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Smells Like Teen Spirit - Nirvana.

Me encanta estar de vacaciones, pero esto es algo nuevo. Nunca pensé que conocería a una persona como Luke, un chico seguro de sí mismo que quiere a cada persona que pisa el lugar y trata como su propia familia.

Me encontraba en la casa de mi tía, esperando a que ese chico que me recordaba a mi padre, por su forma de ser, me viniera a recoger. Le había dicho que fueramos a algún sitio diferente, y él lo interpretó como una cita así que me pidió extrictamente que me arregla y me pusiera ""guapa"" y que intentase no tener el pelo mojado o ensalitrado, así que no fui en todo el día a la playa porque me daba toda la pereza lavarmelo después.

Ahí estaba, de pie con un pantalón de vestir negro  con un lazo, una camiseta blanca sin ningún estampado y mis vans negras. El pelo, como no me gustaba llevarlo suelto, lo tenía amarrado en un moño deshecho con algunos pequeños mechones colgando de los lados.

De repente, noté como unas manos me tapaban los ojos. Me sobresalté y con mis manos tacté las de la persona desconocida, de esa forma supe de quién se trataba: Luke.

— Luke, sé que eres tú. -rei aparatandole las manos.
— Creo que voy muy "elegante" para cómo vas tú. -en ese momento me giré y vi como estaba vestido: camiseta blanca, pantalón informal color marrón clarito y unos tenis que no había visto en mi vida.
— Bueno, así podemos arreglarlo. -lo cogí del cuello y le desabroché algunos botones y le alboroté el pelo.- perfecto.

Él me tomó de la mano y empezó caminando hasta un aparcamiento donde estaba su moto Harley negra:

— ¿Confías es mí? -preguntó mientras me ayudaba a subir.
— Pues ahora mismo, me da que no. -rei y negué con la cabeza.- ¿Crees que si no confiara en tí, te hubiera dejado usar mis pinturas?

Gracias a ese comentario, lo hice reír tanto que estuvieron a punto de saltarse las lagrimas.
Subió a la moto, arrancó y me llevó lejos de la zona costera.

Samantha. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora