Rey Levi

CAP #2:~Tasa De Té~

Los verdosos ojos del menor miraban curioso la hermosa vista que mostraba la ventana de la cuarta planta del castillo. Desde esa ventana se podía ver a la perfección el reino que gobernaba el linaje Ackerman, gracias a que el castillo estaba en la cima de una montaña todo se veía con claridad, hasta parecía que las nubes podrían tocarse con las manos si solo las estiraba.

Sasha reía mentalmente al ver los grandes orbes brillantes de su amo, estaba segura que era un chiquillo de gran corazón y haría feliz al rey, que seguramente se terminaría enamorando de semejante belleza inocente y bondadosa.

-esa hora- anunció la castaña de lentes.

Eren se sonrojó y acomodó el velo que cubría su cabello, además de pasar sus manos por su pecho para alisar el vestido, quería verse perfecto ante su majestad. Se puso frente a la puerta cuando esta fue abierta, viendo como tres hombres de miradas serias salían de la habitación con hojas en manos. Dio unos pasos al frente, pero después se detuvo cuando vio que Sasha no se movía y se quedaba al lado de la otra castaña desconocida.

- ¿no vendrás? - preguntó.

-no, mi deber es acompañarte a todos lados, excepto cuando el Rey requiere solo de tu presencia.

El moreno se puso nervioso, no tendría a nadie quien lo apoyara o corrigiera en caso de que hablara de más, pero debía presentarse de igual manera, tenía que obedecerlo, era una persona importante, gobernante de Shiganshina. Respiró profundo y cerró los ojos fuertemente para entrar a paso seguro hasta los aposentos de Levi, con una mano sobre su pecho y la otra sobre esta.

Se detuvo cuando escuchó el cerrar de la puerta, abrió sus ojos y sus mejillas no tardaron en tornarse rosadas. Estaba a centímetros del rostro del azabache, a esa distancia podía sentir el aroma de Levi con más intensidad. Su corazón latía tan fuerte que creía que, el vampiro los escuchaba con claridad. Los ojos del contrario parecían atravesar su alma a pesar de verlo sin expresión alguna en el rostro, parecía quecon solo observarlo, leería todos sus pensamientos sin esfuerzo alguno.

- ¿te quedaras mucho tiempo así? - preguntó con voz irritada.

- ¡l-lo siento mucho! - de inmediato se alejó del azabache e hizo una reverencia, su madre le dijo que cuando estuviera frente al rey, debía inclinarse ante él, aunque solo debía postrarse ante Dios, pero este mismo se lo había permitido.

-no importa- el menor levantó la mirada, viendo la ancha espalda del adulto cuando este se giró- ¿sabes ha que has sido llamado?

- no, pero creo que…/la pregunta que te hice se responde con un simple sí o un no, no tienes por qué comentar algo más- interrumpió el azabache, mirando por sobre su hombro al chiquillo que solo tragó duro al ver su ceño fruncido.

-s-sí, su majestad.

-bien- se giró nuevamente y se sentó en su cama, quitándose de encima una capa negra y depositarla a su lado- tu propósito en este castillo es ver mi futuro y decirme cualquier cosa que pueda pasarme mientras gobierne. Así que puedes comenzar con lo que sea que hagas para predecir mi futuro.

-s-sí, pero hay algunas cosas que son un poco…/solo haz lo que sea necesario- interrumpió nuevamente, restándole importancia al asunto.

-e-está bien- dijo tímido- “ha cambiado mucho” -pensó con nostalgia.

Caminó hasta una mesa de cristal que estaba en el centro, acompañada de diferentes platillos llenos de carne, frutas y bebidas. Un poco nervioso buscó un vaso vacío, encontrándose con uno de hierro, lo tomó en una mano y sostuvo en la otra una jarra llena con agua natural, sirvió un poco en el primer recipiente mencionado, para después dejar el otro utensilio ya innecesario en la mesa.