raro, no sé cómo acercarme a él. Me asusta y me atrae al mismo tiempo. Si le digo que me gusta, ¿qué pasará?

—Lo peor sería un rechazo. Pero que eso no te derrote. Hombres hay muchos, excepto Kyuhyun, él es mío—aclaró —. En dado caso él se lo pierde, ¿no?

Wook asintió. En la próxima oportunidad se declararía a Yesung.

Una carta para Silencioso (YeWook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora