El Destino es Caprichoso

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Jesus Oviedo

|28 de Marzo|

-¡Hola Amor! ¿Como estan las mujeres de mi vida? - digo acercandome a sus labios para darle un pico

-¡Hola Cielo! Estamos Perfectas - Responde cuando se separan nuestros labios

Ella se levanta y me toma por mi chaqueta y me atrae hacia ella y junta sus labios con los mios, su lengua pide permiso para entrar en mi boca y nuestras lenguas batallan entre sí.

Retrocedemos y llegamos al borde de la cama, ella me saca el saco, y ahora yo le quito una de mis camisas que le quedan anchas en su pequeño cuerpo dejandola en ropa interior.

Ella quita lo más rapido que puede mi camisa bien planchada ahora toda arrugada y nos separamos de este beso tan excitante y caliente, por fin termina de quitar y yo me quito los pantalones y los zapatos con las medias incluidas.

Nuestros cuerpos semidesnudos se rozan y un jadeo sale de ella, mientras yo me dedico a besar su cuello dejando pequeños besos húmedos en ella y ella hecha su cabeza hacia atrás dejandome mas acceso, mis manos recorren sus caderas y vuelven a subir, bajo mis besos hasta lo sobresalientes de sus senos y los beso, mis manos van a parar a el broche de su sostén, nuestras respiraciones agitadas es lo unico que se escucha en el eco de la habitacion.

Quito su sostén y mis besos paran en sus so de besos y llego a sus bragas, su respiración se vuelve mas agitada y jadeos mas fuertes salen de ella convirtiendose en pequeños gemidos.
bajo con total delicadeza sus bragas por el largo de sus piernas, ella toma mi nuca y me hace besarla de nuevo con desesperación y lujuría entre nosotros.

Bajo mis boxers con su ayuda y sin previo aviso, entro en ella, produciendonos un gemido por parte de ambos.

Los gemidos y jadeos en la habitación se vuelven mas altos, mis besos siguen recorriendo cada centimetro de su piel, llega al orgasmo y despues yo en un sonoro gemido. Salgo de ella y me recuesto a su lado, nuestras respiraciones agitadas se escuchan en la habitacion.

Giro mi cabeza a verla y simplemente me parece la mujer más bella del universo, su pelo pegado a cara a causa del sudor, su pecho sube y baja con algo de rapidez, ella empieza a retirar el cabello de su rostro y se sienta en la cama para hacerse un moño, me da la espalda y puedo apreciar sus curvas y figura.

Voltea a verme y sonrie, se acuesta a mi lado y pasa una sabana sobre nosotros, se acerca a mi y recuesta su cabeza en mi pecho escuchando los latidos de mi corazón, mis manos se posan en su cintura y al fin uno de nosotros se digna a hablar.

-Gracias por hacerme la mujer mas feliz - murmura ella

-Gracias a ti por iluminar mis días y aceptar cada uno de mis demonios - beso su cabeza

Siento como su respiración se vuelve mas pesada, lo que me hace pensar que se ha quedado dormida, seguidamente mis parpados caen en una oscura profunda.