¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Changkyun estaba tan concentrado en lo que estaba haciendo que cuando miró el reloj que colgaba de la pared por primera vez desde el inicio del trabajo que realizaba con Hyomin y vio que marcaba las cinco menos cuarto de la mañana se sorprendió. No habían hablado mucho, solo unas preguntas básicas sobre cómo quería el otro que hiciera su parte correspondiente, ya que se trataba de un trabajo en equipo. Se estiró en su asiento y volvió la mirada hacia su compañera. Negó con la cabeza cuando la vio con la cabeza sobre la mesa, frente al teclado del ordenador. Debido a que tenía la cara girada en su dirección podía ver que, efectivamente, se había quedado profundamente dormida.
Movió el ratón del ordenador de la chica, desbloqueándolo. De fondo de pantalla tenía una foto de ella junto a otro chico: lo conocía, era Hyungwon, iba unos cursos por encima de ambos y cursaba algo que, realmente, no le interesaba, pero sabía de su existencia porque siempre que salía de clase lo veía caminar junto a Hyomin, agarrando su mano. Rastreó con la mirada los archivos que se encontraban en el escritorio hasta encontrar el título de su trabajo, sobre el cual pinchó dos veces. Al abrirse vio que la chica había escrito quince páginas. La observó, comprobando que seguía dormida, antes de comenzar a leer por encima su parte del trabajo.
Había terminado, suponía que por eso había guardado y cerrado el archivo, pero aunque estaba acabado, no estaba perfecto. Cerró la pantalla del portátil y comenzó a golpear con suavidad su hombro.
- ¿Eh?- ella abrió los ojos, desconcertada.
- Vete a la cama- le dijo. Ante esas palabras ella se levantó rápidamente.
- ¿Qué hora es?- Changkyun señaló el reloj.- Joder, no hay trenes a esta hora...
- Por eso te digo que te vayas a la cama- insistió él, levantándose de su asiento para guiarla hacia esta-. No me importa si duermes en mi cama. Yo aún no he acabado...
- Puedo acabarlo yo...
- Duérmete- insistió.
Ella se tumbó sobre la cama, sin dejar de mirarlo. No podía dejar de mirarlo. Lo había intentado tantas veces... Pero era imposible. Era como un imán. Era imposible alejar su mirada de Im Changkyun. Él le dedicó una ligera sonrisa antes de arroparla con las sábanas.
- A veces pareces un bebé- rió él.
- ¿Quién eres y por qué me tratas bien?
- No te acostumbres. Solo lo hago porque me das pena.
Hyomin le dio la espalda tras suspirar, definitivamente Im Changkyun no se merecía que sus ojos no pudieran sino mirarlo a él. El chico le dedicó una última mirada antes de sentarse frente al ordenador de la chica. Tardó poco en corregir lo que estaba mal, eran pocos los errores que la chica había tenido. Volvió a cerrar el ordenador y observó su cama, ocupada por ella. ¿Qué tan mal estaba si se acostaba a su lado?
