CAPITULO I

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CAPÍTULO I
DONCASTER/REINO UNIDO
NOCHE BUENA
11:28 P.M.

<<LOUIS TOMLINSON>>

Es veinticuatro de Diciembre y el frío es casi insoportable, ni siquiera el calentador que había en la casa ayudaba porque aún podía sentir como el frío se colaba por debajo de mis prendas haciendo que mi piel se erizara al hacer contacto.
Nos encontrábamos en casa de mis abuelos celebrando noche buena y mi cumpleaños número dieciséis. Toda la familia cenaba entre risas y bromas mientras yo solo movía de un lado a otro la comida con asco, mi familia siempre tiene la costumbre de hacer cenas asquerosas en mi cumpleaños y la torta la sustituían por alguna otra cosa asquerosa.

No tenía apetito de nada ya que mi cabeza solo se dedicaba a pensar la mejor manera para decir "soy gay" sin dejar a mi familia devastada, aunque para ser honesto, creo que eso es lo más probable.

Porque estoy seguro que mi padre quedaría decepcionado, sus costumbres mencionadas días atrás resonaban en mi cabeza. "los hombres siempre seremos los que mandamos hijo, las mujeres solo deben de atender a sus maridos" Por esa razón es que me sentía acorralado, mi abuela fue la que le inculcó esas creencias y no podía hacer nada que lo hiciera cambiar su forma de ver las cosas, tampoco podía decir de la nada que me gustan los chicos cuándo se lo católica que es mi familia.

A mi lado derecho estaba mi hermana Felicite y a mi lado izquierdo estaba mi abuela. Aclaré mi garganta para que el nudo que se había acumulado en esta desapareciera pero fue un intento inútil ya que el nudo seguía sofocando mi garganta. Mis manos comenzaron a sudar y por alguna razón el frío que sentía mi cuerpo había desaparecido y la sudadera que antes me propinaba calor ahora me sofoca y la siento mas ajustada que de costumbre.

—Disculpen.—Mi voz sonaba temblorosa antes de que pudiera detenerla.

—¿Ocurre algo cariño?—Preguntó mi madre dejando de lado la interesantísima conversación con mi abuela sobre la receta del pavo.

—Emm... Bueno, me gustaría aprovechar que están todos aquí para decir algo importante.

Mi mirada estaba fija en esa mierda llamada comida que lucía como vómito gracias a que solo jugué con ella desde que la sirvieron, no me atrevía a mirar a las personas presentes en aquel gran comedor de madera vieja mientras decía este secreto, aunque sabía que no debía avergonzarme de quien era, ellos me hacían sentir nervioso y avergonzado con tan sólo una maldita mirada.

El miedo se apodero de mi y no quería seguir hablando. Tenía miedo de lo que pasara después, nunca imagine ser tan cobarde. Porqué prefería cargar con el peso de la mentira en mis hombros y seguir siendo aceptado por mis padres que cargar el peso de la verdad y ser señalado. Estaba consciente de lo cobarde que estaba siendo en ese momento pero las miradas posadas en mi hacían que mi vergüenza aumentará. Era la primera persona en mi familia que resultaba ser gay.

Pero no me podía retractar ahora, no cuando todos esperaban la notícia atentos a mi y mis padres lucían preocupados.
Tal vez soy un idiota por ponerme a mi mismo en ésta situación, eso está claro, porque se el daño que esto me causará pero por alguna razón tengo tentación de un futuro yo siendo libre.

¿Por qué todo es tan maldita mente difícil?
O mejor dicho. ¿Por qué sentía tanto miedo de mi familia? Se supone que ellos me tendrían que apoyar ¿No?

RELIGIÓN GAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora