Capítulo 30

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Ha pasado una semana y media desde que con Tomás, contamos lo de mi embarazo. Su familia nos ha dado todo su apoyo. Cada vez que voy a su casa me tratan de la mejor forma y mi novio no se queda atrás. Está pendiente de todo, aunque a veces exagera un poco, por no decir demasiado. 

El otro día tuvimos una pequeña pelea porque no quería que vaya con mis amigas al centro comercial porque según él me iba a cansar demasiado. Reconozco que un poco tenía razón pero recién estoy por cumplir el tercer mes. Mi panza ya se encuentra un poco más abultada y de a poco mi bebé va apareciendo pero eso todavía no impide que haga vida normal.

Me gustaría decir que las cosas con mi padre han mejorado pero estaría mintiendo. Casi que no hablamos ya que prácticamente no nos cruzamos. Trato de no estar en mi casa cuando se que él va a estar, y parece que él hace lo mismo. Necesita tiempo y se lo voy a dar, pero no se cuanto más voy a aguantar esta situación. Quiero que mi padre me apoye en el embarazo, que se preocupe por mí y por su nieto.

Hoy tenemos control con el médico y con Tomás quedamos en encontrarnos en el hospital. Tenía que ir al departamento que en unos meses nos mudaremos. Está haciendo algunos arreglos para que cuando nos instalemos este todo en perfectas condiciones.

Después de ir a anunciarme con la secretaria me dirijo a la sala de espera y me siento. Le mando un mensaje para avisarle que ya estaba ahí y que lo esperaba.

Mientras estaba ahí me dedico a ver la sala. Había una pareja y el vientre de la mujer era mucho más grande que el mío. Seguramente le faltaba poco para conocer a su bebé.

-Amor-llega Tomás y se sienta a mi lado-Perdón la demora, hay demasiado tránsito-me da un beso en mi frente.

-No te preocupes, aún no me llaman-lo tranquilizo. Sé que lo dice porque no le guste que ande sola en la calle por si algo me sucede-¿Cómo te ha ido?

-Muy bien, en unos días ya estará listo para nosotros-me sonríe y pone su mano sobre mi vientre. Lo de la mudanza lo tiene muy feliz.

Veo como el doctor Dicson llama a la pareja que antes observaba y se adentran los tres en el consultorio. Ahora solo quedamos nosotros dos. Recuesto mi cabeza en el hombro de Tomás y me pongo a esperar a que sea nuestro turno.

Pasan unos minutos y la pareja sale. Ambos tienen una sonrisa en su rostro. ¿Así me veré yo también cuando salgo de ahí dentro? Nosotros nos ponemos de pie y caminamos hasta el consultorio donde el doctor nos esperaba.

-¿Cómo esta ese bebé?-pregunta tiernamente el doctor cuando nos ve entrar.

-Muy bien, por suerte los malestares han desaparecido. Hasta ahora todo marcha perfecto-le respondo.

-Eso es excelente. Ya tienes tres meses y una semana de embarazo, veo que ya se empieza a notar.

-Así es, un poco-digo acariciando mi vientre.

-Bien, recuéstate en la camilla así controlamos a ese pequeño-hago caso y me acuesto levantando mi blusa-¿Quieren saber qué es?

-¿Se puede?-pregunta Tomás.

-Depende de la posición y de cuanto se deje ver-le responde mientras coloca el gel frio sobre mi abdomen. Empieza a mover el aparato, que no se su nombre, y luego observa la pantalla.

-¿Y qué es doctor?-pregunta un MUY ansioso Tomás. Yo suelto una risita y me mira. Me encojo de hombros y volteo a ver nuevamente la pantalla.

-Este de aquí es el bebé-nos señala una mancha un poco más grande que la de la vez anterior-Pero parece que es algo tímido ya que no se deja ver. Van a tener que esperar hasta el otro mes-veo a Tomi y noto que no le gusto escuchar eso. Parece un niño pequeño.

-Pero, ¿está todo bien?-pregunto porque eso es lo más importante ahora.

-Esta todo perfecto Magui, el bebé está creciendo bien. Tiene un tamaño acorde a la cantidad de semanas que lleva dentro de ti. Si todo sigue así, no tendremos ningún inconveniente-suspiro. Eso me deja tranquila-¿Quieren que les imprima una foto?

-Si, por favor-le responde Tom.

Después de que me diera algunas recomendaciones, Tomás me dejo en mi casa ya que yo quería descansar un poco.


Entro a mi casa y cuando estoy yendo hacia las escaleras para subir a mi cuarto y tomar una larga siesta, siento que mi madre me llama desde la cocina.

-Hola ma-la saludo cuando entro y veo que mi padre está con ella-Hola-digo mirándolo, él me sonríe y eso es algo bueno, creo.

-¿Fuiste al doctor?-pregunta mi mamá y veo como papá vuelve a mirarme esperando una respuesta.

-Sí, recién venimos de ahí con Tomás.

-¿Cómo está mi nieto?-vuelve a preguntarme.

-Todo perfecto. Hemos querido saber su sexo pero parece que aún no quiere mostrarse demasiado-toco mi vientre mientras hablo.

-Hija-habla por primera vez papá-quiero pedirte disculpas. No debí comportarme así. Lamento haber dicho esas cosas horribles. Sabes que te amo y que te apoyare en todo.

Me acerco y lo abrazo. Ahora si podía sentirme feliz completamente. Siento mis mejillas húmedas y me doy cuenta de que estoy llorando. Como en los últimos meses.

-Ya paso papá, solo necesito que estés conmigo y me apoyes-digo mientras nos separamos.

-No volveré a distanciarme-asiento secando mis lágrimas con las manos. Siempre tan delicada Magui.

-Tengo algo para mostrarles-busco en mi bolso y sacó la foto que el doctor nos entregó. Se la doy a mi madre y papá se acerca para ver.

-Eso es hermoso hija, estoy tan feliz por ti-habla mamá con los ojos brillosos. Ser sensibles es de familia parece.

-Te felicito Maguita-así me llamaba mi padre cuando era una niña-Aunque ya no debo llamarte así, estas tan grande-dice nostálgico.

-Siempre seré tu niñita malcriada-le digo y los tres reímos.

Mamá nos dice de tomar un té y ambos decimos que sí. Nos sentamos en la sala y nos quedamos un rato hablando. Definitivamente ahora puedo estar tranquila.

-¿Cuándo conoceremos a ese chico?-pregunta papá cambiando de tema y poniéndose serio. Es bastante celoso en ese tema.

-¿Por qué no lo invitas a cenar?-sigue mamá.

-¿Segura?-ella asiente y lo miro a mi padre que hace lo mismo-Está bien, le diré. Ahora me iré a descansar un rato.

Subo a mi cuarto y le mando un mensaje a Tomás para invitarlo.

De: Magui

Adivina que...

Hable con papá y ya está todo bien.

Me han dicho que te invite a cenar.

Mientras espero que conteste me pongo mi pijama y voy al baño. Cuando me estoy acostando siento que llego un mensaje.

De: Tom

Ahí estaré linda

Me alegro por ti

Decido no contestar y dormir de una vez por todas. Apenas apoyó la cabeza en la almohada me duermo.

No sé cuanto pasa pero me despierto gracias a mi hermoso celular. Que se note que lo digo sarcásticamente. Lo agarro y veo la hora, vaya que he dormido.

Veo los mensajes y algunos eras de mis amigas. Les cuento rápidamente como me ha ido y le digo que nos veamos mañana así les muestro la foto. Leo uno de Tomás diciendo que ya sale para aquí y lo envió hace cinco minutos.

Salto de la cama prácticamente y me doy una ducha rápida. Cuando estoy terminando de vestirme, escucho el timbre y dejo todo lo que estoy haciendo para correr y abrir yo la puerta. Estoy en los últimos escalones y escucho a mi padre abrir. Maldición.

-Así que tu eres el famoso Tomás-le dice.

Siempre el mismo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora