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—Sí, soy su hijo. Quería saber si tiene algún puesto para mí cómo servicio de limpieza o algo.

—Oh, claro, justamente estábamos de buscar a alguien que nos ayude con algunas cosas acá en la casa, ¿Te parece comenzar mañana? Es un poco urgente.

—Sí, no hay problema...

—Bien, te espero mañana y discutimos tu salario, horarios y demás. Hasta luego.

—Claro, adiós.

Y colgó, lo sabia, muchas veces su madre le había dicho que esas personas eran muy dulces, pero jamás se fijaban las allá de lo material después un gruñido escapó desde su pecho, su Omega estaba fatigado y triste, pero no podía hacer nada, estaba hambriento y no podía pensar en nada más.

—Sólo será mañana, lo prometo. Algo me dice que las cosas saldrán bien mañana, lo sé.

Sin más que hacer o decir, se fue a dormir, esperando que su instinto tuviera la razón y las cosas mejorarán el día de mañana.

Ya era de día cuando su alarma sonó, salió de su cama y se encaminó al baño, abrió el grifo de la bañera y dejó que el agua tibia mojara su cuerpo ya desnudo.

Se baño, se arregló y después salió de su hogar, dirigiéndose a la enorme casa de sus nuevos jefes.

No le sorprendió lo grande que era el lugar, simplemente ya se lo esperaba, eran ricos ¿Alguna otra cosa? No.

Toco un par de veces la enorme puerta y de ella salió una joven de aproximadamente unos 20 años, le dejó pasar y a su nariz llegaron miles de olores «alfas.» pensó y miro en dirección de donde provenía aquel olor; un montón de alfas posiblemente mayores que el estaban sentados en el sofá de la sala, todos lo miraban y el no hizo otra cosa que tragar en seco.

«No, este día no es mejor.»

NOCHE DE LOBOS [KOOKMIN] ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora