El diario de Jimin ― yoonmin

CAPITULO 3

Conociéndolo

Jimin estaba cansado, cansado de que la maestra de Inglés lo molestara pidiéndole que llevara papeles por aquí, papeles por allá o que los deje ahí, que los deje allá ¿Acaso le vio cara de mula repartidora? Lo peor de todo era que si se negaba la mujer le decia “En mis tiempos los jóvenes eran más asendosos” como si él fuera de esos tiempos por favor estábamos en pleno siglo 21 pero como él era un chico el cual sus padres le enseñaron modales y sobre respetar a las personas mayores no podía contradecirla.

Con un suspiro dejó los dichosos papeles casi tirandolos encima de la mesa junto a una pila pequeña de cuadernos

— Ojala se caiga de las escaleras por ciega y se fracture las dos piernas y se muera— decía arreglando aquellas hojas por orden de cursos ¡Hasta eso le había pedido! Definitivamente le das la mano se te cuelgan al hombro o algo así era la frase

Desde que había llegado a ese colegio y desde que se cambio de país, se podría decir que su vida a mejorado un poco. Cuando salio de Seul y de la pequeña ciudadela en donde antes vivían se había dicho así mismo cambiar por completo, ya no iba a tener los mismos problemas cambiaría por su bien y el de su madre

Mientras arreglaba a regañadientes una voz un poco gruesa lo sacó de sus pensamientos

— Dios santo, nunca había escuchado en mi vida tantas escenas de muerte hacia una maestra —. exclamó un chico de piel pálida que se acercaba a él con una sonrisa divertida adornando su rostro.— Y peor viniendo de una cosita tan tierna.

— ¿Quien eres tú? —. Preguntó con clara molestia en su voz, se cruzó de brazos con el ceño ligeramente fruncido tratando de verse intimidante pero lo único que logró fue que el chico le sonriera con un astivo de diversión.

— Min YoonGi, un gusto — sonrió y jimin no supo exactamente por qué ese pequeño acto lo dejó maravillado.— ¿Tú pequeño asesino con cara de bebé, como te llamas? — Preguntó agarrando una silla con el respaldo hacia delante sentándose en esta.

¿Habia oído bien? ¿Aquel chico con piel de leche cortada le acababa de decir cara de bebé? Que ser tan desagradable

— Oyeme bien, primero, yo no tengo cara de bebé para tu información — bufó — segundo, me llamó Park Jimin y ¡Tercero! hazme un bien y pierdete.

El pelinegro abría y cerraba sus ojos repetidas veces, no podía creerlo ¿ese chico menor a él lo acababa de insultar? realmente tenía agallas para burlarse al hijo del inspector. Él no se consideraba esos bravucones que insultaban a los otros o les pegaba por diversión, no era su estilo, más bien lo encontraba desagradable pero se mantenía lejos de todo y de todos. Aun así, la mayoría sabía quién era, por lo tanto evitaban meterse con él.

— ¡Wow! El cara de bebé acaba de insultarme — negó con la cabeza — Y yo que pensaba que eras una cosita inocente — dijo con un tono falso de decepción.

— ¡No tengo cara de bebé!

— Aja si claro y yo no veo porno— solto una carcajada cuando vio las mejillas del pequeño rubio pintarse de un color carmesí.— ¡Te has sonrojado! — sonrio en grande mostrando sus encías

— ¡C-claro que no! — chillo levantándose de la silla.

— Claro que si..

— ¡No!

— Si

— ¿Acaso no tienes nada más importante que hacer? — despeinó sus cabellos frustrado escuchando como el otro se reía a carcajadas cosa que lo hacia enojar más y hacer un puchero que no paso desapercibido para el pelinegro

— Mira tu, no sólo eres cara de bebé si no también pucheritos— sonrió ladino levantándose de la silla acomodándola en su lugar, lo miro unos segundos antes de alzar su mano — Nos vemos cara de bebé. — dijo esto último para darle la espalda a un muy enojado Jimin

— ¡No tengo cara de bebé! —

«Ah. si tan solo hubiera sabido que desde ese día se iba a enamorar de  Min YoonGi »

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