Era 24 de Diciembre, Nochebuena, el peor día para mí, pero uno de los mejores para los otros. Nochebuena era un día para pasar con la familia y como mi padre no estaba ya de hace 5 años esta festividad está siendo una mierda para mí desde entonces. Cuando llegaba la hora de la cena se sentía vacía, aunque estaban todos mis familiares. La comida que preparaban mis abuelas estaba muy rica, lo gozaba mucho.
Este año todo iba a ser muy diferente, podría usar el artilugio para encontrarme con mi padre y poder estar con él.
Acabó la cena y me fui a mi cuarto para usar el artilugio. Cerré la puerta con cerrojo y lo usé.
Vi la sombra de él. Estaba como huyendo de algo pero no lo entendía muy bien. Llegó hasta una pared, me acerqué a él pero tenía miedo de algo que ocurría. De repente lo avisté, mejor dicho, la avisté, era mi madre.
- ¿Qué hacía mi padre huyendo de ella? - pensé.Mi madre se acercaba lentamente a él
Mi padre estaba atemorizado. No entendía nada, esto era como una película, no podía interactuar.
Mi madre finalmente le alcanzó, tenía un cuchillo en la mano. Cerré los ojos y se escuchó un fuerte golpe. Un charco de sangre en el suelo.
Mi madre le había asesinado, lo de que fue nuestro héroe y lo de que nos salvó la vida era mentira.
Estaba traumado, tenía miedo. Esta sensación ya la había sentido, como ese mareo de ayer.
No debía saber eso, ahora también tenía miedo, pero yo también quería averiguar qué ocurrió para que mi madre llegue a ese extremo.Se cerró la escena
La puerta se abrió, pero si yo había cerrado con cerrojo - pensé.
Era mi abuela, que por cierto después os contaré su historia.
-Hijito, ¿quieres un dulce que ha hecho la abuelita Juani para todos?- dijo mi abuela Margarita.
-Sí, ahora voy. - contesté yo.Averiguaré eso sí o sí.
Hasta otra espero que os haya gustado :D
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Los 103 días
Teen FictionOs vengo a contar mi historia. Vivía en un pueblo solitario, con poca gente pero era agradable. Una mudanza fue mi perdición. Mi vida cambió para siempre, pero a bien.