#4 Ser de Grande

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Y como si nada, el tiempo pasó como un huracán: lleno de emociones y sentimientos fugaces, corazones alterados y aspectos cambiantes.
Y fue así como llegamos a mediados de mayo. Casi llegando a la recta final del último año de instituto... A pocos pasos de instituto superior. Cualquiera estaría feliz, debido a que por fin nos considerariamos unos auténticos adolescentes, otros tristes porque se acaba su infancia y por ende la burbuja protectora de algo llamado "realidad".
A mediados de dicho mes, a todo mi salón le correspondía una charla con la psicóloga, lo cual nos emocionaba a todos ya que era la primera en nuestras vidas y sobre todo con nuestros compañeros y amigos más íntimos. La charla era acerca de las vocaciones y en nuestra pequeña cabeza entendíamos por eso que era el "Hacerce adulto y aburrido por el resto de sus vida" cosa que nos resultaba tedioso el pensarlo. Al comenzar una charla que -de seguro duraría una eternidad- la psicóloga nombró algo que me hizo pensar muchas cosas y hasta reflexionar de algunos actos cometidos. "Tu talento de salvará de toda ocasión, tu misión es descubrirla y explotarla al máximo. ¿Podrás hacerlo correctamente?". Y fue hay cuando mi camino se formó; recordé algo muy extraño pero decisivo que pasó con mi mejor amigo hace algún tiempo atrás...

Hace un año atrás :

Como era costumbre, llegue temprano al instituto y me pareció extraño que el estará antes que yo. "hola, que raro que estés puntual" -le dije en un tono burlesco-.
"No es normal que mis padres me levanten a las 5 am para dejarme y deshacerse de mi tan rápido. Algo traman" -dijo en un tono misterioso-.
Después de eso hablamos de cosas no tan importantes, hasta que se fue a buscar a alguien. Estaba sola y me percaté de que su maleta estaba tirada en el suelo de una manera brusca; decidí recogerla y me dí cuenta de que uno de sus bolsillos estaba abierto. Me dio curiosidad el ver que había adentro, así que lo revisé y lo único que había era una lata rectangular dónde por dentro tenía algo más que parecía vidrio y plástico. No había nadie al rededor, abrí la lata y fue sorprendente lo que vi adentro: Era una jeringa sellada y un pequeño frasco con un líquido color blanco. No sabía cómo reaccionar ante esos objetos, de por sí les tenía miedo; hasta que a mis espaldas escucho: "Cuidado con eso, mi vida está en esas dos cosas".
Con sumo cuidado las dejé en su lugar y guarde la lata en el bolsillo de donde lo saqué, es en ese momento en donde mi mejor amigo me explica que es asmático y sus "Ataques" tienden a ser fuertes, que si no tuviera eso a la mano es probable que él muriera.
Me hizo prometer algo que -hasta ahora en la actualidad- me acuerdo con claridad: "Jura que, si me vez con algún síntoma o ya con inicios de ataque, me inyectaras ese líquido"
Quise alguna explicación más acerca de ese alabado líquido, pero no obtuve más respuesta que un "Juramelo". Yo solo asentí con la cabeza y un automático pero cálido abrazo le concedí a mi amigo.

Fin del recuerdo.

Desde ese momento me interasaba todo lo que tenía que ver con enfermedades y curaciones para los mismos, se me hizo un pasatiempo y pues dentro de todo lo que leía e investigaba se quedaba algo -no todo ya que la gran mayoría eran nombres y cantidades muy extrañas-.
La psicóloga me hizo recordar todo lo que hacía hasta ese entonces y por fin pude descubrir mi verdadera vocación y por ende el porque de mi existencia.
A mitad de la charla se realizó una dinámica que consistía en que la psicóloga nos preguntaba a cada uno de nosotros el "Que nos gustaría ser de grandes", algunos no sabían que decir, otros tenían una pequeña noción de que seguir y por mi parte yo ya sabía que debía elegir; "tengan en cuenta que esta carrera será para toda la vida, elijan con sabiduría"; Al oír aquellas palabras la gran mayoria decidió dejar su respuesta para luego, ya que no tenían una respuesta para tan dicifil pregunta. Solo yo y unas cuantas personas estábamos listas para dar nuestro veredicto, entre ellas estaba mi mejor amiga; y así fue, uno por uno pasaba al frente de la sala a dar su elección a conocer, hasta que llegó mi turno: "solo unas pocas personas ya decidieron que camino seguir. Como dijo la psicóloga, es algo que sera para toda la vida y no podremos cambiar. El elegir esto para mi, significa un paso más hacia la madurez. A mi corta vida e visto cosas que no me puedo explicar pero se que tengo esa fuerza de voluntad bien establecida como para decir mi vocación... Quiero ser una doctora, y de especialidad psiquiatra"
Mis amigos, al escuchar lo que dije, se quedaron perplejos ya que sabían que en mis estudios era una alumna promedio y que para escoger una carrera tan dificil debía de manejar a la perfección todos los cursos que veíamos. Solo se mantuvieron en silencio. La psicóloga pidió un fuerte voto de aplausos y cuando estaba a punto de bajar del pequeño escenario me toma del hombro y dice no sólo para mi, si no que para todos: "¿Y porque exactamente psiquiatría?
A lo cual respondí con total alegría: "Porque me interesan los transtornos que una persona puede cultivar en una cosa tan pequeña que se encuentra almacenada aquí, en el cerebro". Baje de dicho escenario y me fui a sentar.
Es aquí donde me percaté de que era la última chica en que fue a dar su respuesta, tenía la más mínima esperanza en que el también estuviera en el pequeño grupo...
Me di cuenta de que era aquí donde nuestros caminos se comenzaban a separar.
Me veía en un futuro como una verdadera psiquiatra...  Pero a él no lo imaginaba a mi lado, ni como un amigo y mucho menos como una pareja. De una u otra manera lo superaría y era aquí en donde comenzaba yo a olvidar tan amarga situación. Ahora era sólo yo y nadie más.

                                Fin...

Los Imprevistos Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora