Desilusión

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A veces.. las cosas no resultan como esperabas.

En muchas circunstancias de la vida, nos encontraremos con múltiples sorpresas que nos producirán suma felicidad y nos sacarán diversas sonrisas. Pero en otras ocasiones, simplemente nos sentiremos desilusionados, frustrados y más que nada.. tristes.

Estos sentimientos los viví en carne propia en mi vida previa a la secundaria, la cual no era de lo mejor, ya que siempre fui victima de bullying.

Pero aquellos años de sufrimiento estaban por quedar atrás, en mi último año escolar del primario, compartí junto a mis compañeros un ámbito tranquilo en el que todos nos respetabamos, tanto grandes como pequeños.

Pese a ser un chico tímido y estudioso, siempre intentaba llevarme bien con todo el mundo..

Gran error..

Por eso, cuando llegué a sexto grado de primaria, intenté unificar a todos los cursos, acabar con las peleas, discusiones, insultos e intentar construir un ambiente en donde todos podamos jugar serenamente fútbol, policías y ladrones, la mancha, etc.

Por ser el más estudioso de la escuela, extrañamente me tomaron como un líder de toda la institución entre los alumnos, veía que todos me respetaban y halagaban por mi bondad e "inteligencia".

¡Era una locura pensar en eso! ¡Quién diría que un nerd como yo sería respetado y querido por todos!.

Aunque no siempre fue así.

Pasé casi toda mi infancia humillado por otros, fuí víctima de burlas y en algunos ocasiones de golpizas.

Sufrí mucho de pequeño, y nunca respondí a los ataques, toda mi vida fuí guardando mi enojo, mi tristeza y mi ira.

Los niños pueden ser muy crueles.

Mi madre por suerte siempre estuvo dispuesta a escuchar mis quejas e historias al respecto. Pese a sus consejos acerca de tomar valor en la situación de agresión, nunca me animaba a hacerlo, el miedo y el nerviosismo reinaba en mí en aquellas ocasiones.

Más allá de todo eso, siempre intenté mirar el vaso medio lleno, ser positivo. No quería que le hagan a otros lo que me hacían a mí y tampoco pretendía vengarme utilizando el mismo método que ellos, es decir, la violencia.

Para mí suerte, todo esto había acabado, realmente fue una buena forma de finalizar una etapa difícil para mí.

En cuanto a mi vida extraescolar, salía del colegio al mediodía y me dirigía a casa para almorzar con mi mamá.

Vivíamos los dos solos, ya que papá se marchó a Estados Unidos en busca de trabajo, y nos envía por correo parte del dinero que gana allá, aunque realmente a veces extrañamos tenerlo con nosotros, y eso más que nada es notorio en mamá.

Aún así, siempre traté de acompañarla, era una mujer sensible pero muy fuerte. Con el paso de los años a medida que fuí creciendo, ella empezó a sumar un par de kilitos, pero más allá de eso, la seguía amando y siempre la amaré.

En cuanto a mis amigos, no toda mi vida fui una persona muy sociable, como ya había dicho, era y aún soy bastante tímido, aunque, logré encontrar personas con gustos similares a los míos y con los cuales disfruté lindos momentos.

Uno siempre dice que una vez acabada la escuela, siempre se seguirán viendo y juntando para no olvidarse mutuamente.

Pero en mi caso no fue así.

Así que llegué al secundario sin amigos y conocidos, era empezar de cero en un nuevo ámbito.

Por ello entré a la secundaria, con la misión principal, por así decirlo, de no solo continuar con mis estudios, sino también, para conocer a nuevas personas que formarán parte de mi vida, con las cuales me relacionare a diario y compartiré miles de hermosos momentos.

Una de las que quizás consideré como misión secundaria, era conocer.. chicas.. con las cuales relacionarme, hacer amigas y por ahí encontrar a la indicada que se enamore.. de... mi.

Soñaba con encontrar aquella que me haga sentir "mariposas en el estómago", que me acompañe al cine, a la plaza, pero lo más importante, aquella con la que mutuamente logremos formar un vínculo de confianza y podamos contarnos nuestros sentimientos apoyándonos uno al otro.

Pero no todo salió como yo esperaba, sin nada más que decir, esta es mi historia a lo largo de la secundaria.  

Izuku Midoriya

Sentimientos DesencontradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora