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Minah se dejó caer sobre el pecho del mayor con suavidad. Las manos de él no tardaron en rodear su cintura para apretar aún más su cuerpo contra el de él, parecía intentar fusionar los cuerpos de ambos en uno como habían sido hasta hacía unos segundos.
Sus respiraciones, aún aceleradas tras el orgasmo,eran el único ruido que se podía escuchar en la casa. A continuación, un sonoro beso que él dejó sobre su cabeza.
Tras unos segundos recibiendo caricias en la espalda de parte de su amante, se levantó de la cama y, junto a ella, él, que se deshizo del condón y se puso su ropa interior.
Al girarse hacia ella sonrió. Minah se había puesto la camiseta que él llevaba aquel día, junto a sus braguitas, y ya estaba tumbada en la cama.
Se tumbó junto a ella, volviendo a pasar su brazo por la cintura de la mujer, y atacando sus labios. No quería desperdiciar ni un solo segundo con ella, era por ello que cuando estaban juntos no podía apartar sus manos o sus labios de su cuerpo.
El móvil de ella le avisó que tenía una notificación y, a pesar de que él trató de impedírselo, ella se alejó de sus labios para ver qué sucedía.
- Joonup quiere que vaya a su casa- le informó, él se sentó en la cama al escuchar aquello-, dice que tenemos que continuar las preparaciones para la boda.
- ¿Sigues con eso?- le preguntó él, claramente indignado.- Minah, pensé que habías hablado con él...
- Hyunwoo, no puedo- negó ella con la cabeza-. Es mi deber. Tengo que casarme con él, lo sabes.
- Sé que no debes casarse con alguien a quien no amas. Eso es lo único que sé.
El silencio se creó entre los dos. Minah lo observaba. Hyunwoo tenía su mirada clavada en las sábanas. Había tenido la esperanza de que su amante dejara de complacer a sus padres y se negara al matrimonio para poder estar juntos. De hecho, continuaba teniendo aquella esperanza, sin embargo, debido al tiempo que había transcurrido, una voz interna le decía que abandonara aquella idea, que aquello nunca pasaría.
- Hyunwoo, te amo- le dijo, acercándose a él para dejar un beso sobre su mejilla y acariciar sus hombros-, pero no puedo hacerle esto a mis padres.
- Pero sí a mí. Y a ti. Seremos tú y yo quienes suframos si no acabas con esto, Minah.
La mujer suspiró, apoyando su cabeza en uno de los anchos hombros de él.
- Dejaremos de vernos- le dijo, su tono mostraba tristeza-. Joonup no quiere que siga trabajando en el hospital. Dice que con su salario es suficiente para que podamos mantenernos. Quiere que tengamos hijos y que yo me ocupe de ellos.
- Es un indeseable- comentó él entre dientes-. No sabes cuánto lo odio.
- Hyunwoo...
Se observaron a los ojos durante unos segundos. En aquellos momentos no necesitaban comunicarse con palabras.
