POEMA PARA CHESTER BENNINGTON

20 de Julio: 1° aniversario

No puede creer que pasó un año, un año de tu partida. Al principio decaí, ¿y quién no? Pero pensé más abiertamente, medité profundamente... Y me sentí un poco mejor, me llené de ánimo repentino. Tu muerte no fue para nada en vano, más allá de que te instalaste en el corazón de muchedumbres de personas. Dejaste un gran camino, lleno de tristeza, amor, dolor, odio, euforia, y, sobre todo, devoción y pasión por tu arte. Eras, eres y seguirás siendo un artista, no cualquier artista tiene tu afán por la música. Muchos pueden cantar bien, pero pocos con el corazón. Tu cantabas con el corazón, desgarrabas tu alma con las más preciosas entonaciones. Tienes la virtud de conmover millones de corazones. De trasmitir paz y esperanzas en los momento más difíciles.
Porque el mundo puede arder, pero tu voz estará ahí para apagar el fuego.
Porque las tinieblas pueden abundar, pero tu voz será capaz de sobrellevar todo.
Acontinuación les relataré una experiencia mía, de como un simple hecho puede llegar a ser un gran sueño:
Siempre estuve relacionada con el ámbito musical, me desarrollaba con agilesa tocando cualquier instrumento. Un día la idea de cantar cruzó mi mente, pero opté por creer que era una expectativa vaga y sin sentido. Pero esa idea empezó a crecer, hasta convertirse en un deseo. Y ese deseo, esas ansias de querer cantar fueran motivadas por el mismísimo Chester. One more light, una de mis canciones predilectas de Linkin Park, la cual siempre disfruto mirando el bellísimo vídeo. En el cual divisaba el amor, el afán que tenía Chester hacía su música, su público, expresando de una manera muy hermosa lo que contenía dentro suyo.
Entonces, esa tarde, escuchando One more light en el parlante de mi casa, disfrutando de la extraña e inusual tranquilidad del día que me permitía apreciar aún más la canción. Me acomodé junto a mi ventana, recibiendo la fresca brisa que se colaba entre mi cabello rojizo, relajándome totalmente, decidí cerrar los ojos y comenzar a cantar libremente, dejándome fluir. Sentí que me olvidaba de todo mi alrededor, perdiendo noción de mi entorno, excepto de la canción, que parecía sonar más bella que de costumbre. Canté con vigor, seguramente desafinando, pero eso no importó, sólo quería expresarme, fluir como él...
Al terminar la canción me sentí renovada, tenía un nuevo sueño, una nueva meta. Desde aquel día quise cantar. Claro, se me hacía complicado. Las academias de canto son demasiado costosas, y mi familia no cuenta para pagar tales gastos. Entonces, opté por aprender por mi cuenta, comencé a leer artículos y esas cosas. Pero me di por vencida al tiempo, sintiéndome frustrada. Pero una vez más recordé mi motivación, lo haría por Chester, porque yo también quiero expresarme tan bellamente como él.
Empecé a investigar por internet, hasta que encontré un anuncio, donde informaba sobre clases de canto, las cuales eran accesibles y no quedaban tan lejos. Insistí a mi madre, hasta que consultó por las clases de canto...
Bueno, hace unos dos meses (o menos), comencé a ir a estas clases, que son excepcionalmente geniales. Practico en casa, canto aún más. Cuando me siento hostigada canto y escucho música. A veces cuando estoy en una clase y estoy por acabar una nota por falta de esfuerzo, pienso en mi motivación y doy lo mejor de mí, superándome cada vez más. Lo hago por mí, por Chester, por otros artistas más que no encajaban en este mundo cruel. Porque las personas como ellos que sólo quieren amar y trasmitir amor al mundo entero que son golpeadas por la vida, por el mundo, no toleran y se ven sofocadas y eligen la opción errada.