Chibi Zero.

Primera parte

Chibi Zero —Parte uno—

Los tres vampiros no  podían creer lo que sus ojos veían.

Todos estaban sorprendidos, unos más que otros. Pero los tres vampiros coincidían en que lo que estaban viendo era, físicamente imposible.

—Takuma tu cara da miedo... ¿Podrías detenerte?...—Opino como quien no quiere la cosa el más alto de los vampiros ahí presente.

El mencionado no hizo  nada de caso, su expresión de psicópata homicida no cambio ni un ápice. Y continuaba mirando con intenciones de asesinato a su homologo vampiro rubio.

El tercer vampiro en discordia  solo miraba en silencio mientras terminaba de comerse un pocky de sabor chocolate.

Mientras tanto cierto rubio no hallaba donde esconderse mientras sudaba la gota gorda y escalofríos de terror, llenaban su cuerpo por la mirada que aquellos tres vampiros le estaban mandando.

—Aidou...—susurro con voz de ultratumba Takuma—....¿Qué significa esto?...

Y como si fueran uno la mirada de todos se centró en la pequeña criatura que los miraba a todos con una expresión de curiosidad en su carita y con unos grandes e inexpresivos ojos amatistas, que se aferraba con su manita al pantalón de joven noble controlador del hielo.

—Explícanos porque Kiryuu Zero tiene la apariencia de un bebe de dos años...—exigió sin ninguna sonrisa en su rostro el joven rubio de ojos verde.

Y Aidou continuaba temblando de miedo mientras sus labios hacían un puchero.

—¡¡Maldita sea Aidou!! —Exclamo con mucho enojo Takuma, olvidándose de su alegre personalidad y mandándola al carajo—¿¡¡Que le has hecho a mi Kiryuu-kun!!?...—exigió siempre sonriente vicepresidente de los dormitorios de la luna con cara de homicida mientras le pellizcaba las mejillas al mencionado para que hablara de una buena vez por todas.

—¡¡Soy inocente Takuma!! ¡Además Zero también es mío! Y no me pegues en el rostro...—trato de defenderse inútilmente Hanabusa Audou

Y mientras un rubio trataba de cachetear al otro rubio....

El más alto de los vampiros se acercó al lindo bebé—Zero-kun es tan pequeñito....—comento el controlador del fuego mientras tomaba en sus brazos al lindo y chibi Zero, que solo lo miraba con tremenda curiosidad.

—Ten Zero...te presto este conejito para que te haga compañía....—el vampiro capaz de crear látigos de sangre se unió para consentir al lindo bebé peli plata.

¿De dónde había sacado Shiki un conejo de peluche? Era todo un misterio

Ambos vampiros  estaban ignorando olímpicamente a los otros dos rubios tratando de matarse mutuamente al otro lado de la habitación.

Ellos estaban muy ocupados, mimando, consintiendo y admirando al lindo y tierno Zero.

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Ya una vez más tranquilos Aidou procedió a explicar—Como iba diciendo encontré Zero así en las cabellerizas....—se explicó por enésima con los cachetes rojos e hinchados gracias a las atenciones de Takuma.

El rubio vampiro recordaba haber entrado a las cabellerizas para hacer solo Dios sabe qué y encontrarse con la imagen un bebé Zero que lo miraba con curiosidad con la camisa de la academia que le quedaba tremenda y adorablemente grande.

También recordaba el tremendo chorro de sangre que le salió por la nariz por tan linda imagen que se quedó grabada en su memoria para el resto de la eternidad.