Todos los días, se dirigía al clóset para elegir el atuendo del día, por unos minutos observaba un viejo traje, que años atrás le encantaba. La tentación por las nuevas prendas le ganaba y terminaba ignorando lo. llevaba olor a bellos recuerdos de su época más dura, de la época donde solo lo acompañaba ese viejo traje. Un día quiso usarlo, pero era tarde, el abandono lo deterioro de tal manera que la tela se rompía con el tacto.
Por: Crisgley Escalona