One shot Mikannie

Quiet

Era la chica más callada que había visto en mi vida, pero sus claros ojos azules eran suficientes para exclamar los sentimientos de un mundo silenciado.

Ella se quedaba envuelta en una cobija, como confort tal vez y, tenía esa manía de recoger sus propios problemas, y ahogarse en un vaso medio lleno.

Ella solía ser ese extraño tipo de criaturas que entendía que su corazón latía un poco más rápido que el de los demás , porque encontraba ese peso en otra parte de su cuerpo, en su cerebro.

Se subía las gafas una y otra vez mientras se concentraba profundamente en ese nuevo libro, y claro, con esa sonrisa raramente visible desde hace ya casi una década.

Ella solía morderse las uñas una vez más mientras hace matemáticas, teniendo la idea que va a fallar el próximo examen.

Su mente estallaba de millones y millones de magníficas ideas y tenía este pequeño pero fuerte deseo de aprender todo de todos. Ella decía ^El mundo es tan complejo como mi mente^ pero el mundo se reía y le diría que se rindiera, que nunca entendería ni la mitad de ello.

Por un demonio iba a rendirse.

La fuerza humana es divertida, el espíritu humano aún más. Y ella era un espíritu, uno libre, que nunca se rendiría en nada en lo que pusiera su mente. Ella era así, esa era su fuerza y también su debilidad, amaba demasiado pero también hería del mismo modo.

Aveces se asustaba, naturalmente. Pero todas las veces que se caía, y nadie estaba ahí para ayudarla a levantarse, tomaría un profundo respiro, escondía sus rasguñadas rodillas e incluso temblando, se pondría de pie con la cabeza en alto y con confianza. Ella era silenciosa, porque todo lo que necesitaba decir era dicho con sus ojos.

Y vaya, que hermosa forma tenía de decirlos.