Amá(te)

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Sacate la venda de los ojos, prende la luz que está justo al lado tuyo, mirate al espejo. Sonreí. Encontrate haciendo muchas poses, riéndote de tus muecas, haciéndote peinados o sacándote fotos. Amá-te. No hay nada más lindo que quererse. 

Ahora escuchá. Nada ni nadie vale la pena para dejar de ser quien sos con tal de "formar parte", "caer bien". Si no coincidís con el grupo pero intentas forzar la situación para "pertenecer", vas a conseguir más rechazo. El presionar las cosas para poder "ser parte de" es como si intentaras poner una ficha de rompecabezas donde no va. Podés hacer que encaje con mucha presión, pero igual se nota que ese no es su lugar y eventualmente se va a salir.


Si uno cambia quién es, cae a un abismo oscuro, y se desencuentra, se desconoce.
En ese abismo solo vas a poder ver de vos lo que los demás ven en vos. Vas a empezar a pensar que sos una marca de ropa, una forma de vestir, las veces que salís a bailar, las mujeres que besas en los boliches, los lugares donde comes, la religión, la orientación sexual, la carrera que estudias.

Y en realidad sos lo que querés ser, sos tus aspiraciones y sueños más grandes, sos eso a lo que le dedicas tu vida porque te hace feliz, sos aquello que te saca sonrisas y te llena el alma, lo que te permite estar en contacto con tu yo más profundo, sos lo que creés ser. Solo necesitas creerlo. No necesitas la aprobación de nadie para serlo, ni que haya alguien que te diga que vas bien. No sos los likes de tu Instagram ni la cantidad de seguidores en twitter.


Estuve mucho tiempo perdida, intentando encontrarme. Me costó mucho tiempo lograrlo, porque pensé que estaba sola. 

No me sentía suficiente para nadie, ni nada. No me sentía capaz de hacer lo que quería y por lo tanto no lo hacía. Me rodee de personas que se encargaron de mostrarme lo inútil que era para ellos y lo estúpida que resultaba al decirles mis aspiraciones, porque todo lo que pensaba era estúpido, y empecé a comportarme como ellos, para dejar de serlo. 

Solo lo pude ver cuando cambié de ambiente, y me junte con personas que todo el tiempo me empujaban a ir más allá y cuando tenía miedo me decían que intentara igual, que todo me iba a salir, que si era capaz, que confiara en mí. Y fui encontrando distintas partes de mí que habían quedado sepultadas en algún lado, y me miraba al espejo y podía ver a la persona que soñaba con ser, y me sonreí muchas veces. 

Siempre que sentía que el mundo iba mal, que estaba siendo un desastre, aparecía una de estas personitas cual cronopio de Cortázar para alegrarme el día con sus bailes.

Como el que me vio en la fiesta de 15, frustrada y triste por tener un pie esguinzado, pisarme todo el vestido, estar ardida por el sol y me miró y me dijo "Eh, estás hermosa." Así, desde el corazón, y me puso una sonrisa en la cara. 

O el que siempre que me ve mal, insegura, e incluso cuando no lo estoy, me repite una y otra vez todas las cosas lindas que tengo y todo lo que soy capaz, me hace creer en que puedo llevarme el mundo por delante si quiero y me apoya para hacerlo.

Sacate la venda de los ojos, prende la luz que está justo al lado tuyo, mírate al espejo, sonreí. Amate. Encontrá a tus cronopios.

RefraccionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora