Capítulo 10

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—Yo le iba a dar un heredero, esa es mi segunda función principal como “novia oficial”. La primera es complacérselo.

—¿Nunca se lo diste? —pregunta Wells.

—No —mi mirada se pierde en la caja de pañuelos que hay en su escritorio—. No serví ni para eso.

Hoy la he liado en el colegio al tirarle encima el bote de basura a Stephanie por llamarme fenómeno, ahora es ella el fenómeno con ese precioso olor. Me suspendieron por tercera vez en este mes, así que Theodore fue a buscarme; me regañó, comimos y vinimos a su consultorio puesto que aun esta en servicio. Lo curioso de todo esto es que no lo hice para que los Wells se deshagan de mí, sino porque no soporto a esa chica; Tiana tiene razón, es una arpía. Y aquí estoy en una sesión adelantada con Wells.

—Dices que esa era tu función como “novia oficial". ¿A caso tenías otras funciones? —suspiro.

¿Se lo digo?

Cada vez que hablo con Wells me siento liviana, pero Damián…

—Sabes que no revelaré nada de lo que me digas, Chloe —me dice como si supiera lo que pienso.

—Yo tenía misiones, las cuales consistían en… en sacarles información a enemigos de Damián o como él los llama: “dolores de cabeza”. Me daban un frasco con veneno para que lo vertiera en la bebida del individuo, pero… nunca pude hacerlo —mi voz se quiebra—. Las de palizas que me gane por desobedecer eso.

Theodore me mira con compasión.

—Hiciste lo correcto en no hacerlo. ¿Cómo les sacabas la información?  —no quiero contestar eso.

No quiero recordar eso. Siento como un escalofrío recorre mi columna vertebral al recordar el roce de aquellas múltiples manos en mi cuerpo, esas palabras asquerosas, el olor que me quemaba la nariz...

Wells cierra los ojos y expulsa el aire de sus pulmones.

—Te acostabas con ellos —no me lo esta preguntando.

—Solo cuando era necesario.

Lo cual era la mayoría de las veces, digo en mi fuero interno, pero lo dejo ahí, me lo ahorro.

—Pero los días entre semana iba a la escuela y era toda una niña buena con mi conducta… no como lo fui hoy, o... bueno como todo este tiempo —intento quitarle hierro al asunto con una broma para que olvidase el tema.

No quiero recordar nada de eso, me dan arcadas del asco, pero tenía que hacerlo. Por Damián haría lo que fuera.

—¿Por qué hacías esas cosas? ¿No te importaba tu pudor?

—Porque lo amo Wells y por él daría la vida. Entiéndelo ya.

—Eso no es a…

—Deja de decir eso —le interrumpo.

Se crea un breve silencio en el que él toma apuntes.

—Hay algo que debí decirte ayer, pero lo haré ahora —vuelve su mirada hacia mí—. ¿Recuerdas el sábado cuando te dije que debía comentarte algo?

—Sí, después de decirme que tú y el otro loquero se pasan las tardes de té y galletitas hablando de mi vida ¡claro! —Theodore suspira.

—Él no sabe ni siquiera quien eres, es solo una ayuda —ruedo los ojos—. Mira Chloe desde que te conozco llegue a la conclusión de que sufrías estrés postraumático debido al maltrato paternal que sufriste y que por eso aceptaste todo lo que Damián Blake te hacía adoptando el papel de sumisa de tu madre; pero luego me contaste que Damián te secuestró y luego sentiste una especie de confianza hacia a él, algo a lo que llamaste amor a primera vista ¿no? —asiento—. Al comentarle a mi colega, sin revelar tu identidad, tan solo que te secuestraron y lo que sentiste confirmó mis sospechas.

Alma Atrapada (Estocolmo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora