Habitación n° 24

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No eran amantes, y probablemente no podríamos decir que eran amigas, pero siempre supieron que eran una para la otra.

Ambas lo veían venir, se habían enamorado de la persona equivocada.

Annie sabia que era ella, esa que rompería los esquemas y quemaría su alma hasta dejarla en cenizas, tan debil, que le hacia pensar que un soplo de su respiración seria suficiente para arrastrarla hasta el mismísimo infierno.

Mikasa lo sentía, porque eso es lo que ha hecho toda su vida, tras ese rostro impacible solo habían angustias y heridas abiertas de un corazón roto, por tantas cosas, que ni ella era capaz de contarlas,ella sentía que en las noches sin la calidez de Annie a su lado las paredes le aplastaban las emociones ,sentía que no podía respirar sin aspirar antes la esencia de su cuello o sin besar las pestañas doradas,todas esas cosas que acostumbraba a hacer , sentía que sus piernas temblaban, porque se estaba hundiendo en su propia oscuridad, y era casi imposible salir de esta sin devolver mariposas muertas , porque de los errores se aprende, porque amó tanto que lo dió todo sin siquiera darse cuenta, pero Annie parecia seguir pensando que era un mal chiste, un suspiro de desesperación por sentir lo que sea de ambas.

Aveces el aire no es suficiente para alguien que se ha estado ahogando durante tanto tiempo.

Aveces uno termina rodeando el perímetro, porque si entra no sabría como salir , eventualmente lo tienes que hacer, todos tienen que.

Des afortunadamente la vida es así, como una sonrisa efímera en el rostro de tu amante, esa que nunca deseaste ver.

Siempre supieron que estaban destinadas a sufrir si admitian el minimo aprecio entre ellas , sabian lo que venia, pero sabian tambien que no podian evitarlo para siempre .

AsÍ que el dia vino, y ninguna de ellas negó el placer de contar en reversa ante los ojos de la ventana desnuda en la habitación numero 24 , porque conocÍan el significado de la soledad, porque habían aplastado sus sueños bajo el tacto de su propia piel por tanto tiempo ,que cuando tuvieron con quién soñarlos , los escondieron aún mas ,teniendo la certeza de que el amor no era mas que un juego de pasión y lujuria , cosa que no duró mucho en sus cabezas porque en cada beso solo sentían que esas mariposas muertas revivían.

Asi que decidieron que si sangraban por dentro tambien lo harían por fuera, por eso las mordidas de media noche que lograban colarse entre el tabaco y la lúgubre luz de una vela; y así, sufrian su amor por dentro, por fuera , y por verso, porque no importa cuanto intentaban, porque ya no había manera.

One shot Mikannie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora